?OTAN no, bases fuera?
En la cumbre de la Alianza, las salidas de tiesto del presidente Trump muestran un mundo al rev¨¦s
Ahora que sale a la luz el fascinante archivo personal del expresidente Felipe Gonz¨¢lez (1982-1996), es momento de darle otra vuelta de turca a la Alianza Atl¨¢ntica. Gonz¨¢lez pas¨® de oponerse a la integraci¨®n de la OTAN del Gobierno de Calvo-Sotelo en 1982 a hacer campa?a por el s¨ª en un refer¨¦ndum de marzo de 1986, jug¨¢ndose su vida pol¨ªtica a una carta. Y gan¨®. El aplastante sentido com¨²n de la historia, la integraci¨®n en Europa, los poderes f¨¢cticos, acabaron por imponerse a todos.?
A la luz de aquello, hoy nos encontramos con una paradoja inquietante. En la Cumbre de la OTAN, las salidas de tiesto del presidente Trump muestran un mundo al rev¨¦s. M¨¢s de tres d¨¦cadas y media despu¨¦s, es un presidente de EE UU quien con su actitud de desprecio a la Alianza, o sus veladas amenazas a Merkel, parece decir lo mismo que los descamisados socialistas en 1981: OTAN de entrada no; m¨¢s a¨²n, un OTAN no, bases fuera.
Porque Trump no s¨®lo desvirt¨²a los c¨®digos b¨¢sicos, mezclando asuntos de rencillas comerciales con un asunto vital como la seguridad, en un chantaje sin precedentes. Tambi¨¦n, a esa Europa a quien se le pide (con raz¨®n) mayor responsabilidad, se le exige el disparate de aumentar a un 4% del PIB el gasto en defensa, de paso comprando americano. Y el enemigo que podr¨ªa justificarlo todo, la Rusia de Putin, no sabe si es tal, dependiendo del d¨ªa y la hora.?
La clave es el para qu¨¦. Y las misiones en el exterior. Y todo lo que la UE y la OTAN puedan compartir, que es mucho. Certeramente, el Gobierno espa?ol ha apuntado a misiones en la lucha antiyihadista o de estabilizaci¨®n regional. Nuestro compromiso de aumentar el gasto es razonable y esconde un doble truco: se supedita a los condicionantes pol¨ªticos internos ¡ªel Parlamento como sede de tal decisi¨®n estrat¨¦gica¡ª y a que se deje margen a gastar ¡°europeo¡±, esto es, en capacidades y de acuerdo a la propia visi¨®n, como pilar europeo de Alianza. Si la UE se refuerza, la OTAN acabar¨¢ transform¨¢ndose en otra cosa.
?Escollo salvado? No por mucho: la OTAN podr¨ªa resistir cuatro a?os: pero si Trump es reelegido, en una Europa fr¨¢gil y dividida, la organizaci¨®n se doblegar¨¢ definitivamente.?
Con las banderas de nuestros padres de fondo, hoy parece dibujarse otro comienzo: una OTAN diferente, bases europeas. La elecci¨®n de la base naval de Rota como cuartel estrat¨¦gico de la operaci¨®n mar¨ªtima Atalanta es un buen comienzo. Pero, sobre ello, la pol¨ªtica con may¨²sculas sobrevuela de nuevo. Para Gonz¨¢lez, el pronunciamiento democr¨¢tico para este asunto estrat¨¦gico, en el Parlamento y de la ciudadan¨ªa, fue siempre muy importante. Hoy con el presidente S¨¢nchez podr¨ªa volver a serlo. En sus papeles (noviembre, 1984), Gonz¨¢lez, algo enigm¨¢tico, apunta en relaci¨®n al proceso: ¡°Yo no hubiera tomado esta decisi¨®n¡±.?
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