Una familia muere calcinada en una Nicaragua sumida en la violencia
Las organizaciones civiles y familiares de las v¨ªctimas denuncian que el ataque ha sido perpetrado por grupos parapoliciales del Gobierno de Daniel Ortega
Dos ni?os, de ocho meses y dos a?os de edad, fueron las v¨ªctimas m¨¢s j¨®venes de la violencia que destruye Nicaragua. Organizaciones de derechos humanos denunciaron el s¨¢bado que grupos "parapoliciales", protegidos por la Polic¨ªa, incendiaron la casa de una familia en Managua, cobr¨¢ndose la vida de cuatro adultos y dos menores. Se trata de uno de los cap¨ªtulos m¨¢s terribles de la historia de horror que vive este pa¨ªs centroamericano, cuya crisis cumpli¨® este s¨¢bado 58 d¨ªas y 178 muertos. Los nicarag¨¹enses est¨¢n conmocionados ante la brutalidad del ataque que, seg¨²n han denunciado diferentes organizaciones, los familiares de las v¨ªctimas y algunos testigos, pone de manifiesto el salvajismo de las huestes al mando del presidente Daniel Ortega.
Unos vecinos del edificio han informado a este diario de que el incendio fue provocado "por polic¨ªas y paramilitares" porque la familia se rehus¨® a abrir las puertas del inmueble para que en el techado se colocaran francotiradores que pretend¨ªan atacar esa zona de la capital, levantada en barricadas contra el Gobierno de Ortega. Los mismos vecinos narraron que estos grupos les dispararon cuando intentaban apagar el fuego.
Precisamente, la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que estuvo a principios de mayo en el pa¨ªs, alert¨® en un informe preliminar que podr¨ªan haberse dado ejecuciones sumarias a trav¨¦s de francotiradores para reprimir las protestas contra Ortega. La CIDH exigi¨® entonces el cese inmediato de la represi¨®n, pero la violencia se ha recrudecido en este peque?o pa¨ªs centroamericano.
El relato de una de las supervivientes de la tragedia es estremecedor. Cinthya L¨®pez denunci¨® en un video colgado en Facebook que el edificio de tres pisos donde habitaba junto a su familia ¡ªy en el que adem¨¢s hab¨ªa una tienda de colchones¡ª fue incendiado por huestes del Frente Sandinista. "Toda mi familia est¨¢ muerta", lament¨® la mujer, quien dijo que pudo salir del inmueble porque salt¨® desde un balc¨®n. Ella culp¨® al Gobierno del presidente Daniel Ortega por la tragedia. "Maldigo a Daniel Ortega y toda su familia", dijo con la voz cortada por el llanto.
El hecho ocurri¨® en la madrugada de este s¨¢bado en el capitalino barrio Carlos Marx, unas horas despu¨¦s de que Ortega accediera a firmar un acuerdo ¡ªcon la supervisi¨®n de la Iglesia¡ª en el que se compromet¨ªa a permitir nuevamente el ingreso al pa¨ªs de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que investigara las denuncias de violaciones a los derechos humanos y los cr¨ªmenes denunciados contra la poblaci¨®n. Ese acuerdo se logr¨® en la mesa del Di¨¢logo Nacional, en la que se negocia una salida a la crisis pol¨ªtica.
La tarde del s¨¢bado la familia organiz¨® entre la rabia y la indignaci¨®n el velatorio de sus familiares. Las v¨ªctimas fueron identificadas como ?scar Vel¨¢squez Pav¨®n, Maritza L¨®pez, Alfredo Vel¨¢squez, Mercedes Raudez, Mat¨ªas Vel¨¢squez y los ni?os Mat¨ªas Vel¨¢squez Mu?oz, de ocho meses, Daryelis Vel¨¢squez, de dos a?os. El Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos (CENIDH) inform¨® que un tercer ni?o estaba gravemente herido en un hospital de la capital.
El CENIDH culp¨® a las huestes del Gobierno, grupos armados que siembran el terror en las ciudades de Nicaragua, de causar el incendio. Estos "aparatos represivos del Gobierno son una criminal amenaza para la vida y para la seguridad", afirm¨® el organismo en un comunicado. "Este crimen revela un escalamiento de la brutal represi¨®n del r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo [esposa de Ortega y vicepresidenta de Nicaragua], con un saldo tr¨¢gico de 178 personas asesinadas hasta la fecha". Esta organizaci¨®n contabiliza en 12 los menores asesinados en casi 60 d¨ªas de crisis en Nicaragua. Para el CENIDH este hecho constituye "grav¨ªsimas violaciones a los derechos humanos promovidas y perpetradas desde el Estado, convertido en un aparato de represi¨®n y muerte".
Nicaragua vivi¨® el s¨¢bado una de las jornadas m¨¢s brutales desde abril, cuando Ortega desat¨® una feroz represi¨®n contra una poblaci¨®n que exige su salida del poder. Horas despu¨¦s del incendio en el barrio Carlos Marx, se inform¨® que fue quemado el cuerpo de un hombre que, seg¨²n el relato de testigos a los medios de comunicaci¨®n, muri¨® a causa de disparos tras el ataque de grupos irregulares y de la Polic¨ªa a un barrio de la capital. El cuerpo del hombre fue calcinado en plena v¨ªa, en una demostraci¨®n siniestra del nivel de descomposici¨®n al que ha llegado este pa¨ªs, considerado hasta hace dos meses como el m¨¢s seguro de Centroam¨¦rica.
Los delegados del Gobierno en la mesa del Di¨¢logo Nacional ¡ªdel que la Iglesia funge como mediadora para hallar una soluci¨®n a la crisis¡ª han acusado a los opositores del r¨¦gimen de Ortega de perpetrar la barbarie. "Est¨¢n tirando a matar a nuestra gente. Decirle al presidente de este pa¨ªs, que tiene once a?os de gobernar, que deje su cargo no es f¨¢cil. Nos va a costar mucho que esta gente decida abandonar por la v¨ªa constitucional sus cargos, que los han utilizado para masacrar al pueblo nicarag¨¹ense", dijo la sindicalista Sandra Ramos, quien participa en el di¨¢logo dentro de la opositora Alianza C¨ªvica. Nicaragua esper¨® a que terminara el s¨¢bado sumida en la incertidumbre y el temor ante nuevos hechos violentos.
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