Trump intensifica su ataque a la prensa
El presidente de EE UU convierte en su principal enemigo a los medios de comunicaci¨®n, que sufren las consecuencias de ese clima hostil
En el mundo de Donald Trump, los medios de comunicaci¨®n son cada vez m¨¢s el chivo expiatorio al que demonizar y humillar de forma creciente. ¡°Ellos son las noticias falsas, falsas y asquerosas¡±, clam¨® el presidente estadounidense el jueves en un mitin en Pensilvania. Mientras hablaba, apuntaba amenazante con el dedo a la zona en la que estaban los periodistas. Muchos de los congregados se giraron y empezaron a abuchearlos. ¡°CNN apesta¡±, corearon algunos en el p¨²blico, sonrientes y agitando el brazo. No es nueva la ofensiva salvaje de Trump contra la prensa. Es parte de su ADN divisivo. Pero ahora la cruzada se ha acelerado: de las palabras de acoso se ha pasado a los hechos y el republicano ha convertido a los medios en su principal rival a batir.
En su primer d¨ªa completo como presidente, en enero de 2017, Trump defini¨® a los periodistas como ¡°los seres humanos m¨¢s deshonestos de la tierra¡±. Tardar¨ªa poco en bautizarlos como el ¡°enemigo del pueblo¡±. O en sugerir que podr¨ªa adoptar represalias legales contra empresas period¨ªsticas. Como ya hizo cuando era candidato a la Casa Blanca, ha tergiversado m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite el concepto de ¡°noticias falsas¡± para definir cualquier informaci¨®n que sea cr¨ªtica con ¨¦l. Ha llegado a convocar un concurso para premiar al medio ¡°m¨¢s deshonesto y corrupto¡±. Y escenas bochornosas contra la prensa, como las del pasado jueves, ya se vivieron en la campa?a de 2016.
Trump ha recuperado ahora ese manual mientras se vuelca en la campa?a de las elecciones legislativas de noviembre, en las que los republicanos se juegan la mayor¨ªa en el Congreso. A lomos de la polarizaci¨®n pol¨ªtica, trata de erosionar la credibilidad de los medios. Y de dividir el mundo entre buenos y malos para unificar a sus votantes en torno a un enemigo. Es la misma t¨¢ctica que ha empleado para enfrentarse a los inmigrantes, los servicios de inteligencia, los fiscales, pol¨ªticos dem¨®cratas... Los ataques a la prensa, m¨¢s que a sus rivales, dominan ahora sus m¨ªtines. En un pa¨ªs donde la libertad de expresi¨®n es sagrada y est¨¢ blindada por ley, el presidente, al¨¦rgico a cualquier reproche, acusa a los periodistas de ocultar sus logros. Solo se salvan la cadena Fox News, con una cobertura af¨ªn al republicano, y un pu?ado de medios conservadores extremos. ¡°?Qu¨¦ ocurri¨® con la prensa justa?¡±, bram¨® el jueves.
Ann Cooper, una veterana reportera que ahora es profesora en la Universidad de Columbia y antes dirigi¨® el Comit¨¦ de Protecci¨®n de Periodistas, recuerda que todo pol¨ªtico se queja de la cobertura medi¨¢tica. Barack Obama critic¨® a Fox News despu¨¦s de que emitieran informaci¨®n falsa y tergiversada sobre ¨¦l. Pero Cooper subraya que carece ¡°completamente de precedentes¡± en EE UU que un presidente se embarque, como Trump, en una ofensiva tan feroz contra ella. ¡°La prensa comete errores pero tiene un papel crucial en una democracia¡±, dice. Y se declara ¡°muy preocupada¡± por las consecuencias de la escalada actual.
Vetos a medios
El clima hostil tiene consecuencias palpables. La semana pasada, una periodista de CNN ¡ªla cadena m¨¢s vilipendiada por el republicano¡ª fue vetada de un acto en la Casa Blanca por haber hecho ¡°preguntas inapropiadas¡± horas antes al mandatario en una reuni¨®n en el Despacho Oval.
