Nicaragua entierra a los muertos de la matanza en Jinotepe y Diriamba
Al menos 21 personas fueron asesinadas el fin de semana. El Ej¨¦rcito se deslinda de la violencia y guarda silencio sobre los muertos en 85 d¨ªas de crisis
Los lamentos cubr¨ªan el cementerio de Jinotepe la ma?ana del martes, cuando comenzaron a sepultarse las v¨ªctimas de la brutal represi¨®n del fin de semana. Los familiares de Jos¨¦ Mar¨ªa Narv¨¢ez lloraban sobre el ata¨²d del hombre, mientras a su alrededor la gente gritaba ¡°?presente!¡± ¡°?presente!¡±, una consigna de resistencia. ?l es una de las 21 v¨ªctimas mortales de la peor matanza desatada en Nicaragua en tiempos de paz, cuando la madrugada del domingo grupos irregulares armados y a ¨®rdenes del presidente Daniel Ortega atacaron este poblado y la vecina Diriamba. Los lamentos se un¨ªan al dolor que desde hace 85 d¨ªas enluta a este hermoso pa¨ªs de volcanes, que llora ya 351 muertos seg¨²n el m¨¢s reciente informe de la Asociaci¨®n Nicarag¨¹ense Pro Derechos Humanos (ANDPH).?
Jinotepe est¨¢ localizada a 38 kil¨®metros de Managua. Es una ciudad apacible, de clima fresco y productora de un excelente caf¨¦. Fue fundada hace 135 a?os y en ella conviven unas 30.000 personas. El fin de semana su paz de caficultores se vio violentada por el ataque de las huestes de Ortega, que pretend¨ªan derribar las barricadas que los vecinos de esta cuidad levantaron como forma de protesta contra el r¨¦gimen. En esta ciudad habita el comandante retirado Roberto Samcam, una de las voces m¨¢s cr¨ªticas contra la desproporcionada violencia desatada por el Estado desde abril, cuando comenzaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Samcam se?ala que en la represi¨®n del fin de semana participaron militares en activo y llam¨® la atenci¨®n sobre la utilizaci¨®n de armas de guerra por parte de los grupos irregulares, por lo que acusa de complicidad al Ej¨¦rcito de Nicaragua. La noche del martes, el Ej¨¦rcito emiti¨® un comunicado en el que rechazaba lo que denomin¨® como una ¡°campa?a calumniosa¡± y un ¡°montaje¡± contra la instituci¨®n, en referencia a las im¨¢genes que recorren las redes sociales y que muestran a hombres encapuchados y con armamento militar. ¡°El Ej¨¦rcito de Nicaragua tiene control absoluto de su personal, armamento y medios de todo tipo¡±, afirm¨® la instituci¨®n que, sin embargo, no se pronunci¨® sobre los grupos irregulares fuertemente armados que siembran el terror en las ciudades de Nicaragua, as¨ª como los centenares de asesinados en casi tres meses de violencia.
Mientras los muertos eran enterrados en su ciudad, Samcam criticaba con dureza el comunicado del Ej¨¦rcito. ¡°Pretenden lavarse la cara. La gente reconoci¨® en Jinotepe la participaci¨®n de militares en activo. Si no hay involucramiento directo del Ej¨¦rcito, s¨ª complicidad, un silencio c¨®mplice¡±, advirti¨® el comandante en retiro. El comunicado de los militares, que no se pronunciaban en Nicaragua desde el 12 de mayo, para Samcam es ¡°un acto de cobard¨ªa y complacencia¡±, porque ¡°el Ej¨¦rcito ha preferido estar del lado de un asesino de su pueblo que del lado de la Constituci¨®n¡±. Seg¨²n este analista, la instituci¨®n militar es uno de los pilares de Ortega para mantenerse en el poder, al no desarmar a los grupos irregulares o paramilitares. ¡°Si el Ej¨¦rcito cumpliera su mandado constitucional y desarmara a estos paramilitares, Ortega tendr¨ªa que sentarse a negociar su salida pac¨ªfica¡±, afirma Samcam.
Jinotepe y su vecina Diriamba viv¨ªan una calma tensa el mi¨¦rcoles, con sus calles resguardadas por hombres encapuchados. Las barricadas fueron levantadas y unos 400 camioneros que se manten¨ªan varados en esta regi¨®n pudieron seguir su camino, una de las promesas del presidente Daniel Ortega, dado que estos ¡°tranques¡± significan un golpe econ¨®mico para el r¨¦gimen. Ortega ha desatado en las ¨²ltimas semanas una ofensiva bautizada como ¡°operaci¨®n limpieza¡± por las organizaciones de derechos humanos y cuyo objetivo es levantar todas las barricadas levantadas en el pa¨ªs, sin importar la cantidad de muertos o heridos. En el pa¨ªs se hab¨ªan levantado m¨¢s de 200 barricadas y bloqueos de carreteras, pero las huestes de Ortega han logrado derribar ya la mayor¨ªa.
El Gobierno, dijo el canciller Denis Moncada el mi¨¦rcoles en Washington, tiene la responsabilidad de restaurar la ¡°seguridad, estabilidad y paz¡± en el pa¨ªs. Moncada acus¨® a los manifestantes de ser ¡°grupos terroristas delincuenciales¡±, que pretenden derrocar con un golpe de Estado el Gobierno de Ortega.
Mientras en Jinotepe y Diriamba se sepultaban a las v¨ªctimas de la matanza al grito rebelde de "?presente!" "?presente!", en Managua la opositora Alianza C¨ªvica ¨Cque re¨²ne a estudiantes, empresarios, productores y acad¨¦micos¨C manten¨ªa los preparativos de una gran marcha nacional contra Ortega, bautizada ¡°Juntos somos un volc¨¢n¡± ¨Cen referencia a los colosos que se levantan en la verde geograf¨ªa de este pa¨ªs¨C que se realizar¨¢ este jueves. La manifestaci¨®n es apoyada por el sector empresarial, al igual que el paro nacional convocado para el viernes y una caravana de coches que se realizar¨ªa el s¨¢bado. Todas iniciativas para presionar la salida pac¨ªfica de Ortega. ¡°La respuesta es elevar la parada. Como no tenemos las armas, se tiene que golpear de manera c¨ªvica para demostrarle que la poblaci¨®n, a pesar de la represi¨®n, tiene suficiente m¨²sculo social y c¨ªvico para seguir adelante y obligue a Ortega a renunciar¡±, dijo el analista ?scar Ren¨¦ Vargas. El exguerrillero sandinista, sin embargo, parece empe?ado en seguir gobernando Nicaragua sobre una monta?a de cad¨¢veres.
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