Un famoso ladr¨®n franc¨¦s escapa de una c¨¢rcel cercana a Par¨ªs en un helic¨®ptero
Tres hombres fuertemente armados ayudan a evadirse de prisi¨®n a Redoine Fa?d, un reo condenado a 25 a?os. El fugado tiene un amplio historial delictivo y ya protagoniz¨® otra huida en 2013
Redoine Fa?d era considerado hasta este domingo como un atracador profesional. Era su carta de presentaci¨®n. Su reputaci¨®n era tal que hab¨ªa escrito un libro titulado Braqueur (Atracador), que hab¨ªa promocionado con entrevistas en televisi¨®n y le hab¨ªa dado cierta fama. Era una peque?a celebridad en la cr¨®nica negra francesa. Ahora tambi¨¦n podr¨¢ poner en su tarjeta de visita ¡°profesional de la evasi¨®n¡±.
Fa?d, de 46 a?os, se escap¨® el domingo de una prisi¨®n cerca de Par¨ªs, su segunda evasi¨®n en cinco a?os. El m¨¦todo fue a¨²n m¨¢s vistoso que en la anterior, cuando tom¨® varios rehenes y revent¨® cinco puertas con explosivos en una prisi¨®n de Lille, en el norte del pa¨ªs. Esta vez, huy¨® en helic¨®ptero. La operaci¨®n dur¨® unos pocos minutos. Cont¨® con tres c¨®mplices. No hubo heridos.
Quedan por conocer algunos detalles de la evasi¨®n del centro de R¨¦au, al sur de la capital francesa, y el pr¨®fugo sigue en paradero desconocido. Pero lo que se conoce ser¨ªa suficiente para escribir la sinopsis de una de esas pel¨ªculas de g¨¢nster a las que Fa?d es adicto, y que, seg¨²n ha contado, le dieron ideas para su carrera criminal.
Eran las 11.15 cuando un helic¨®ptero aterriz¨® en el patio de la prisi¨®n, seg¨²n testigos citados por los medios franceses. Transportaba a los c¨®mplices, que antes hab¨ªan secuestrado el aparato en un aer¨®dromo de la regi¨®n y obligado al instructor a llevarles a su destino. Dos miembros del comando se bajaron del helic¨®ptero y forzaron la entrada del locutorio donde en aquel momento Fa?d hablaba con su hermano. Iban encapuchados y armados con fusiles.
Todos fue r¨¢pido. ¡°La evasi¨®n dur¨® s¨®lo unos minutos¡±, dice un comunicado del Ministerio de Justicia. En seguida el helic¨®ptero se hab¨ªa marchado, con Fa?d dentro. El aparato qued¨® abandonado a 60 kil¨®metros de la prisi¨®n, al norte de Par¨ªs. All¨ª los asaltantes y el evadido soltaron al piloto, y huyeron en un veh¨ªculo por la autopista A-1.
La ministra de Justicia, Nicole Belloubet, se desplaz¨® al lugar de los hechos, y explic¨® que hace unos meses los funcionarios vieron unos drones sobrevolando el lugar. Pudieron servir para preparar la acci¨®n. Casi 3.000 agentes est¨¢n movilizados para encontrar a los fugitivos, seg¨²n fuentes policiales citadas por Le Figaro.
Redoine Fa?d acababa de ser condenado a 25 a?os de prisi¨®n por un atraco en 2010 en el que muri¨® una polic¨ªa de 26 a?os. Tambi¨¦n hab¨ªa sido condenado a 10 a?os por la evasi¨®n de la prisi¨®n de Lille en 2013 y a 18 por un asalto a furg¨®n blindado, una de sus especialidades. ¡°Lo m¨¢ximo¡±, dijo una vez en una entrevista.
La publicaci¨®n de su libro en 2010, cuyo t¨ªtulo completo era Atracador. Del extrarradio al gran bandidismo, le permiti¨® pavonearse por los medios de comunicaci¨®n. Explicaba que deseaba pasar p¨¢gina y que no hab¨ªa nada m¨¢s lejos de su intenci¨®n que hacer apolog¨ªa de la delincuencia.
El periodista J¨¦r?me Pierrat, que coescribi¨® el libro con Fa?d, lo retrata en una entrevista en Le Parisien como un mit¨®mano, un chaval de barrio intoxicado por la ficci¨®n, criado en una familia de 11 hermanos, delincuente precoz que a los 18 a?os ya atracaba bancos.¡°Sus primeros golpes incluso se inspiraron en pel¨ªculas¡±, dice Pierrat. ¡°Se habla mucho de Heat, de Michael Mann, pero ¨¦l me dec¨ªa que su preferida era El solitario, del mismo realizador, la historia de un ladr¨®n. Y tambi¨¦n est¨¢ Reservoir Dogs de Tarantino¡±. Pierrat y otras personas que lo entrevistaron lo describen tambi¨¦n como alguien muy inteligente, un seductor nato. ¡°Todo lo opuesto al arquetipo del g¨¢nster soci¨®pata, lo cual le hac¨ªa popular con los vigilantes de la prisi¨®n¡±, seg¨²n el citado periodista.
M¨¢s all¨¢ de la mitoman¨ªa ¡ªla del criminal y la de sus glosadores¡ª, la nueva evasi¨®n deja en mala posici¨®n a las autoridades penitenciarias. El escritor, como le llamaban algunos, les ha vuelto a burlar. La vez anterior le encontraron unas semanas despu¨¦s en un motel. Al nuevo cap¨ªtulo le falta la conclusi¨®n.
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