Ecuador ordena poner los apellidos de dos madres a una ni?a de siete a?os
Satya naci¨® y creci¨® en una familia conformada por dos mujeres, pero seg¨²n el Registro Civil oficialmente solo era hija de una madre soltera
Satya, de siete a?os, naci¨® y creci¨® en una familia conformada por dos mujeres. Seg¨²n el Registro Civil ecuatoriano, solo era oficialmente hija de una madre soltera y solo deb¨ªa llevar sus apellidos. Por eso, ha pasado sus primeros a?os en un limbo de identidad que resolvi¨® el pasado 29 de mayo la m¨¢xima instancia de Justicia ecuatoriana, que le asign¨® ambos apellidos. Su historia marca un hito en los avances de los derechos LGTBI en Ecuador e impedir¨¢ que su hermano menor pase por las mismas contradicciones impuestas desde el Estado.
Desde que Satya naci¨®, ha vivido en un mundo de contradicciones. Una decisi¨®n del Registro Civil ecuatoriano, ahora rebatida por la Corte Constitucional, le impuso una existencia que no correspond¨ªa con la realidad. Satya naci¨® y vive en Ecuador, pero su pasaporte dice que es ciudadana de Reino Unido, como sus madres.
El mismo ¨®rgano reconoc¨ªa solo los apellidos de una de sus madres
Hace siete a?os, Helen Bicknell y Nicola Rothon tuvieron a Satya gracias a un proceso de reproducci¨®n asistida. Nicola es la madre biol¨®gica y Helen la otra madre. Para la Constituci¨®n ecuatoriana, ambas pod¨ªan conformar una familia, sin ninfuna diferencia con las tradicionalmente reconocidas formadas por un padre y una madre, pues la m¨¢xima norma del pa¨ªs reconoce a la familia en ¡°sus diversos tipos¡±, seg¨²n el art¨ªculo 67. Pero para el Registro Civil, solo Nicola pod¨ªa darle los apellidos a la ni?a. Helen quedaba fuera del n¨²cleo familiar. Y, con ella, el terreno en el que viven y en el que instalaron el negocio de agricultura ecol¨®gica con el que subsisten, el derecho de la peque?a a beneficiarse de su seguridad social, el reconocimiento de su maternidad para que la ni?a no quedara hu¨¦rfana en caso de perder a su madre biol¨®gica y otro sinn¨²mero de prerrogativas.
¡°Esta batalla legal fue muy personal. Desde mi perspectiva como madre no biol¨®gica, hacer lo que el Registro Civil dec¨ªa me dejaba en una posici¨®n vulnerable¡±, reclama Helen, con un espa?ol impecable salpicado de acento brit¨¢nico, a sabiendas de que la decisi¨®n de la Corte va m¨¢s all¨¢ de su caso y sienta un precedente para que las instituciones de Ecuador no vulneren en el futuro los derechos de la familia ni del colectivo LGTBI. La sentencia incluye, entre otros mandatos, unas disculpas p¨²blicas del Registro Civil, una orden para capacitar a los funcionarios p¨²blicos y evitar que vuelvan a incumplir la disposici¨®n constitucional y una tarea para que los legisladores regulen la reproducci¨®n asistida en el pa¨ªs.
Indefensi¨®n
¡°Lo que dijo el Registro Civil, en su d¨ªa, es que no pod¨ªa aplicar los preceptos constitucionales porque no estaban aterrizados en la realidad con normas secundarias. Su argumento fue bastante legalista: ¡®Mientras no se regule esa ley, no pod¨ªan hacer nada¡±, explica el abogado Jos¨¦ Guerra, de la Defensor¨ªa del Pueblo, que llev¨® el caso junto a su colega Carla Pati?o. El argumento de la contradicci¨®n entre la Constituci¨®n de 2008 y el Reglamento del Registro Civil de 1990 no justificaba la situaci¨®n de indefensi¨®n en que qued¨® la familia, seg¨²n la Justicia. ¡°La Corte dijo que el Registro deb¨ªa haber aplicado la Constituci¨®n directamente¡±, precisa el abogado acerca de la acci¨®n extraordinaria de protecci¨®n que presentaron y ganaron Helen y Nicola para que sus hijos llevaran un apellido de cada una.
Las dos mujeres brit¨¢nicas de 40 a?os, que son pareja desde sus 18, ya intu¨ªan que podr¨ªan encontrarse con alg¨²n inconveniente al inscribir a sus hijos. Por eso, se asesoraron antes de formalizar el nacimiento. Y cuando el Registro Civil le neg¨® los dos apellidos a Satya, acudieron a la Defensor¨ªa del Pueblo que inici¨® acciones legales.
Para las instituciones de Ecuador, Satya solo existe como menor extranjera residente con visa de amparo, pese a haber nacido en Pichincha, la provincia donde est¨¢ la capital. Y si tiene esa visa es gracias a que el pa¨ªs de origen de sus madres, Reino Unido, reconoci¨® a la familia, le dio los dos apellidos a la ni?a y le entreg¨® un pasaporte de ciudadana brit¨¢nica. Con eso consiguieron la residencia para Satya. La historia se repiti¨® con su hermano de dos a?os.
Todas estas circunstancias, injusticias denunciadas por sus madres con el apoyo legal de la Defensor¨ªa, empezaron a desvanecerse hace un mes cuando la Corte Constitucional de Ecuador rebati¨® la decisi¨®n del Registro Civil y le orden¨® acatar literalmente la Constituci¨®n e inscribir a Satya con un apellido de cada madre. La familia a¨²n no ha realizado el tr¨¢mite porque piensan hacerlo en combo. Helen y Nicola solicitar¨¢n la c¨¦dula de identidad ecuatoriana para Satya y para su hermano Arundel a la vez, y si no la obtienen para los dos, volver¨¢n a los tribunales.
Lo que quieren, insiste Helen, es que las instituciones reconozcan la vida normal que lleva su familia pese a las contradicciones formales. ¡°La sentencia no ha cambiado nada. En lo cotidiano, no hemos cambiado. Los ni?os son ni?os y nosotros una familia. A Satya siempre le hemos ense?ado que lleva nuestros apellidos y que tiene dos madres¡±, aclara Helen, a la espera de que un papel lo haga todo oficial.
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