La tormenta perfecta que azota Colombia
El pa¨ªs enfrenta en Tumaco la violencia del narco y las mafias que luchan por ocupar el vac¨ªo dejado por las FARC
La imagen de bienvenida es un campamento militar improvisado junto a la pista de aterrizaje del peque?o aeropuerto. Las tiendas de campa?a instaladas bajo unos ¨¢rboles dan paso a las calles de una ciudad tropical desordenada, con un bullicio sin aparentes convulsiones. La perspectiva cambia al cabo de unos minutos, por la presencia de soldados en las esquinas y, sobre todo, los relatos de los habitantes.
Tumaco es una tormenta perfecta. Este puerto del Pac¨ªfico, con una poblaci¨®n urbana de poco m¨¢s de 100.000 habitantes, es un espejo de los males que han golpeado a Colombia durante d¨¦cadas, de la guerrilla al narcotr¨¢fico. Ahora sufre las consecuencias de una paradoja. La desmovilizaci¨®n de las FARC despu¨¦s de los acuerdos de paz de 2016 ha convertido este municipio, cerca de la frontera con Ecuador, en un territorio en disputa. Una docena de grupos armados, mafias que en algunos casos se ponen el disfraz de organizaciones insurgentes o disidencias, buscan hacerse con el control de las 23.000 hect¨¢reas de hoja de coca que rodean la ciudad, la mayor concentraci¨®n del pa¨ªs. En los cuatro primeros meses de este a?o fueron asesinadas 91 personas, seg¨²n las fuerzas de seguridad, casi un 50% m¨¢s que en el mismo per¨ªodo del a?o anterior. El Gobierno de Juan Manuel Santos despleg¨® a m¨¢s de 11.000 militares en la regi¨®n, el departamento de Nari?o, para tratar de garantizar el orden p¨²blico y detener a un criminal apodado Guacho, disidente de las FARC, uno de los hombres m¨¢s buscados del pa¨ªs. Pero la mecha sigue encendida y ser¨¢ uno de los principales desaf¨ªos del presidente que resulte elegido hoy.
Todas las conversaciones en Tumaco giran en torno a la violencia y el anhelo de paz. La semana pasada, a pocos metros de la playa, se constituy¨® un consejo municipal encargado de velar por la convivencia y la reconciliaci¨®n y evitar que la violencia provoque nuevos desplazamientos. Lo presidi¨®, llegado de Bogot¨¢, el alto comisionado del Ejecutivo Rodrigo Rivera, quien, junto al vicepresidente, el general ?scar Naranjo, ha multiplicado la inversi¨®n de recursos en la zona. En las decenas de personas que le escuchaban se entremezclaban la esperanza y la indignaci¨®n.
¡°El problema que siente todo el mundo es que aqu¨ª los bisabuelos entierran a los tataranietos¡±, lamenta Alberto Parra en una referencia gen¨¦rica a los descendientes lejanos. La expectaci¨®n de los l¨ªderes sociales, de las comunidades afrocolombianas y las organizaciones que tratan de mejorar la vida cotidiana en los barrios choca con la ausencia hist¨®rica del Estado, en Tumaco y en territorios tradicionalmente golpeados por el conflicto armado. La primera urgencia es la seguridad, seguida de la reducci¨®n de la desigualdad. ¡°El consejo municipal de paz es una estructura muy positiva para encontrar identidades sociales y beneficiar el proceso de paz. Pero si lo establecemos como un espacio simplemente protocolario no va servir de nada. Se crea as¨ª y no va a surtir ning¨²n efecto¡±, agrega Juan Carlos Angulo, pescador en paro de 42 a?os y representante de la asociaci¨®n ReconPaz.
Salida de droga
Los dos candidatos que hoy se disputan la presidencia, el derechista Iv¨¢n Duque y el izquierdista Gustavo Petro, hicieron campa?a aqu¨ª a partir de distintas visiones del proceso de paz. El primero anunci¨® modificaciones importantes a lo pactado en La Habana, sobre todo en materia de justicia y reparaci¨®n a las v¨ªctimas, mientras el segundo prometi¨® profundizar en la reconciliaci¨®n. En primera vuelta, celebrada el 27 de mayo, gan¨® el aspirante impulsado por el exmandatario ?lvaro Uribe, principalmente por la fuerza del aparato local de su candidatura y porque la poblaci¨®n demanda mayor firmeza ante la delincuencia.
La violencia y el descontrol hacen que en este puerto se sumen todos los principales problemas del pa¨ªs, de la corrupci¨®n a la pobreza. ¡°La cadena del narcotr¨¢fico est¨¢ concentrada en un muy peque?o territorio, que es un puerto que saca la droga hacia Centroam¨¦rica y el Sur. Antes en Tumaco estaba la columna Daniel Aldana de las FARC y hoy hay 12 grupos: el Clan del Golfo Gente del Orden, Guerrillas Unidas del Pac¨ªfico, Frente ?liver Sinisterra¡¡±, se?ala Ariel ?vila, analista y subdirector de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n. ¡°La costa pac¨ªfica de Nari?o es la mejor muestra de que si esto no se implementa, con la construcci¨®n de Estado, v¨ªas terciarias y proyectos productivos, algunas zonas del pa¨ªs est¨¢n condenadas a vivir otra ola de violencia¡±.
El Gobierno de Santos opt¨® por una pol¨ªtica a largo plazo: la erradicaci¨®n forzosa de los cultivos y la sustituci¨®n voluntaria de cultivos. El presidente, quien asegur¨® recientemente a EL PA?S que la paz ¡°es irreversible¡±, desgrana los datos de esta pol¨ªtica, que de momento cuenta con el respaldo de EE?UU. ¡°Ya llevamos m¨¢s de 125.000 familias que han expresado su deseo de sustituir la coca, se han firmado convenios con m¨¢s de 35.000. Esa va a ser una soluci¨®n permanente y estructural¡±.
No obstante, los campesinos demandan alternativas inmediatas y seguridad. ¡°La gente tiene ganas de salir del cultivo de hoja de coca siempre y cuando nosotros les garanticemos el sustento. Si no, no van a hacerlo¡±, dice Leonard Eduardo Medina, de 26 a?os, voluntario en distintos proyectos de paz. ¡°Antes uno pod¨ªa salir, ir a las playas, amanecerse en las calles y no pasaba nada¡±, recuerda. ¡°Todo el mundo se esconde ahora a las nueve de la noche en sus casas. Desgraciadamente en Colombia la historia que nos gusta recordar es la de las narconovelas, no la historia de la paz¡±. Ahora, su principal objetivo, como el de tantos otros, es revertir esa situaci¨®n y tratar de generar confianza en las autoridades desde las calles de Tumaco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Elecciones Colombia 2018
- Elecciones Colombia
- Proceso paz Colombia
- Frente Oliver Sinisterra
- Disidentes FARC
- Narcotr¨¢fico
- Colombia
- Conflicto Colombia
- FARC
- Disidencia
- Gobierno Colombia
- Proceso paz
- Elecciones presidenciales
- Conflictos pol¨ªticos
- Grupos terroristas
- Sudam¨¦rica
- Guerrillas
- Gobierno
- Latinoam¨¦rica
- Elecciones
- Terrorismo
- Guerra
- Am¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Conflictos armados
- Redacci¨®n Colombia
- Edici¨®n Am¨¦rica