¡°El sismo se sinti¨® muy fuerte, pero lo m¨¢s impresionante fue el p¨¢nico de la gente¡±
Miedo, nerviosismo, incredulidad, confusi¨®n: as¨ª se vivi¨® el temblor en M¨¦xico
Confusi¨®n, nerviosismo, miedo, incredulidad y p¨¢nico¡ mucho p¨¢nico. El sismo que sacudi¨® a M¨¦xico este jueves empez¨® a unos minutos de que cayera la medianoche y tom¨® por sorpresa a 50 millones de mexicanos. El temblor de magnitud 8,2 ha sido el mayor terremoto?en casi un siglo en el pa¨ªs.
"No me asustan los temblores, llevo toda la vida viviendo aqu¨ª", cuenta Jaime G¨®mez, vecino de la c¨¦ntrica colonia Cuauht¨¦moc, en la capital. "Como hab¨ªa habido una falsa alarma un d¨ªa antes, no pensamos que era en serio, pero despu¨¦s nos dimos cuenta de que esta vez era particularmente fuerte y que ten¨ªamos que tener cuidado", agrega G¨®mez, de 42 a?os. Vivir en la Ciudad de M¨¦xico es acostumbrarse a vivir con los sismos.
Pero el temblor de la noche del jueves fue diferente. Hace mucho no se sent¨ªa un terremoto as¨ª."Me despertaron los gritos de los vecinos, evidentemente, fue muy fuerte, pero lo m¨¢s impresionante fue el p¨¢nico de la gente", relata Karla, de 32 a?os, de la colonia Narvarte.
As¨ª se vivi¨® el #temblor de 8.4, el de mayor magnitud en M¨¦xico desde que se tienen registros https://t.co/TptHCLuSlw pic.twitter.com/Gs1iujKoOG
— EL PA?S Am¨¦rica (@elpais_america) September 8, 2017
El epicentro se registr¨® en Chiapas, pero Oaxaca es el ep¨ªcentro de la tragedia: las autoridades han confirmado la muerte de una veintena de personas. Cuando llegaron las primeras im¨¢genes del sur del pa¨ªs, la historia dio un giro radical: el derrumbe de un hotel en Mat¨ªas Romero (Oaxaca), los da?os en el Ayuntamiento de Juchit¨¢n de Zaragoza (Oaxaca) y la confirmaci¨®n de las primeras muertes en San Crist¨®bal de las Casas, en Chiapas. La primera informaci¨®n que hab¨ªa llegado era de una capital ilesa y despu¨¦s los reportes desde el sur del pa¨ªs completaron un panorama tr¨¢gico e inesperado.
"Sabes que est¨¢s en el mismo lugar y que pudiste haber sido t¨²", cuenta Tania Navarro desde San Crist¨®bal. Su noche cambi¨® de un momento a otro. Su sobrina acababa de nacer a las ocho de la noche y su cu?ada segu¨ªa en el hospital tras dar a luz. Cuando se sinti¨® el primer latigazo del sismo, los m¨¦dicos pidieron a su hermano y a su esposa que abandonaran el hospital, pero se negaron. "La verdad es que no sabemos qu¨¦ hacer cuando llega el momento de un terremoto as¨ª", admite.
Se fue la luz por una hora en San Crist¨®bal. En la madrugada se escuchaban a la distancia el ruido de las sirenas y las alarmas s¨ªsmicas, seg¨²n el testimonio de Navarro. "Para m¨ª este fue mucho peor que el de 1985, pens¨¦ que el edificio se iba a desmoronar", confiere. "Tengo una chamarra (chaqueta) y unos tenis (zapatillas) preparados para m¨ª y mi hija en caso de que cualquier cosa suceda", dice Navarro en alerta.
En Juchit¨¢n, un residente encontr¨® una bandera de M¨¦xico tras el derrumbe del palacio municipal y la clav¨® sobre los escombros: una de las postales m¨¢s difundidas tras el terremoto y un s¨ªmbolo de la resistencia en el sur de M¨¦xico. El peque?o municipio del Istmo ha sido arrasado, no hay servicios de luz ni agua, se han registrado actos de saqueo en tiendas y cientos de personas esperan volver a sus casas. Alrededor de 100 viviendas quedaron completamente destruidas y 500 personas permanecen en albergues.
"Necesitamos que las personas que nos puedan apoyar lo hagan, hay cuatro personas atrapadas", dice una joven juchiteca en un v¨ªdeo que se ha hecho viral en redes sociales. El ¨²nico hospital popular del municipio est¨¢ seriamente da?ado y tuvo que ser evacuado, seg¨²n las autoridades municipales. El nosocomio no est¨¢ trabajando y las labores de atenci¨®n a los heridos y enfermos se hacen en el patio del hospital.
"Hay una gran necesidad de insumos m¨¦dicos, sobre todo despu¨¦s del colapso del Hospital Civil", comenta Jaime Mendoza, un reportero de Juchit¨¢n: "Los heridos siguen llegando, hay mucha necesidad hasta de lo m¨¢s m¨ªnimo". Hay al menos 61 muertos. Todos de los Estados del sur de M¨¦xico.