El presidente juega con fuego. ¡°Estamos especialmente preocupados de que estos ataques aumenten el riesgo de que los periodistas sean objeto de violencia¡±, alertaron el jueves los responsables de libertad de expresi¨®n de la ONU, David Kaye, y de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza. ¡°Estos ataques van en contra de la obligaci¨®n de respetar la libertad de prensa y la ley internacional de derechos humanos¡±, agregaron en un comunicado conjunto.
El editor de The New York Times, A. G. Sulzberger, ya hab¨ªa hecho el pasado domingo la misma advertencia. Despu¨¦s de que Trump revelara que hab¨ªan mantenido una reuni¨®n, Sulzberger explic¨® que hab¨ªa alertado al mandatario de que su ¡°lenguaje inflamatorio est¨¢ contribuyendo a un incremento de las amenazas a periodistas y llevar¨¢ a la violencia¡±. Tambi¨¦n le avis¨® de que su embestida est¨¢ alentando a reg¨ªmenes autoritarios.
Dos d¨ªas despu¨¦s, en un mitin de Trump en Florida, un grupo de asistentes abuche¨® e insult¨® al periodista de CNN Jim Acosta. Al d¨ªa siguiente, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que ¡°respalda plenamente una prensa libre pero que eso conlleva tambi¨¦n un alto nivel de responsabilidad¡±.
Tim Weiner, un reputado experiodista de The New York Times, coincide con el diagn¨®stico de la profesora de Columbia: ¡°Ning¨²n presidente ha criticado jam¨¢s la libertad de prensa como Trump, nada que se acerque a su crueldad y vitriolo¡±. Autor de un libro de referencia sobre Richard Nixon, Weiner dice que este ser¨ªa el m¨¢s cercano a Trump en su hostilidad con los medios. Nixon tambi¨¦n hab¨ªa llamado enemigo a la prensa, pero no dijo que lo fuera del pueblo. Como Trump, ten¨ªa aliados en los medios conservadores y objetivos similares. Nixon buscaba desacreditar la investigaci¨®n del Watergate, que acabar¨ªa con su presidencia en 1974. Trump descalifica las pesquisas sobre la injerencia electoral rusa de 2016 y, como el exmandatario, asegura sufrir una ¡°caza de brujas¡±. Ambos son conspiranoides y propensos a mentir.
Nixon incluso llev¨® a los tribunales al Times y a The Washington Post por la filtraci¨®n de documentos de la guerra de Vietnam. Hay, sin embargo, diferencias de calado. Luke Nichter, profesor de Historia en la Universidad de Texas A & M e investigador de las cintas secretas de Nixon, destaca que el californiano se quejaba sobre todo en privado de la cobertura medi¨¢tica y en p¨²blico defend¨ªa la libertad de prensa. ¡°No hab¨ªa Twitter entonces¡±, ironiza sobre los mensajes incendiarios que publica Trump en la red social.
Como en muchas de sus pol¨¦micas, la diatriba de Trump contra los medios apenas le ha costado reproches dentro del Partido Republicano, temeroso de enfrentarse al presidente. El multimillonario neoyorquino ha vivido desde siempre obsesionado por la cobertura medi¨¢tica, bajo la premisa de que es mejor que hablen de ti aunque sea de forma negativa. ¡°Est¨¢ tratando de volver a dominar el ciclo de 24 horas de noticias como hizo en la campa?a de 2016. De crear un mensaje de caos: de ellos o yo¡±, opina Nichter. El periodista Weiner cree que fracasar¨¢: ¡°Sus ataques [a la prensa] funcionan bien con su base pero al final la verdad siempre ganar¨¢¡±.
M¨¢s confianza dem¨®crata en los medios
La confianza de los estadounidenses en los medios de comunicaci¨®n ha registrado en los ¨²ltimos 20 a?os una tendencia a la baja, seg¨²n Gallup, si bien de 2016 a 2017 el apoyo pas¨® del 32% al 41%. Los republicanos conf¨ªan mucho menos que los dem¨®cratas: un 14% frente a un 72%. Aun as¨ª, un 84% de los ciudadanos cree que los medios son esenciales o muy importantes en una democracia. Otro sondeo de The Economist revela que la estrategia de Trump no funciona. Desde octubre de 2016, la confianza en los dos diarios que m¨¢s ataca (The New York Times y The Washington Post) creci¨® pero cay¨® en dos medios afines (Fox News y Breitbart).
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