Muere Abbas Amirentezam, el preso pol¨ªtico m¨¢s antiguo de Ir¨¢n
Fue condenado a muerte, luego conmutada, por su contacto con EEUU como viceprimer ministro de la Rep¨²blica Isl¨¢mica
La muerte a los 86 a?os de Abbas Amirentezam, vice primer ministro y portavoz del Gobierno provisional de Mehdi Bazargan tras el derrocamiento de la monarqu¨ªa de 1979, puso fin el pasado jueves en Teher¨¢n a casi cuatro d¨¦cadas de c¨¢rcel y detenci¨®n domiciliaria. Quien se hab¨ªa convertido en el preso pol¨ªtico m¨¢s antiguo de la Rep¨²blica Isl¨¢mica fue detenido el 19 de diciembre de aquel a?o, acusado por los sectores ultras de traicionar la revoluci¨®n de acuerdo con documentos conseguidos durante la toma de la Embajada norteamericana en Ir¨¢n. Estas alegaciones siempre fueron desmentidas no s¨®lo por Amirentezam, sino tambi¨¦n por Bazargan que logr¨® convencer al ayatol¨¢ Jomeini de que le conmutara la pena capital.
La trayectoria de Amirentezam estuvo marcada por la nacionalizaci¨®n del petr¨®leo iran¨ª en 1951, bajo el Gobierno del primer ministro nacionalista Mohammad Mosadeq. Su vocaci¨®n pol¨ªtica cuando estudiaba electromec¨¢nica en la Universidad de Teher¨¢n lo acerc¨® a Bazargan, entonces profesor y decano de la facultad t¨¦cnica, y as¨ª comenz¨® a colaborar con los miembros del Movimiento por la Libertad de Ir¨¢n (Nehzat-e-Azadi-e-Iran).
Al concluir la carrera, Amirentezam ampli¨® sus estudios primero en Par¨ªs y luego en Berkeley (EE UU), donde hizo un m¨¢ster en ingenier¨ªa estructural. Unos meses antes del triunfo de la revoluci¨®n visit¨® al ayatol¨¢ Jomeini en Par¨ªs en octubre de 1978 y le inform¨® de la situaci¨®n del pa¨ªs. Desde entonces, y bajo la supervisi¨®n de Bazargan, tuvo contactos con representantes de EE UU para garantizar una salida pac¨ªfica del pa¨ªs del shah y sigui¨® manteni¨¦ndolos como el vice primer ministro o, en ocasiones, como int¨¦rprete de confianza de Bazargan.
Muchos analistas se?alan que la toma de la Embajada de EE UU en Teher¨¢n fue la herramienta de presi¨®n de los sectores ultras contra el Gobierno de Bazargan que trataba de mantener la revoluci¨®n en un cauce moderado y Amirentezam se convirti¨® en el chivo expiatorio como figura de esta tendencia pol¨ªtica. Incluso pol¨ªticos que hoy en d¨ªa est¨¢n bajo detenci¨®n domiciliaria le atacaron sin piedad en su d¨ªa.
¡°Cuando se descubrieron documentos de la relaci¨®n entre Abbas Amirentezam y el nido de esp¨ªas [como los revolucionarios llamaron a la embajada norteamericana], me liber¨¦ realmente de una gran carga (¡) Nunca olvido la alegr¨ªa de aquella noche¡±, declar¨® Mir Hossein Musavi, entonces miembro del Partido de la Rep¨²blica Isl¨¢mica y desde las revueltas de 2009 convertido en s¨ªmbolo de los reformistas.
A pesar de todas las advertencias Amirentezam, que en aquellos d¨ªas se encontraba en Suecia como embajador de Ir¨¢n ante los pa¨ªses escandinavos, decidi¨® obedecer la llamada a consultas del ministro de Exteriores Sadegh Ghotbzadeh (quien tambi¨¦n termin¨® en el pared¨®n acusado de traici¨®n e intento de atentado contra el gran ayatol¨¢ Jomeini). Amirentezam ha denunciado en varias ocasiones que el entonces viceministro de Exteriores Kamal Jarrazi falsific¨® la firma de Ghotbzadeh en la orden para que regresara. Jarrazi lleg¨® a ser ministro de Exteriores del presidente reformista Mohammad Jatami.
En marzo de 1981, tras 454 d¨ªas en confinamiento solitario, Amirentezam fue presentado, ante un tribunal revolucionario, sin abogado ni jurado. Una de las pruebas m¨¢s destacadas contra ¨¦l era la palabra ¡°Dear¡± (querido) en la correspondencia que mantuvo con la Embajada norteamericana en Teher¨¢n. Al final, la pena de muerte a que fue condenado terminar¨ªa siendo conmutada por Jomeini por una cadena perpetua.
Tras los primeros 17 a?os de prisi¨®n, altern¨® otros tantos la c¨¢rcel y el arresto domiciliario debido a su salud, pero nunca acept¨® firmar una carta de arrepentimiento para liberarse. Bazargan intent¨® sin ¨¦xito hasta su fallecimiento en 1995 liberar a su colaborador de la c¨¢rcel. ¡°Mientras el problema de Amirentezam no se arregle, una de mis manos se quedar¨¢ fuera de la tumba¡±, manifest¨® el ex primer ministro iran¨ª en una de sus ¨²ltimas entrevistas.
Amirentezam, a quien algunos llegaron a calificar como ¡°el Mandela iran¨ª¡±, fue enterrado el viernes. Significativamente, el cl¨¦rigo que ofici¨® su funeral fue Ahmad Montazeri, hijo del gran ayatol¨¢ Husein Ali Montazeri que fuera delf¨ªn de Jomeini y que tambi¨¦n acabo sus d¨ªas bajo detenci¨®n domiciliaria.
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