¡°M¨¦xico descubri¨® el ¨¦xito del fracaso y lo convirti¨® en forma institucional¡±
El acad¨¦mico publica en 'Paseos por la calle de la amargura' cr¨®nicas sobre literatura y pol¨ªtica mexicana
Guillermo Sheridan (Ciudad de M¨¦xico, 1950) lleva 40 a?os escribiendo cr¨®nicas sobre los libros que lee, la ciudad que habita y la pol¨ªtica que padece.?Paseos por la calle de la amargura (Debate, 2018) recorre las pasiones y aversiones de este catedr¨¢tico especializado en poes¨ªa mexicana moderna que prob¨® suerte en la ficci¨®n con una s¨¢tira sobre un corrupto l¨ªder sindical (El dedo de oro). En las p¨¢ginas de este volumen se discute lo mismo sobre el distanciamiento entre Octavio Paz y Carlos Fuentes tras la matanza de 1971, conocida como el Halconazo, que las corruptelas del exgobernador Javier Duarte, del PRI. Sheridan tambi¨¦n retrata sin solemnidad la figura de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, un personaje con quien no comulga a pesar de identificarse como un simpatizante de izquierdas y quien podr¨ªa convertirse en presidente de M¨¦xico en los pr¨®ximos d¨ªas. El autor da esta entrevista v¨ªa telef¨®nica desde su casa en Austin (Texas).?
Pregunta. ?Considera usted la iron¨ªa como una herramienta indispensable??
Respuesta. No es una opci¨®n. Es una forma de defensa personal. ?Usted ha visto c¨®mo la gente en M¨¦xico se r¨ªe cuando se cae? Bueno, es una manera mexicana. Es un recurso efectivo frente al absurdo de la vida. No es que yo practique el humor y la iron¨ªa. Son ellos los que me atacan y me abruman. Si vas por la calle y hay 500 p¨®sters con las caras de se?ores y se?oras que quieren ser diputados y te ense?an los dientes y piensas que eso est¨¢ pagado con nuestro dinero pues yo no veo en eso humor. Lo ¨²nico que hago es contarlo. Si resulta adem¨¢s gracioso, pues ya es otra cosa.?
P. ?Ha desarrollado en estos 40 a?os alguna teor¨ªa sobre el poder en M¨¦xico??
R. Una vez tuve una teor¨ªa. Mi teor¨ªa es que en M¨¦xico es mejor que las cosas no funcionen a que s¨ª funcionen. Digamos, por ejemplo, un campesino es m¨¢s productivo si es improductivo. La productividad genera, por ejemplo, chilacayotes. Pero la improductividad, el campesino que quiere sembrar los chilacayotes, comienza a convertirse en una entidad generadora de utilidad pol¨ªtica. La improductividad genera secretar¨ªas de Estado, confederaciones nacionales campesinas, l¨ªderes campesinos, diputados, senadores y toneladas de presupuesto para arreglar el problema del chilacayote. La teor¨ªa podr¨ªa decir que M¨¦xico descubri¨® el ¨¦xito del fracaso y lo convirti¨® en una forma institucional de funcionar.?
P. ?C¨®mo vio la campa?a??
R. Tengo la impresi¨®n de que hubo pocas ideas y demasiado ruido. Las nueces se cuentan con los dedos de una mano y el alboroto, en cambio, es una catarata de decibeles imparable. No hay entusiasmo de mi parte por un solo aspecto de la campa?a. S¨¦ que estamos viviendo amargos y tiempos atroces. Me hubiera gustado escuchar que alg¨²n candidato explicase con contundencia la importancia de acatar los principios de la ley y detener la impunidad. Si la corrupci¨®n, si la violencia gansteril y el crimen organizado florecen como lo hacen es porque la tierra b¨¢sica de la maceta mexicana est¨¢ hecha de impunidad y de irrelevancia de la ley. En fin, me hubiera gustado o¨ªr las tres palabras sagradas que podr¨ªan inaugurar un cambio en M¨¦xico: educaci¨®n, educaci¨®n y educaci¨®n. Pero lamentablemente han convertido el problema, con la reforma educativa, en uno pol¨ªtico y no de moral p¨²blica.?
Me da mucha pena que un personaje como L¨®pez Obrador se haya alzado con la representatividad de la izquierda
P. Dedica buena parte de su libro a L¨®pez Obrador. ?Qu¨¦ opina de ¨¦l??
R. Hay que esperar que prevalezca el lado de Lopez Obrador que, m¨¢s all¨¢ de su pragmatismo y de su inter¨¦s personal, se pueda convertir en algo positivo para M¨¦xico. Ojal¨¢. A m¨ª no me cae bien. No es una persona por la que vaya a votar. Ha creado un Frankenstein hecho de partes, de pedazos m¨¢s o menos pegoteados y no se sabe muy bien cu¨¢l de esos pedazos va a prevalecer sobre el siguiente. No se sabe si van a prevalecer los moderados de su equipo o los duros, que son quienes pueden poner gente en la calle. No estoy seguro de que tener a un ej¨¦rcito de muchachos que van a recibir una mesada sea una muy buena idea. Ya se trata de ver y entender que esos muchachos estar¨¢n dispuestos a cualquier cosa para mantener su salario. Me da mucha pena que un personaje as¨ª se haya alzado con la representatividad de la izquierda. Eso me parece triste.
P. ?Le preocupa el giro que M¨¦xico parece estar dispuesto a dar??
R. S¨ª, me parece preocupante. No me parece nada bien que se eche atr¨¢s la reforma educativa. Me parece p¨¦simo que se vaya a consolidar el corporativismo, que se vaya a reconocer como mexicanos de excepci¨®n a los l¨ªderes de los sindicatos corruptos. Una neopol¨ªtica en la que el Estado va a obstinarse en tener mayor presencia en la administraci¨®n de la econom¨ªa, en la creaci¨®n de corporaciones, en el uso del patrimonialismo social que ha sido tan dado siempre del PRI. Todas las se?ales son que eso va a volver y es preocupante.?
P. Cita en su libro un texto de Octavio Paz publicado en?Plural en 1972 en el que fijaba la postura de los intelectuales en el Gobierno de Luis Echeverr¨ªa. El escritor afirmaba que el sistema pol¨ªtico mexicano estaba en quiebra. ?No cree que la frase sigue teniendo vigencia??
R. La crisis mexicana es vieja, revolvente. Hay c¨ªnicos que dicen que M¨¦xico est¨¢ en crisis desde hace como 600 a?os y lo ¨²nico que hace es amainar o atizarse. S¨ª creo que el desastre de la transici¨®n al PAN, la incapacidad del PAN para demostrar la complejidad del pa¨ªs sumado al franco deterioro de las formas de convivencia que signific¨® el Gobierno de Pe?a Nieto --la corrupci¨®n rampante, la verg¨¹enza de los?gomierdadores, como los llamo, han producido un ambiente general de incomodidad y de disgusto que es parte consustancial a la crisis mexicana. Ahora, para tratar de paliar esa crisis, vamos a echar un volado que yo no estoy muy seguro de que vaya a caer en la cara correcta de la moneda. Es muy dif¨ªcil hablar de c¨®mo salir de la crisis y c¨®mo administrarla cuando se ha convertido en una especie de segunda naturaleza que los mexicanos llevamos.
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