El desaf¨ªo de los j¨®venes jud¨ªos que desertaron de una ONG sionista
Varios jud¨ªos estadounidenses abandonan la instituci¨®n que organizaba su viaje a Israel para visitar Cisjordania y Jerusal¨¦n Este
Las nuevas generaciones de jud¨ªos de norteamericanos que, por primera vez, viajan a Israel de la mano de la organizaci¨®n Birthright, han puesto de manifiesto la brecha entre algunos de los hebreos de la di¨¢spora y los que viven en Israel. Varios estadounidenses han protagonizado este verano sonadas espantadas al abandonar el tour organizado por esa fundaci¨®n, encargada de conectarlos con la tierra prometida.
El viaje m¨¢s deseado de los organizados por la instituci¨®n sionista ¡ªque en sus 18 a?os de funcionamiento ha ense?ado el pa¨ªs a 650.000 j¨®venes de 67 pa¨ªses¡ª es un programa para conocer Israel, con todos los gastos pagados, destinado a jud¨ªos, no israel¨ªes, entre 18 y 26 a?os. Para conseguirlo, tienen que cumplir una serie de requisitos, como haber terminado el instituto o no haber visitado el Estado hebreo en estancias superiores a tres meses. Para los poseedores de la nacionalidad israel¨ª que quieran sumarse a uno de estos viajes, la organizaci¨®n pone como condici¨®n que nunca hayan vivido en Israel o que, si lo hicieron, abandonasen el pa¨ªs antes de cumplir los 12 a?os.
Birthright ha ense?ado Israel a 650.000 j¨®venes, jud¨ªos pero no israel¨ªes, de 67 pa¨ªses en 18 a?os
Todo, seg¨²n cuentan los disidentes, con el objetivo de conseguir chavales ¡°limpios de mente y esp¨ªritu¡± a los que encandilar con las maravillas de Israel para que hagan la Aliya ¡ªemigrar al Estado hebreo¡ª. Los desertores aseguran que fue un ¡°viaje propagand¨ªstico¡± y una experiencia que los marc¨® para toda la vida, en la que terminaron haciendo justo lo contrario de lo que se supon¨ªa que ven¨ªan a hacer.
Rebecca vive en Chicago pero es de Denver, Colorado. Le hac¨ªa mucha ilusi¨®n conocer Israel y no quer¨ªa desaprovechar la oportunidad que le ofrec¨ªa Birthright de viajar con todos los gastos pagados y excursiones organizadas. ¡°A pesar de haber cumplido ya los 27 a?os consegu¨ª que me aceptaran, pero pronto mi ilusi¨®n se transform¨® en confusi¨®n¡±, reconoce la joven estadounidense. Harta de plantear preguntas para las que no obten¨ªa respuesta por parte del gu¨ªa y de recibir informaci¨®n que ¡°sospechaba¡± no era del todo correcta, decidi¨® abandonar la excursi¨®n y buscar otro tipo de tour alternativo que encontr¨® de la mano de las ONG Free Jerusalem y Breaking The Silence (Jerusalem Libre y Rompiendo el Silencio, en ingl¨¦s).
¡°Simplemente preguntamos por cosas que nos llamaron la atenci¨®n, como el hecho de que los territorios palestinos no apareciesen en los mapas que nos dieron o que no quisieran hablarnos de la ocupaci¨®n¡±, explica Rebecca. Su insistencia fue tal, que al final el gu¨ªa les espet¨® que si quer¨ªan otra perspectiva, abandonasen el viaje. Y eso hicieron. Rebecca y otros siete compa?eros. ¡°He visitado poblados beduinos en el desierto, he hablado con familias cuyas casas est¨¢n pendientes de demolici¨®n y he visto los horribles controles por los que tienen que pasar los palestinos a diario. Esto es un desastre que s¨®lo reafirma mi decisi¨®n de que hice lo correcto al abandonar el viaje de Birthright¡±, asegura la joven a su regreso del paso militar de Qalandia, que separa Ramala de Jerusal¨¦n. Tambi¨¦n fue testigo de c¨®mo en el ¡°tour alternativo¡±, que hicieron por Hebr¨®n de la mano de la israel¨ª Breaking The Silence, los colonos jud¨ªos lanzaron pintura contra su gu¨ªa, Frima Bubis.
