Erdogan nombra un Gobierno de continuidad y a su yerno al frente del Tesoro
Turqu¨ªa celebra la entrada en el nuevo sistema presidencialista con grandes fastos y la promesa de convertir el pa¨ªs en m¨¢s fuerte
El veterano pol¨ªtico islamista Recep Tayyip Erdogan jur¨® este lunes su nuevo cargo como superpresidente?de Turqu¨ªa en una ceremonia que marc¨® la entrada en vigor del nuevo sistema de Gobierno. Por primera vez en casi un siglo de Rep¨²blica, desaparece la figura del primer ministro, cuyos poderes asumir¨¢ Erdogan en una jefatura de Estado y de Gobierno reforzada con numerosas prerrogativas, entre ellas, el nombramiento de buena parte de la c¨²pula judicial. Su Gobierno no le har¨¢ sombra, ya que en ¨¦l solo ha incluido como ministros a aliados de probada lealtad y tecn¨®cratas sin demasiado renombre.
Lo m¨¢s importante para los inversores extranjeros, en un momento de debilidad de la moneda turca y en que la econom¨ªa da se?ales de sobrecalentamiento, eran los nombres con carga econ¨®mica. En conversaciones privadas, el mundo de los negocios hab¨ªa pedido la continuidad de ministros respetados dentro y fuera del pa¨ªs, como el hasta ahora titular de Finanzas, Mehmet Simsek, o incluso el ministro de Econom¨ªa, Nihat Zeybek?i. No ha sido as¨ª: Erdogan ha colocado a su yerno, Berat Albayrak, al frente del ministerio que agrupar¨¢ Tesoro y Finanzas, al que llega despu¨¦s de haber gestionado la cartera de Energ¨ªa durante la ¨²ltima legislatura. Al frente de Industria se ha nombrado a Mustafa Varank, un polit¨®logo que ha sido asesor personal de Erdogan durante a?os. Quiz¨¢s el ¨²nico nombre de este apartado que pueda atraer cierta esperanza hacia el mundo econ¨®mico es el de la nueva ministra de Comercio, Ruhsar Pekcan, empresaria y activa en la defensa del papel de la mujer en el mundo de los negocios.
¡°Pasamos a un nuevo modelo de direcci¨®n diferente a las experiencias que hemos tenido en 95 a?os de historia de la Rep¨²blica. (¡) que fortalecer¨¢ Turqu¨ªa en todos los aspectos, desde la industria de Defensa a la seguridad fronteriza¡±, afirm¨® Erdogan en su discurso inaugural, en el que prometi¨® cambios en la gesti¨®n macroecon¨®mica y atraer inversiones, necesarias a fin de mantener el equilibrio en un pa¨ªs como Turqu¨ªa, muy dependiente del exterior. Tambi¨¦n asegur¨® que el nuevo modelo de gobierno ¡°no crear¨¢ burocracia, sino que dar¨¢ servicios¡±. En las ¨²ltimas horas antes de la toma de posesi¨®n se publicaron nuevas normativas para adecuar la estructura del Estado. Varios organismos, como los servicios secretos o la Direcci¨®n de Asuntos Religiosos, han sido reformados para ponerlos bajo control del presidente, y el n¨²mero de ministerios se ha reducido. De los cerca de 40 miembros con que sol¨ªan contar los Ejecutivos turcos, se pasar¨¢ a 17.
Pero las promesas no fueron suficientes. La lira recibi¨® los nombramientos del nuevo gabinete con ca¨ªdas de hasta el 3% respecto a d¨®lar y euro en la hora siguiente a su anuncio. Tampoco ayud¨® que otra de las decisiones de ¨²ltima hora fuese eliminar la cl¨¢usula que garantizaba que el gobernador del Banco Central ejerciese su funci¨®n durante un periodo m¨ªnimo de cinco a?os, algo que puede levantar ampollas entre los inversores, ya que, antes de las elecciones, Erdogan asegur¨® en una entrevista a la agencia Bloomberg?que con el nuevo sistema ejercer¨ªa m¨¢s influencia en la instituci¨®n monetaria, te¨®ricamente independiente.
