Trump acusa a China de intentar torpedear la negociaci¨®n nuclear con Corea del Norte

Dos d¨ªas despu¨¦s, Donald Trump abord¨® las duras cr¨ªticas de Corea del Norte a Estados Unidos por la negociaci¨®n sobre su programa nuclear. Y lo hizo con un doble mensaje: confianza en Pyongyang y reproches a Pek¨ªn. El presidente estadounidense dijo confiar en el compromiso del dictador norcoreano, Kim Jong-un, con la desnuclearizaci¨®n y acus¨® a China, a la que en el pasado ya ha usado de chivo expiatorio, de querer torpedear la negociaci¨®n por su malestar con la disputa comercial con Washington.

¡°Tengo confianza en que Kim Jong-un honrar¨¢ el contrato que firmamos y, todav¨ªa m¨¢s importante, nuestro apret¨®n de manos. Acordamos la desnuclearizaci¨®n de Corea del Norte¡±, escribi¨® Trump en Twitter. Se refer¨ªa a la reuni¨®n que celebr¨® con Kim el 12 de junio en Singapur. Ambos pactaron un vago compromiso de Corea del Norte con la ¡°completa desnuclearizaci¨®n de la pen¨ªnsula coreana¡±, pero sin cerrar ning¨²n calendario ni proceso de inspecci¨®n.

Tras dos d¨ªas de reuniones en Pyongyang con el secretario de Estado, Mike Pompeo, el r¨¦gimen de Kim le acus¨® el s¨¢bado de actuar como un ¡°g¨¢nster¡± con demandas unilaterales y puso en entredicho su voluntad de desarme at¨®mico. El jefe de la diplomacia estadounidense admiti¨® dificultades pero se mostr¨® esperanzado en el ¨¦xito de las conversaciones.

La segunda parte del mensaje de Trump en Twitter apunt¨® directamente a China, a la que el republicano ya ha acusado en anteriores ocasiones de pasividad en la resoluci¨®n de la crisis norcoreana. ¡°China, por otra parte, podr¨ªa estar ejerciendo presi¨®n negativa en un acuerdo [sobre el programa nuclear] por nuestra postura en el comercio chino. ?Espero que no!¡±, escribi¨® el mandatario.

El pasado viernes se activ¨® la guerra comercial entre EE UU y China despu¨¦s de que la primera potencia impusiera aranceles sobre productos chinos por valor de 34.000 millones de d¨®lares anuales y la segunda econom¨ªa mundial respondiera con sus propias penalizaciones. Trump se queja del elevado d¨¦ficit comercial con Pek¨ªn y busca lograr concesiones aunque se arriesga a desatar turbulencias econ¨®micas.

El mandatario nunca ha escondido su delicado doble juego negociador: presionar a China en el terreno comercial mientras conf¨ªa en que, como mayor valedor del r¨¦gimen de Kim, Pek¨ªn aliente al l¨ªder norcoreano a aparcar sus ambiciones at¨®micas. Ahora se queja de que China hace lo contrario. Tanto Pek¨ªn como Washington quieren usar a Pyongyang como arma de presi¨®n mutua. Y Trump es camale¨®nico: puede pasar en pocos d¨ªas de elogiar el papel en la crisis norcoreana de su ¡°amigo¡± el presidente chino, Xi Jinping, a poco despu¨¦s acusarle de lo contrario.

Es una t¨¢ctica habitual de Trump culpar a China. Apunt¨® a Pek¨ªn a mediados de mayo cuando Pyongyang puso por primera vez en duda su voluntad de celebrar una reuni¨®n entre Kim y Trump. ¡°He negociado mucho y s¨¦ lo que es un acuerdo, todo empez¨® despu¨¦s de la vista de Kim a China¡±, dijo entonces en alusi¨®n al segundo encuentro que hab¨ªan mantenido recientemente Kim y Xi. Los reproches de Corea del Norte a EE UU llevaron a Trump a cancelar poco despu¨¦s la reuni¨®n con Kim en Singapur para al cabo de unos d¨ªas volverla a agendar para la fecha prevista del 12 de junio.

Hace un a?o, cuando la amenaza nuclear norcoreana estaba en su c¨¦nit, el presidente estadounidense tambi¨¦n criticaba a Pek¨ªn. ¡°Estoy muy decepcionado con China. Nuestros est¨²pidos l¨ªderes pasados les han permitido hacer cientos de miles de millones de d¨®lares al a?o en comercio, pero no hacen NADA para nosotros con Corea del Norte, solo hablar¡±, escribi¨® en Twitter en julio de 2017. ¡°Ya no permitiremos que esto contin¨²e. China podr¨ªa f¨¢cilmente resolver este problema¡±.

El panorama ha cambiado dr¨¢sticamente desde entonces. Pyongyang ha aparcado sus ensayos nucleares y ha ocurrido lo impensable: que Trump se haya reunido con el l¨ªder de la dictadura norcoreana tras meses de insultos y amenazas cruzadas. Lo que no han desaparecido son las cr¨ªticas del republicano a China. Y el gran misterio latente es si Corea del Norte realmente est¨¢ dispuesta a desnuclearizarse.