A su lado se encuentra la neoyorkina Noa (21) que vivi¨® la misma frustraci¨®n, unos d¨ªas antes, con otro grupo de j¨®venes jud¨ªos que viajaban con la misma organizaci¨®n. En el viaje de Noa solo hubo dos disidentes. ¡°Me parece incre¨ªble que miles de jud¨ªos de Estados Unidos vengan aqu¨ª y se vayan de Israel siendo completamente ajenos a la realidad de los palestinos¡±, dice Noa. Desde la organizaci¨®n replican que los j¨®venes conocen el programa de antemano. "No toleraremos ning¨²n intento de utilizar esta experiencia para promover agendas ideol¨®gicas", dicen desde Birthright en Jerusal¨¦n.
La experiencia que m¨¢s marc¨® a Noa fue conocer a la familia Sumarin, en el barrio jerosolimitano de Silwan. ¡°Para mi como jud¨ªa descubrir todo esto est¨¢ siendo muy duro. Tengo el coraz¨®n partido. No he podido entrar en la Ciudad de David despu¨¦s de saber que fue construida a base de expulsar a familias ¨¢rabes de sus casas¡±, explica afectada. La Ciudad de David est¨¢ al pie de la muralla, el mismo barrio de Jerusal¨¦n Este que la casa de los Sumarin, pendiente de demolici¨®n. Es un complejo gestionado por Elad, una organizaci¨®n que promueve el asentamiento de los jud¨ªos en el este de la Ciudad Santa, ocupado por Israel en 1967.
Birthright se neg¨® a pagarles el viaje de vuelta a Estados Unidos por lo que los j¨®venes organizaron una campa?a en Internet para financiar su regreso y, en apenas tres d¨ªas, consiguieron el dinero. Decidieron entonces aumentar su petici¨®n de 10.000 a 18.000 d¨®lares para donar la diferencia a los habitantes de Silwan y las comunidades beduinas que visitaron. El revuelo generado en las redes sociales se torn¨® en una batalla entre los detractores de los viajes propagand¨ªsticos y los partidarios que acusan a los j¨®venes de pertenecer a IfNotNow,¡ªuna ONG jud¨ªa contraria a la ocupaci¨®n¡ª y de infiltrarse en los viajes de Birthright para dinamitar la labor de la organizaci¨®n sionista.
Enmanuel Miller, uno de los encargados de los seminarios pol¨ªticos de Birthright, asegura que en sus clases, se menciona a los palestinos constantemente, se habla de sus derechos e incluso de la ocupaci¨®n.¡±El momento adecuado para hacer preguntas pol¨ªticas es en los seminarios¡±, dice Miller, que a?ade, ¡°los miembros de IfNotNow intentaron hablar de los palestinos en el autob¨²s, cogiendo repetidamente el micr¨®fono, gritando e interrumpiendo con sus opiniones¡±. El experto concluye que ning¨²n pa¨ªs puede explicarse en 10 d¨ªas pero ¡°si alguien te lleva a ver una pel¨ªcula es rudo e injusto marcharse a la mitad y sentarse con otro, cuando la primera persona ha pagado por ti¡±.
Noa, Rebecca y otros de ¡°los huidos¡±, niegan que pertenezcan a IfNotNow. ¡°No es cierto. Los hemos visto en el aeropuerto repartiendo panfletos, pero nada m¨¢s¡±, se defiende Noa. El movimiento IfNotNow frecuentemente organiza campa?as para concienciar a los jud¨ªos americanos de que no se puede apoyar la ocupaci¨®n israel¨ª. Reparten informaci¨®n en los aeropuertos y abordan a los grupos de Birthright para insistirles en que aprovechen su estancia en Israel para conocer la realidad que, seg¨²n los disidentes, se les trat¨® de ocultar. ¡°Mi madre se dedica a la pol¨ªtica en Estados Unidos, y est¨¢ muy relacionada con asuntos que ata?en a Israel y Palestina. Lo primero que har¨¦ ser¨¢ hablar con ella sobre lo que he visto aqu¨ª¡±, dice Noa decidida.
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