En otros ministerios clave (Exteriores, Interior y Justicia), el presidente turco ha optado por la continuidad, renovando a sus titulares del anterior Gobierno o, en el caso de Energ¨ªa, al hasta ahora subsecretario del ministerio. Llama la atenci¨®n el nombramiento, al frente de Defensa, del hasta ahora jefe del Estado Mayor, el general Hulusi Akar, quiz¨¢s un premio por su fidelidad durante el intento de golpe de Estado hace dos a?os y por que, antes de las ¨²ltimas elecciones, realiz¨® una visita?amistosa?al expresidente Abdullah G¨¹l para convencerle de que no se presentase a los comicios contra su antiguo camarada Erdogan. Falta conocer los nombres de los vicepresidentes que acompa?ar¨¢n a Erdogan, que ser¨¢n anunciados en los pr¨®ximos d¨ªas.
Grandes fastos
En un Mercedes negro pr¨¢cticamente cubierto de los claveles lanzados por sus seguidores durante el recorrido, lleg¨® Erdogan al Parlamento a jurar su nuevo cargo durante la tarde de este lunes. Era el inicio de las largas horas de actos y ceremonias con los que Turqu¨ªa ha acogido la entrada en vigor del nuevo sistema presidencialista.
En el hemiciclo, Erdogan fue recibido por los aplausos de su bancada islamista y la de sus aliados de la ultraderecha nacionalista. La oposici¨®n, en cambio, se neg¨® a levantarse como manda el protocolo, en protesta por lo que considera un cambio legal que conduce al pa¨ªs a ¡°un r¨¦gimen dirigido por un solo hombre¡±. Tras la pertinente jura en la que prometi¨® respetar los principios republicanos, entre ellos los derechos humanos y el laicismo, el l¨ªder islamista se dirigi¨® a presentar sus respetos al mausoleo en el que descansan los restos del fundador de la moderna Turqu¨ªa, Mustafa Kemal Atat¨¹rk, en cuyo libro de visitas dej¨® escrito: ¡°Como duod¨¦cimo presidente de Turqu¨ªa y primer presidente de nuestro nuevo sistema de gobierno, en el amanecer de este hito para nuestra rep¨²blica y nuestra democracia, prometo fortalecer la unidad y la fraternidad de nuestra naci¨®n, desarrollar el pa¨ªs y elevar nuestro Estado¡±.
Pero la gran ceremonia quedaba reservada para Palacio. Se contaban entre el p¨²blico 22 jefes de Estado, entre ellos el emir de Qatar, Tamim Bin Hamad al Zani; los presidentes de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, y Pakist¨¢n, Mamnun Hussain; los de Bosnia, Serbia y Kosovo, o los de una decena de Estados africanos, por ejemplo los controvertidos Omar al Bashir, de Sud¨¢n, y Teodoro Obiang, de Guinea Ecuatorial. Otros 28 pa¨ªses enviaron emisarios de alto nivel, como Rusia, representada por el primer ministro, Dmitri Medv¨¦dev. La Uni¨®n Europea, con la que Turqu¨ªa a¨²n negocia oficialmente su adhesi¨®n pese a que las relaciones se han deteriorado enormemente en los ¨²ltimos a?os, no estuvo tan presente. Solo asistieron a la ceremonia el primer ministro h¨²ngaro, el ultraconservador Viktor Orban, y el comisario europeo de Asuntos Internos y Migratorios, el griego Dimitris Avram¨®pulos, unido a Erdogan por una relaci¨®n personal desde que ambos coincidieron como alcaldes de Atenas y Estambul, respectivamente, en la segunda mitad de la d¨¦cada de 1990. Tambi¨¦n hubo ¨ªnclitos exes: el antiguo primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el excanciller alem¨¢n Gerhard Schr?der, ahora al frente de varios proyectos energ¨¦ticos dominados por las gas¨ªsticas rusas Gazprom y Rosneft.
La ceremonia deber¨ªa haber sido m¨¢s vistosa, pero, seg¨²n se excus¨® Erdogan ante sus invitados, algunas partes como ¡°los juegos populares y el festival de luz¡± fueron canceladas por respeto a las v¨ªctimas del accidente de tren que este domingo se cobr¨® 24 vidas y dej¨® m¨¢s de 300 heridos en el noroeste del pa¨ªs. Lo que no fue ¨®bice para que, durante todo el d¨ªa, las televisiones nacionales retransmitiesen en directo los grandes fastos, con comentarios como el emitido por uno de los analistas del ente p¨²blico TRT, seg¨²n el cual, el nuevo ¡°modelo turco¡± presidencialista ser¨¢ copiado en el futuro y ¡°servir¨¢ de ejemplo a otros pa¨ªses¡±.
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