Alud de cr¨ªticas a la Casa Blanca por separar a ni?os de sus padres sin papeles
¡°Estados Unidos no ser¨¢ un campo de migrantes, no ser¨¢ un centro de acogida de refugiados. No bajo mi mando¡±, enfatiza Trump
La separaci¨®n de los ni?os de sus padres sin papeles al cruzar la frontera de Estados Unidos, una medida decidida por el presidente, Donald Trump, ha desatado un alud de cr¨ªticas de la clase pol¨ªtica (tanto dem¨®cratas como notables republicanos) y un rechazo frontal de Naciones Unidas. El mandatario, que hace bandera de su cruzada contra la inmigraci¨®n irregular, insisti¨® este lunes en la l¨ªnea dura. ¡°Estados Unidos no ser¨¢ un campo de migrantes, no ser¨¢ un centro de acogida de refugiados. No bajo mi mando¡±, enfatiz¨®.
Bajo el mandato de la ¡°tolerancia cero¡±, el Gobierno de EE UU ordena desde la primavera que todo aquel que trate de entrar en el pa¨ªs de forma ilegal debe ser procesado. En tanto que los menores no pueden entrar en las prisiones de adultos, son separados de sus familiares y recluidos en otros centros. Casi 2.000 ni?os han sido separados de sus familias en tan solo seis semanas buscando un efecto disuasorio ante quienes planean entrar.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra¡¯ad al-Hussein, calific¨® este lunes de ¡°abuso infantil¡± esta pr¨¢ctica y a?adi¨®: ¡°La idea de que cualquier Estado intente disuadir a los padres infligiendo tal abuso en los ni?os es inadmisible¡±.
Jeb Bush, excandidato presidencial republicano, abund¨® en que los ni?os ¡°no deber¨ªan utilizarse como instrumento de negociaci¨®n¡± y pidi¨® al Gobierno que acabe con esta pol¨ªtica ¡°sin coraz¨®n¡±. ¡°El Congreso deber¨¢ llegar a un acuerdo sobre inmigraci¨®n que reforme el sistema de asilo, refuerce la seguridad y abra un camino para la ciudadan¨ªa de los dreamers [so?adores]¡±, los migrantes que llegaron sin papeles siendo ni?os y han crecido en EE UU, a?adi¨®.
Pero Trump negocia con rehenes. Como ha hecho con los dreamers, utiliza la separaci¨®n de los padres como mecanismo de presi¨®n contra los dem¨®cratas ¡ªy los propios republicanos¡ª para forzarles a una nueva legislaci¨®n migratoria que, adem¨¢s de ser m¨¢s restrictiva, incluya fondos para el muro con M¨¦xico. El mandatario espera que sus arengas contra la entrada irregular de extranjeros le reporte la popularidad que ya cosech¨® con este discurso en la carrera presidencial.
La cuesti¨®n es si est¨¢ apretando demasiado las tuercas y tocando una fibra demasiado sensible. La entrada en escena de una ex primera dama republicana como Laura Bush puede dar que pensar a muchos miembros del partido que en noviembre se juegan un esca?o en la renovaci¨®n parcial del Congreso. La esposa de George W. Bush public¨® el domingo en The Washington Post un art¨ªculo muy duro contra la pol¨ªtica de Trump. ¡°Vivo en un Estado lim¨ªtrofe [Texas]. Valoro la necesidad de proteger y hacer cumplir la ley en nuestros fronteras internacionales, pero esta tolerancia cero es cruel. Es inmoral. Y me rompe el coraz¨®n¡±, escribi¨®.
Su marido, el expresidente George W. Bush, se enfrent¨® a repuntes de migraci¨®n irregular y reforz¨® la persecuci¨®n de sin papeles con un programa en 2005 que inclu¨ªa procesamientos y acelerar las deportaciones, pero los adultos con ni?os sol¨ªan beneficiarse de excepciones. El dem¨®crata Barack Obama se sirvi¨® de ese programa, aunque lo suaviz¨®. Ninguno de los dos llev¨® a la pr¨¢ctica la separaci¨®n de familias.
Muchos republicanos, aparte de los Bush, han levantado la voz contra esta medida, desde Paul Ryan a Susan Collins, pasando por John McCain y otros muchos otros. Incluso la primera dama, Melania Trump, que rompi¨® el domingo su habitual silencio para pronunciarse a trav¨¦s de su portavoz con un doble mensaje en el que se desmarc¨® de la pol¨ªtica del presidente, pero tambi¨¦n inst¨® por igual a los dos partidos a lograr una ¡°reforma migratoria satisfactoria¡±. ¡°Necesitamos ser un pa¨ªs que siga todas las leyes, pero tambi¨¦n un pa¨ªs que gobierne con el coraz¨®n¡±, afirm¨®.
La Casa Blanca pone la responsabilidad en el Congreso. Los republicanos han preparado un borrador de legislaci¨®n que no solo pone negro sobre blanco la mano dura defendida por Trump para la inmigraci¨®n irregular, sino que tambi¨¦n pretende poner coto a las entradas legales.
El presidente no ha dejado clara a¨²n su opini¨®n al respecto, pero en su punto de mira figura desde el principio la gran promesa de su campa?a electoral en 2016: un muro en M¨¦xico que requiere un presupuesto de 25.000 millones de d¨®lares.
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