Bruselas proh¨ªbe a las empresas europeas secundar el boicot a Ir¨¢n de Trump
La Comisi¨®n Europea amenaza con multar a las compa?¨ªas que desobedezcan
Dos legalidades frente a frente con Ir¨¢n como epicentro del conflicto. Tras romper unilateralmente el pacto nuclear, forjado para frenar el acceso de Teher¨¢n a la bomba at¨®mica, Estados Unidos aprieta el nudo de la soga al reanudar su pol¨ªtica de sanciones contra las empresas que inviertan en Ir¨¢n, sean del pa¨ªs que sean. La Uni¨®n Europea, firme partidaria de la continuidad del acuerdo para salvar la fr¨¢gil paz nuclear, no se queda de brazos cruzados ante el envite estadounidense: este martes activa un mecanismo que proh¨ªbe la salida de compa?¨ªas europeas del pa¨ªs persa.
Enterrada ¡ªpor ahora¡ª el hacha de guerra comercial, Estados Unidos y Europa ensayan el acci¨®n-reacci¨®n que ya representaron en la disputa arancelaria, con la primera, igual que entonces, a la ofensiva, pero ahora con Ir¨¢n como nuevo decorado de la funci¨®n donde dirimir hostilidades. Desde que el reloj super¨® la medianoche en EE UU ¡ªseis de la ma?ana en Espa?a¡ª, el terreno de juego es menos seguro para algunas de las mayores multinacionales del continente. A esa hora, Washington ha reactivado las sanciones contra Ir¨¢n que aparc¨® en 2015, y la UE ha desenfundado el llamado Estatuto de Bloqueo, un arma nunca utilizada por completo, concebida inicialmente para eludir las sanciones contra Cuba ¡ªfinalmente resueltas mediante di¨¢logo¡ª, y ahora erigida en barrera para evitar la desbandada de empresas europeas de Ir¨¢n ante la amenaza de represalias estadounidenses.
La colisi¨®n entre ambas potencias deja entre la espada y la pared a numerosas firmas presentes en el pa¨ªs ¡ªentre ellas tambi¨¦n pymes¡ª. El Estatuto de Bloqueo les proh¨ªbe cumplir con las sanciones de EE UU, y otorga poderes a los Estados miembros para multarles si abandonan Ir¨¢n bajo el argumento del peligro de ser castigadas por Washington. ¡°Los Estados deben adoptar sanciones proporcionadas y disuasorias contra las empresas que no lo respeten¡±, instaban el lunes fuentes comunitarias.
El dilema que planea sobre muchos despachos es de dif¨ªcil resoluci¨®n. Si las compa?¨ªas ceden a la amenaza de Donald Trump, los pa¨ªses europeos pueden multarles. Si contin¨²an como si nada hubiera pasado, es el presidente de EE UU el que puede apretar el gatillo. En este caso, el mecanismo desplegado por Bruselas les ofrece un cierto blindaje: les permite reclamar indemnizaciones por da?os y perjuicios, y anula en la UE cualquier decisi¨®n judicial que las condene por mantener sus negocios con Ir¨¢n. Una protecci¨®n muy limitada para empresas que en muchos casos tambi¨¦n cotizan en EE UU.
Fuentes europeas admiten, de hecho, que el escudo legal no garantiza una protecci¨®n completa a las firmas continentales, entre las que se encuentran gigantes como la petrolera francesa Total, la aerol¨ªnea British Airways, la compa?¨ªa alemana Siemens o la cadena hotelera espa?ola Meli¨¢. ¡°Cada empresa tiene derecho a tomar la decisi¨®n que considere oportuno. Es cierto que si contin¨²an en Ir¨¢n se exponen a sanciones de EE UU y que el Estatuto de Bloqueo les ofrece cierta protecci¨®n, pero no total. No es la panacea¡±, reconocen.
El objetivo comunitario no es promover los intercambios comerciales, sino defender los derechos de las firmas europeas all¨ª presentes. "No se pretende obligar a nadie a invertir en Ir¨¢n, pero se trata de que las empresas se sientan libres y no se vean coartadas por unas normas que consideramos ilegales". Tambi¨¦n convencer a Ir¨¢n de que evite la tentaci¨®n de abandonar el pacto para regresar a la carrera nuclear.
La posibilidad de que alguna sociedad quede puntualmente exenta de la norma y se le permita salir de Ir¨¢n sin penalizaci¨®n est¨¢ sobre la mesa, pero la Comisi¨®n Europea estudiar¨¢ caso por caso las peticiones de este tipo, y no dar¨¢ facilidades. El asunto iran¨ª genera inquietud en el edificio Berlaymont sede de la Comisi¨®n Europea, hasta el punto de que algunos de sus altos cargos han retrasado sus vacaciones este verano para dejar lista la respuesta europea a la crisis.
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