La derrota del Frente acelera la recomposici¨®n de la derecha mexicana

Por M¨¦xico al Frente, la improbable coalici¨®n de las dos fuerzas tradicionales de izquierda y derecha mexicana, naci¨® como una pasarela electoral para aupar hasta la cima a su candidato: Ricardo Anaya, un pol¨ªtico meteorito de 39 a?os que ha ido asaltando en tiempo r¨¦cord todas las esferas de poder dentro de la coalici¨®n y de su partido, el PAN ¨Cderecha¨C, dejando en la orilla un reguero de cad¨¢veres y enemigos. Frustrado el objetivo de alcanzar la silla presidencial, se abre un abismo en la derecha mexicana.

Nadie se ha pronunciado todav¨ªa sobre el rumbo a seguir despu¨¦s de la debacle. A treinta puntos de L¨®pez Obrador, el resultado de los comicios del domingo cae por debajo de la peor cifra hist¨®rica registrada en 1994 por Diego Fern¨¢ndez de Cevallos. ¡°En la agenda con la que disentimos el nuevo presidente encontrar¨¢ una oposici¨®n tan firme y frontal como institucional y democr¨¢tica. Nadie puede ni debe rendirse. Sigamos con la frente en alto¡±, dijo el propio Anaya en domingo desde la sede de la formaci¨®n, reconociendo la derrota apenas una hora despu¨¦s de que cerraran todas las casillas del pa¨ªs.

La aventura del Frente comenz¨® en octubre del a?o pasado, cuando las c¨²pulas del PAN, conservador, Movimiento Ciudadano, fundado por un expriista, y las ruinas del izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), decidieron aunar fuerzas bajo una ¨²nica premisa: conquistar la Presidencia en tiempos de quiebra del sistema de partidos requer¨ªa de una nueva marca electoral.

La palanca que deb¨ªa detonar los apoyos electorales m¨¢s all¨¢ de la te¨®rica incompatibilidad ideol¨®gica era encarnar la renovaci¨®n pol¨ªtica, subirse a la ola de cambio que recorre a un pa¨ªs hastiado por graves problemas institucionales. Unas taras representadas esta legislatura por el retorno del PRI que prometi¨® una limpieza a fondo, pero que ha acabado tropezando con la misma piedra y hundi¨¦ndose en una nueva crisis existencial. Los sondeos apuntaban a que casi tres cuartas partes del electorado no votar¨ªa por el partido en el Gobierno y su candidato, Jos¨¦ Antonio Mead, apenas ha logrado el 15% de los votos.

¡°La ciudadan¨ªa quer¨ªa un cambio y eligi¨® a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador¡±, reconoci¨® el domingo Anaya, que no ha sido capaz de capitalizar el hartazgo ciudadano con la violencia, la corrupci¨®n, la impunidad o la desigualdad. Truncado el objetivo ¨Cen los comicios locales tampoco han salido mejor parados: han conquistado tres de nueve Estados en liza¨C, las voces que durante toda la compa?a han advertido que no tiene sentido mantener el Frente si se perd¨ªan las elecciones sonar¨¢n con m¨¢s fuerza. Desde los siete de los 12 gobernadores del PAN que la semana pasada lanzaron el guante a L¨®pez Obrador, a los cuadros de la formaci¨®n derechista que claman por una refundaci¨®n del partido.

¡°Est¨¢n en muy malas condiciones. Su situaci¨®n es de diagn¨®stico reservado. Es muy posible que Anaya se empe?e en quedarse con el partido. Por otro lado, tambi¨¦n es probable que los Calder¨®n intenten recuperarlo. La derrota es intensa y existe un fuerte conflicto interno¡±, apunta Soledad Loaeza, profesora Investigadora del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de M¨¦xico.

La posici¨®n de Anaya al frente del partido es delicada. Desde su ascenso torciendo la mano de su antecesor, Gustavo Madero; a sus enfrentamientos frontales con poderosos cuadros como el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, quien le ha acusado de ¡°soberbia infinita¡±; o el choque m¨¢s sonado, con Margarita Zavala, la esposa del ex presidente Felipe Calder¨®n, que deriv¨® en una ruptura con el calderonismo, la precipitada salida de Zavala tras m¨¢s de 33 a?os de militancia en el partido y su postulaci¨®n como candidata independiente a las presidenciales. Este mismo lunes, en plena resaca electoral, Zavala ha declarado que pretende armar una formaci¨®n pol¨ªtica paralela al PAN y plantar cara a la nueva hegemon¨ªa de L¨®pez Obrador.

¡°Hay un sector del electorado muy enojado ¨Ca?ade Loaeza¨C con el ascenso de Morena. Lo que podemos ver a partir de ahora es un nuevo PAN que intente fortalecer sus posiciones en base a la derrota. Un derecha m¨¢s moderna y agresiva, alejada de la democracia cristiana que ya dej¨® muy debilitada Calder¨®n, y que aglutine a derechas diversas¡±.?