La oposici¨®n venezolana sufre un nuevo apag¨®n pol¨ªtico
El Frente Amplio y la MUD siguen ausentes del debate cotidiano, mientras escalan las protestas y se precipita la crisis
Seis semanas despu¨¦s de que se celebraran los comicios presidenciales organizados por Nicol¨¢s Maduro para reelegirse en el poder, que han sido cuestionados por fraudulentos por la comunidad internacional, la oposici¨®n pol¨ªtica venezolana atraviesa un nuevo periodo de oscuridad y extrav¨ªo. Sus dirigentes m¨¢s esclarecidos hicieron reiterados llamados ¡ªque fueron o¨ªdos¡ª para que la poblaci¨®n no concurriera a votar en aquella cita. Consumada la proclamaci¨®n de Maduro, los partidos opositores y sus plataformas colectivas de funcionamiento quedaron sumergidas en un enigm¨¢tico silencio.
Mientras tanto, la crisis econ¨®mica se agrava a una velocidad desconcertante, el deterioro social sigue avanzando y los mandos chavistas, acorralados tambi¨¦n, pero finalmente en el Gobierno, trabajan de forma apresurada para consolidarse indefinidamente en el poder. La Asamblea Constituyente, organismo creado por el chavismo a la fuerza para sustituir al Legislativo en 2017, tiene una comisi¨®n especial trabajando en la redacci¨®n de una nueva Constituci¨®n, y que probablemente ser¨¢ sometida a una consulta p¨²blica apoy¨¢ndose en sus controvertidos m¨¦todos electorales.
En este momento, dos de los instrumentos por excelencia de la disidencia venezolana para enfrentar y derrotar al Maduro conocen una severa crisis de funcionamiento y cr¨¦dito pol¨ªtico. La Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD), que agrupa en coalici¨®n a los partidos opositores m¨¢s importantes ¡ªPrimero Justicia, Acci¨®n Democr¨¢tica, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo¡ª, ha pasado semanas dise?ando nuevas instancias de funcionamiento e interacci¨®n, que, sin embargo, no encuentran ning¨²n eco en la calle. Persisten diferencias importantes en relaci¨®n el poder de veto que ejercen los partidos m¨¢s grandes en detrimento de las organizaciones m¨¢s peque?as y sus dirigentes no terminan de ponerse de acuerdo sobre la persona que deber¨¢ ejercer la Secretar¨ªa Ejecutiva y cu¨¢les ser¨¢n sus nuevas atribuciones.
Hace pocas semanas se hab¨ªa pactado el apoyo a Ram¨®n Guillermo Aveledo, pol¨ªtico e intelectual que goza de autoridad y respeto. Aveledo ya ocup¨® el cargo en el pasado y es uno de los pocos dirigentes considerado capaz de acoplar procedencias, estilos y objetivos divergentes. El pol¨ªtico hab¨ªa puesto algunas condiciones para asumir el cargo, que no pudieron ser cumplidas cabalmente y el acuerdo no pudo cerrarse.
Los desacuerdos llevan tiempo y han llevado a algunos de estos dirigentes a organizar otras instancias. Mar¨ªa Corina Machado, conocida por su postura intransigente, organiz¨® un nuevo frente llamado Soy Venezuela. En el otro extremo del arco pol¨ªtico, el excandidato Henri Falc¨®n y el resto de los actores que decidieron acompa?arlo el pasado 20 de mayo anunciaron la creaci¨®n de la Concertaci¨®n por el Cambio. Los partidos opositores venezolanos est¨¢n expresados entonces, no en uno, sino en tres frentes para enfrentar al Gobierno de Maduro, aunque la MUD sigue siendo considerablemente m¨¢s grande que los otros dos.
Por otro lado, el Frente Amplio por una Venezuela Libre, ideado por la MUD, f¨¦rula que agrupa, junto a los pol¨ªticos, a las organizaciones civiles, sociales, religiosas y acad¨¦micas de la sociedad democr¨¢tica venezolana, tambi¨¦n atraviesa un particular estado de postraci¨®n. Se trata de una instancia que en teor¨ªa es muy necesaria en un momento tan comprometido para el Estado de derecho, pero por alguna raz¨®n sus decisiones no logran hacer combusti¨®n con el sentir de la gente en la calle.
En el Frente Amplio persisten desacuerdos sobre la relaci¨®n que deben tener estos actores de la sociedad civil con los partidos de la Mesa. Los pol¨ªticos no quieren renunciar a la conducci¨®n pol¨ªtica del proceso y las organizaciones sociales del Frente resienten las aproximaciones unilaterales y el esp¨ªritu tutelar de los dirigentes pol¨ªticos.
Las razones del actual estancamiento de las formaciones pol¨ªticas opositoras concurren desde varios frentes. Una de las m¨¢s visibles (y de las menos comentadas) consiste en la escasez de ox¨ªgeno para hacer pol¨ªtica y adelantar estrategias en un marco institucional honrado. Despu¨¦s de que el equipo dirigente chavista comprobara que hab¨ªa perdido su poder¨ªo electoral de anta?o, ha organizado sus cuadros para forzar un complot institucional que convierte a las elecciones en un tr¨¢mite a¨²n m¨¢s restrictivo e impenetrable, contando para ello con el apoyo irrestricto de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y de su ministro de la Defensa, el general Vladimir Padrino L¨®pez.
Tras colocar todas sus energ¨ªas en el desarrollo de una estrategia electoral, la MUD ¡ªconcebida en principio exclusivamente como una plataforma electoral¡ª ha quedado desprovista de instrumentos para la interacci¨®n social. Cerca de un tercio de los dirigentes fundamentales de la coalici¨®n est¨¢ en el exilio o en prisi¨®n y la dirigencia media de algunos de estos partidos, como Voluntad Popular, ha sido especial objeto de persecuciones y allanamientos.
La oposici¨®n padece desacuerdos estrat¨¦gicos y problemas econ¨®micos. Tiene tambi¨¦n dificultades para desplazarse por el pa¨ªs ¡ªmuchos diputados opositores han sido bajados de vuelos dom¨¦sticos por la Guardia Nacional cuando van a atender compromisos fuera de Caracas¡ª y?concurren para configurar una parad¨®jica tormenta: un equipo dirigente que podr¨ªa ganar c¨®modamente cualquier consulta electoral medianamente equilibrada afronta uno de sus momentos pol¨ªticos m¨¢s negros.
La oposici¨®n precisa muy especialmente de un conductor, de un dirigente con arraigo en las masas que pueda administrar expectativas y orientar el descontento. Henrique Capriles Radonski, inhabilitado para ser candidato, pero en la calle, es uno de los pocos que pudiera asumir esa tarea. Tambi¨¦n ¨¦l, por primera vez, est¨¢ distanciado del debate cotidiano, alejado de la Unidad, atendiendo la salud de su padre y pregunt¨¢ndose qu¨¦ hacer.
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