Alinearse: por Europa o contra Europa
Europa avanza en un ambiente envenenado hacia su descomposici¨®n si no se paran los pies a racistas
El 15 de mayo de 2017, la canciller Angela Merkel y el entonces reci¨¦n elegido presidente de Francia, Emmanuel Macron, se conjuraron en Berl¨ªn para refundar Europa. Solo un a?o despu¨¦s, por el contrario, la oleada de insolidaridad y neofascismo ha arrastrado al continente a otro abismo que pone en riesgo los valores fundacionales de la Uni¨®n. Ha llegado el momento de que cada pa¨ªs se defina y aclare si respeta o no esos principios. Fue el mensaje m¨¢s claro de Macron tras su reuni¨®n con la debilitada Merkel en el castillo de Meseberg.
La gravedad es de tal nivel que han quedado minusvalorados los acuerdos para reformar la zona euro debido a que Europa avanza en un ambiente envenenado hacia su descomposici¨®n si no se paran los pies a racistas y xen¨®fobos. ¡°Es una elecci¨®n de civilizaci¨®n¡±, ha advertido Macron ante la canciller.
En efecto. No es la civilizaci¨®n europea consagrada en los tratados y en la Carta de Derechos la que se ve estos d¨ªas. No la representa el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, cuando se ufana de no acoger a n¨¢ufragos o cuando propone un registro de gitanos. Ni los mandatarios de pa¨ªses del Este cuando se niegan a cualquier reparto solidario de extranjeros huidos de las guerras y el hambre. El Aquarius les ha puesto en su sitio .
En el comunicado franco-alem¨¢n tras el encuentro bilateral, se recuerda que el Tratado de la Uni¨®n Europea ¡ªparece que lo han olvidado bastantes l¨ªderes actuales en el continente¡ª fija como valores de Europa el respeto a la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad y los derechos humanos. O sea, todo lo que hoy est¨¢ en entredicho en media Europa. Por todo ello, esta pugna ideol¨®gica que ya llega demasiado lejos pone en peligro el proyecto mismo de construcci¨®n europea.
La canciller es la ¨²ltima v¨ªctima, porque hasta los partidos tradicionales juegan con el fuego de pol¨ªticas xen¨®fobas para frenar el avance de la ultraderecha. Es lo que ha hecho la CSU al dar un ultim¨¢tum a su socia Merkel: o llega a un acuerdo sobre migraci¨®n en la cumbre europea de fin de mes o su ministro del Interior, Horst Seehofer, cerrar¨¢ las fronteras.
Es decir, que los democristianos prefieren que caiga Merkel, y con ella el proyecto de reformar la UE con su aliado Macron, antes que juegar con supuestas desventajas y perder esca?os ante la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en las elecciones de octubre en Baviera, donde Seehofer controla la CSU.
Con esta crisis, Europa ha tocado fondo. Con el presidente Macron a la cabeza, la b¨²squeda de un acuerdo de m¨ªnimos en la pr¨®xima cumbre podr¨¢ salvar a Merkel, pero no frenar¨¢ el avance de los neofascistas hacia una Europa que nada tiene que ver con la que so?aron sus fundadores. Esa en la que creen los dem¨®cratas, todav¨ªa en mayor¨ªa. Es hora de alinearse.
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