Guerra a las postales sexistas en Francia
Una organizaci¨®n feminista quiere acabar con una tradici¨®n que impulsa la ¡°cultura de la violaci¨®n¡±
?Qu¨¦ tienen que ver los maravillosos campos de lavanda de la Provenza con los culos torneados de unas chicas? ?Por qu¨¦ la joven que escala en bicicleta el nevado monte Ventoux lo hace en tanga? Para dar envidia de vacaciones a los colegas que se quedaron trabajando en la ciudad, ?hace falta mandar una foto de traseros ¡ªs¨ª, casi siempre son culos, ya sea en tanga, en bikini o en pantal¨®n m¨ªnimo¡ª femeninos? Incluso en la era de Instagram, las tarjetas postales siguen siendo un cl¨¢sico del verano. Pero para la asociaci¨®n feminista francesa Femmes Solidaires, aquellas que, adem¨¢s de paisajes, muestran a mujeres casi siempre j¨®venes, casi siempre semidesnudas, no hacen m¨¢s que prolongar una cultura de degradaci¨®n de la mujer.
1/2 #GenerationNonSexiste #StopCultureDuViol
— Femmes solidaires (@Femmessolidaire) August 1, 2018
Carte#1 en vente pr¨¨s de chez vous ! @MarleneSchiappa @HCEfh @dabousquet @FrancoiseNyssen @csaudiovisuel pic.twitter.com/jtXffaNyVI
Coincidiendo con la aprobaci¨®n en Francia de una ley contra la violencia sexual y sexista que prev¨¦ incluso multas para el acoso sexual en la calle, la organizaci¨®n, que lucha contra la discriminaci¨®n y promueve una educaci¨®n no sexista, ha lanzado una campa?a para acabar con las postales tambi¨¦n sexistas que se siguen pudiendo comprar en muchos quioscos del pa¨ªs y que, afirman, ayudan a ¡°legitimar y trivializar la violencia contra la mujer¡±.
Desde el 1 de agosto y durante todo el mes, la asociaci¨®n publicar¨¢ en sus redes sociales cada d¨ªa una postal de car¨¢cter ¡°sexista y a veces pornogr¨¢fico¡± que, denuncia, no hacen m¨¢s que ¡°contribuir a una cultura de la violaci¨®n que impone una imagen degradante de las mujeres¡± como ¡°objetos consumibles y desechables¡±. Femmes Solidaires dice haber recopilado un centenar de postales de este tipo que les enviaron algunas de sus m¨¢s de 10.000 miembros desde todo el pa¨ªs. Algunas personalidades, como la diputada de Gironda, Sophie Panonacle, se han unido a la campa?a publicando fotos de quioscos donde se vende este tipo de postales.
Les cartes postales sexistes sont aussi en vente ¨¤ #Arcachon ? Avec @Femmessolidaire dites STOP?? #GenerationNonSexiste #NeRienLaisserPasser pic.twitter.com/dT7l8v8DhC
— Sophie Panonacle (@SoPanonacle) August 4, 2018
Seg¨²n la presidenta de Femmes Solidaires, Sabine Salmon, hay que actuar con la misma perspectiva que se hace ante el racismo o la homofobia. ¡°Hay estereotipos por el color de la piel o por la orientaci¨®n sexual y esos clich¨¦s llevan a una discriminaci¨®n que puede generar violencia. Es lo mismo que pasa con el sexismo y la violencia contra las mujeres. Para llegar a la violencia hace falta pasar por la discriminaci¨®n y todo comienza por estereotipos¡±, dijo en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S.
En Francia, una mujer muere cada tres d¨ªas a manos de su pareja, y cada a?o 62.000 m¨¢s son v¨ªctimas de una violaci¨®n o intento de violaci¨®n, seg¨²n cifras oficiales. Una de cada cinco mujeres ha declarado haber sufrido acoso sexual en su trabajo o en alg¨²n momento de su vida, y otro 20% de los franceses declara conocer al menos a una persona que ha sufrido esa situaci¨®n.
Por cifras como estas, Femmes Solidaires busca convencer a las empresas que siguen imprimiendo este tipo de postales para que dejen de hacerlo. Pese al eco medi¨¢tico que est¨¢ teniendo su campa?a, los responsables restan importancia al asunto, que algunos incluso califican de ¡°anecd¨®tico¡±. ¡°Hace a?os que ya no las editamos¡±, dijo Yves Nicolet, de la editorial Cellard, una de las empresas a las que ha hecho su llamamiento la organizaci¨®n feminista. ¡°Hoy en d¨ªa ese es un mercado anecd¨®tico que no corresponde a lo que quiere la gente¡±, agreg¨® en declaraciones a la Agencia France Presse (AFP), si bien subray¨® que esas postales ¡°no vulneran a nadie¡±.
¡°Es un mercado muy restringido¡±, coincidi¨® Eric Leconte, de la editorial Valoire Estel. ¡°Las mujeres desnudas han desaparecido pr¨¢cticamente¡± de este mercado, asegur¨®, intentando a la par, tambi¨¦n, rebajar importancia a este tipo de producto: ¡°Hay otras cosas en el mundo mucho m¨¢s importantes¡±.
Las postales de verano, seg¨²n Femmes Solidaires, generan un volumen de negocios de unos cien millones de euros. Alrededor del 10% de estas tarjetas son del car¨¢cter sexista que denuncia la organizaci¨®n. "No es por tanto tan anecd¨®tico", apunt¨® Salomon, quien se?al¨® tambi¨¦n el fuerte impacto que ha tenido en pocos d¨ªas la campa?a, con comentarios acusando a la organizaci¨®n de actuar a favor del extremismo religioso, entre otros. "Ha habido una explosi¨®n de insultos, jam¨¢s nos hab¨ªan insultado tanto por las redes sociales. Eso nos hace pensar que hemos puesto el dedo en la llaga del debate", consider¨®.
#GenerationNonSexiste #StopCultureDuViol
— Femmes solidaires (@Femmessolidaire) August 4, 2018
Pour ceux qui disent que la #cultureduviol n'existe pas ou ceux qui ne comprennent pas ce que c'est Carte#4 En vente pr¨¨s de chez vous ! @osezlefeminisme @MarleneSchiappa @LaMatinalLCI pic.twitter.com/39qpizZ5LK
En cualquier caso, en vista del eco, Femmes Solidaires ha hecho un llamamiento a ¡°ampliar¡± la campa?a en las redes sociales, ya que, consideran, no hacen m¨¢s que demostrar que sigue habiendo una gran falta de conocimientos en torno a esta cuesti¨®n.?Y es que ¡°no se trata de prohibir por prohibir¡±, precis¨® Sabine Salmon. El objetivo de una campa?a, subray¨®, es ¡°abrir un debate en la sociedad francesa sobre las im¨¢genes sexistas que nos rodean. Y creo que lo hemos logrado ampliamente¡±.
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