Alejandr¨ªa reservar¨¢ sus mejores playas para los extranjeros
El Gobierno pretende duplicar la llegada de turistas extranjeros con una medida que ha suscitado controversia en la ciudad
Si al clasismo tradicional de la sociedad egipcia se le a?ade el anhelo de atraer nuevas fuentes de divisas, el resultado puede ser pol¨¦mico. Como el nuevo plan de la C¨¢mara de las Agencias de Viajes de Alejandr¨ªa, que consiste en reservar de forma exclusiva para los turistas extranjeros las mejores playas de la segunda mayor urbe de Egipto, situada a orillas del mar Mediterr¨¢neo. El presidente de la C¨¢mara, Ali al-Manesterly, anunci¨® recientemente a trav¨¦s de un comunicado de prensa la iniciativa, que forma parte de un plan para estimular el sector tur¨ªstico en Alejandr¨ªa, un popular lugar de asueto venido a menos.
De acuerdo con el proyecto, se ampliar¨¢ el aeropuerto de Burg al-Arab, en Alejandr¨ªa, para que en 2022 sea capaz de recibir unos cuatro millones de pasajeros al a?o frente a los 1,2 millones actuales. Asimismo, se doblar¨¢ la capacidad hotelera de la ciudad para acoger el esperado alud de visitantes. De momento, el Gobierno egipcio ha firmado ya acuerdos con tres pa¨ªses europeos ¡ªItalia, Grecia y Chipre¡ª para abrir vuelos directos a la ciudad mediterr¨¢nea. Para al-Manesterly, la idea de crear playas exclusivas para extranjeros pretende garantizarles ¡°la privacidad que corresponde a sus necesidades¡±.
En la actualidad, la burgues¨ªa de El Cairo prefiere pasar sus veranos en urbanizaciones situadas al oeste de Alejandr¨ªa, donde las playas son mucho m¨¢s limpias
¡°Estoy en contra de esta idea. Es ilegal e inconstitucional que haya playas exclusivas para los extranjeros. Es un tema que ha salido hace muy poco en los ¨²ltimos d¨ªas, pero creo que la mayor¨ªa no lo ve con buenos ojos¡±, comenta Maha Hegazy, profesora asociada de ingl¨¦s en la Facultad de Ingenier¨ªa de Alejandr¨ªa. Los defensores de la iniciativa apuntan que se pretende evitar la incomodidad que sienten algunas turistas ataviadas con un bikini ante las miradas o los comentarios de algunos locales, dado que en Egipto existe un serio problema de acoso sexual. ¡°Podr¨ªa ser por esta raz¨®n, no negar¨¦ que es verdaderamente imposible ir a las playas p¨²blicas en bikini¡±, concede Hegazy que, de todas formas, preferir¨ªa que, en lugar de prohibir la entrada a los aut¨®ctonos, se impusiera un billete de entrada con un precio elevado que filtrara la clientela.
Alejandr¨ªa fue un popular destino veraniego durante el siglo XX. De hecho, bajo el reinado del rey Faruk, el Gobierno entero se trasladaba a la ciudad entonces a¨²n llamada ¡°la perla del Mediterr¨¢neo¡±, de forma que los altos funcionarios y sus familias pudieran escapar a los estragos de la can¨ªcula en El Cairo. Sin embargo, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, su explosi¨®n demogr¨¢fica, la degradaci¨®n de las playas y el enraizamiento del movimiento salafista han reducido su atractivo tur¨ªstico. Los pocos viajeros extranjeros que la visitan lo hacen en excursiones de d¨ªa, mientras la burgues¨ªa cairota prefiere ahora pasar sus veranos en urbanizaciones situadas al oeste de Alejandr¨ªa, donde las playas son mucho m¨¢s limpias.
¡°Las playas reservadas para los extranjeros es la consecuencia l¨®gica de un largo proceso de privatizaci¨®n del espacio p¨²blico en Alejandr¨ªa, sobre todo en la primera l¨ªnea del mar, que responde a unos criterios clasistas y de capitalismo puro y duro¡±, sostiene Mohamed Ez, un estudiante de Sociolog¨ªa de 27 a?os, tambi¨¦n cr¨ªtico con la medida.
En la actualidad, es necesario adquirir una entrada en pr¨¢cticamente todas las playas, incluidas las p¨²blicas. El precio oscila entre las 15 y 20 libras (0,75 a 1 euro), e incluye el alquiler de una sombrilla y una mesa. En el caso de las playas privadas de algunos hoteles de lujo, la admisi¨®n asciende a unas 250 libras (unos 13 euros), un precio prohibitivo para las clases populares que est¨¢n pagando una elevada factura en el plan de ajuste estructural pactado con el FMI.
S¨ªguenos en Twitter y en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.