El l¨ªder de los conservadores franceses destituye a la ¡®n¨²mero dos¡¯ e impone su l¨ªnea dura

La derecha en Francia muestra signos crecientes de tensi¨®n. Debilitada por la derrota humillante en las elecciones presidenciales de 2017 y por la victoria de Emmanuel Macron, hoy afronta otra amenaza: la tentaci¨®n del nacional-populismo hoy triunfante en algunos pa¨ªses de Europa.

Las diferencias en la c¨²pula de Los Republicanos han estallado con la destituci¨®n de su n¨²mero dos, la moderada Virginie Calmels, cr¨ªtica con la ret¨®rica del presidente del partido, Laurent Wauquiez con la inmigraci¨®n, la delincuencia y el terrorismo. "Es exactamente la ret¨®rica de quienes usan el miedo para ganar elecciones. Y, adem¨¢s, no se pueden reducir los problemas de Francia ¨²nicamente a estas cuestiones", dijo Calmels el domingo en una entrevista al diario Le Parisien.

Con la marcha de Calmels, se impone la l¨ªnea de Wauquiez, ante la preocupaci¨®n de muchos dirigentes y votantes por la suerte de un partido que, en sus sucesivas metamorfosis, ha vertebrado la V Rep¨²blica francesa. Los partidarios de Wauquiez aluden a la falta de lealtad de Calmels como motivo de su cese, m¨¢s que la ideolog¨ªa. Su sustituto, el alcalde de la poblaci¨®n mediterr¨¢nea de Antibes, Jean Leonetti, procede de la ¨®rbita moderada.

Los Republicanos aparecen hoy como un partido desorientado, incapaz de superar el fracaso en las ¨²ltimas presidenciales. Su l¨ªder est¨¢ atrapado entre dos pol¨ªticos que intentan comerle terreno. A su izquierda, el propio Macron, que ha integrado en su gobierno a pol¨ªticos de peso procedentes de Los Republicanos?¡ªentre ellos el primer ministro y el ministro de Econom¨ªa¡ª y en la pr¨¢ctica gobierna con una pol¨ªtica de centro-derecha. A su derecha, el l¨ªder de Los Republicanos compite con el Frente Nacional de Marine Le Pen, ahora rebautizado como Reagrupamiento Nacional, un cambio de nombre que, entre otros objetivos, persigue abrir al viejo partido ultra a votantes de la derecha tradicional, los mismos que deber¨ªan ser votantes naturales de Los Republicanos.

La soluci¨®n de Wauquiez, elegido en diciembre de 2017, podr¨ªa haber sido acercarse al centro-derecha, pero este espacio lo ocupa Macron. Tampoco parece buscar el ¡®rassemblement¡¯ o ¡®reagrupamiento¡¯, palabra fetiche en la pol¨ªtica francesa, es decir, la uni¨®n de todas las derechas republicanas, que siempre fue la f¨®rmula de ¨¦xito para la victoria, desde el presidente Jacques Chirac a Nicolas Sarkozy. No, Wauquiez ha entendido que, en el momento nacional-populista, era el momento de girar a la derecha y competir ¡ªno s¨®lo en materia de inmigraci¨®n, sino tambi¨¦n europea¡ª por los votantes del Frente Nacional.

As¨ª se explican las tensiones crecientes entre ¨¦l y su n¨²mero dos, Calmels, una exdirectiva de la empresa audiovisual Endemol y n¨²mero dos en la alcald¨ªa de Burdeos del veterano Alain Jupp¨¦, l¨ªder del ala moderada de Los Republicanos y mentor del primer ministro de Macron, ?douard Philippe. En los ¨²ltimos d¨ªas, Calmels hab¨ªa repetido las cr¨ªticas a Wauquiez. ¡°Quiere imponer s¨®lo su l¨ªnea, pero no creo que sea el mensaje correcto¡±, dijo en Le Parisien.

Calmels reprochaba a Wauquiez la publicaci¨®n de un folleto del partido titulado ¡°Para que Francia siga siendo Francia¡±, donde se retomaban ideas sobre la inmigraci¨®n o la seguridad pr¨®ximas a las del Frente Nacional. La entrevista precipit¨® su destituci¨®n, la evidencia de que las turbulencias de la derecha tradicional europea tampoco dejan indemne a la francesa.