Mientras Juchit¨¢n se desmoronaba, el resto del pa¨ªs, menos afectado, intentaba superar el susto. "Me di cuenta porque se estaban moviendo todas mis cosas: mi cama, las l¨¢mparas, todo¡", comenta Jordan, de 19 a?os, que vive en Chimalhuac¨¢n, en el norte de la zona metropolitana. Jordan muestra los v¨ªdeos que grab¨® con su tel¨¦fono. Hab¨ªa una necesidad de contarlo, de documentarlo. No hab¨ªa otro tema de conversaci¨®n en la ma?ana del viernes. "?D¨®nde te agarr¨® el temblor?". Esa era la pregunta m¨¢s recurrente y pr¨¢cticamente ineludible a pie de calle, al tomar el transporte p¨²blico y al revisar los grupos de WhatsApp.?
"Estaba a punto de meterme a ba?ar, ya estaba encuerado (desnudo) y me tuve que volver a vestir", dice entre risas Juan Carlos Contreras, de 24 a?os. "Empez¨® la alarma s¨ªsmica y sal¨ª como pude", afirma el vecino de la colonia Pensil Sur, en el poniente de la metr¨®poli. Contreras se dio cuenta de la magnitud cuando vio a todos los vecinos en las banquetas. Muchos se maravillaron al ver destellos en el cielo. Eran cargas de energ¨ªa que se liberaron durante el terremoto, explicaron expertos en sismolog¨ªa.?
En otros puntos de la ciudad no se escucharon las sirenas. Los avisos fueron distintos. "Escuchamos que ladraban los perros, muy feo, y que los p¨¢jaros que tengo estaban muy asustados, son los primeros en darse cuenta", se?ala Julia P¨¦rez, de 60 a?os, que es vecina de Ciudad Nezahualc¨®yotl, en la periferia de la capital.
Lo m¨¢s importante era hablar con la familia y asegurarse de que todos estuvieran bien. Los habitantes relatan que las l¨ªneas telef¨®nicas colapsaron y que tuvieron que intentarlo varias veces antes de comunicarse con sus familiares y amigos. Los cortes en el suministro de electricidad complicaron la tarea. "Llam¨¦ a mis hijos cuando vi que todo se estaba moviendo, les ped¨ª que tuvieran cuidado", apunta P¨¦rez, sin ocultar su preocupaci¨®n.
"Mi hija estaba muy nerviosa, le dije que no hab¨ªa pasado nada, que todo iba a estar bien", cuenta Julio Mayor de Iztapalapa, tambi¨¦n al oriente de la ciudad. Mayor dice que estaba tranquilo y a la vez desesperado por salir de su casa. El recuerdo de 1985 volv¨ªa a la cabeza. "Me di cuenta de que el temblor era de movimiento oscilatorio y ya no me preocup¨¦ tanto, el de aquella vez hab¨ªa sido trepidatorio?y se sinti¨® muy diferente", recuerda. "Calm¨¦ a mi hija, pero con todo y todo no pude dormir tranquilo", confiesa.
Cuando parec¨ªa que todo hab¨ªa quedado atr¨¢s, empez¨® una tensa calma. ?Hab¨ªa pasado todo? ?Era seguro volver a casa? Hab¨ªa que estar pendientes de las r¨¦plicas. Era momento de ver la prensa o prender el radio y la televisi¨®n. No hab¨ªa muertos ni heridos, al menos en la capital: "La libramos (nos salvamos)".
Los chilangos "salieron" a las redes sociales para cerciorarse de que el da?o en la ciudad hab¨ªa sido m¨ªnimo. Despu¨¦s vino el baldazo; tres muertos en Tabasco, siete en Chiapas, 26 en Oaxaca. Todo lo que hab¨ªa pasado en Ciudad de M¨¦xico tom¨® un tinte anecd¨®tico a la luz de los hechos en otros puntos del pa¨ªs. El terremoto se hab¨ªa cebado con los Estados m¨¢s pobres. "Da mucha tristeza ver c¨®mo ha pegado a algunas partes, pero somos un pa¨ªs que ha vivido varios terremotos: ya nos levantamos de varios y tenemos que salir adelante", concluye Mayor antes de quitar la mirada al vac¨ªo y retomar el camino al trabajo en la capital.
Da?os menores en Guatemala
Hasta las 08:00 de este viernes (14:00 GMT), las autoridades del Instituto de Sismolog¨ªa y de la Coordinadora para la Reducci¨®n de Desastres (Conred) confirman, en rueda de prensa, que no hay v¨ªctimas mortales como consecuencia del sismo de 7,7 grados en la escala de Richter que la noche del jueves sacudi¨® a Guatemala. Se registran, eso s¨ª, 71 viviendas con da?os severos y tres carreteras afectadas por derrumbes.
El departamento (provincia) de San Marcos, en la frontera con M¨¦xico, es el m¨¢s afectado, con 22 viviendas asoladas. Entre los inmuebles m¨¢s da?ados est¨¢ el hospital regional, que qued¨® sin techo.
Las autoridades descartan la posibilidad de un tsunami, como se tem¨ªa despu¨¦s del sismo, y advierten de la posibilidad de r¨¦plicas que podr¨ªan alcanzar magnitudes importantes. En cinco de los 22 departamentos, los m¨¢s afectados, el ministerio de Educaci¨®n ha suspendido las clases para proteger a los ni?os.
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