Los retos en seguridad y defensa del nuevo gobierno colombiano
Los grupos armados y la inseguridad urbana son algunos de los problemas que enfrenta Iv¨¢n Duque
Como se esperaba el concepto de seguridad es uno de los tres pilares fundamentales del Gobierno del presidente Iv¨¢n Duque, apenas a unas horas de posesionarse, se dirigi¨® a Tumaco, una de las zonas con mayores desaf¨ªos criminales. Desde all¨ª anunci¨® una serie de medidas, tambi¨¦n como se esperaba era m¨¢s de lo mismo, es decir, lo mismo que se ha hecho en los ¨²ltimos a?os, pero con un tono y un vocabulario m¨¢s agresivo. No debe olvidarse que el expresidente ?lvaro Uribe mont¨® su popularidad sobre su gesti¨®n en la seguridad y armaron la campa?a presidencial, del actual presidente Duque, manifestando que el expresidente Santos era d¨¦bil y le hab¨ªa entregado el pa¨ªs al crimen.
Ahora en el Gobierno, el partido del Centro Democr¨¢tico tiene su prueba de fuego para resolver algunos asuntos de seguridad y mostrar nuevamente su mano dura, con lo cual aspiran a subir en popularidad r¨¢pidamente. En todo caso los primeros anuncios no dicen nada nuevo: dan ultimatos a criminales, anuncian incremento de pie de fuerza y mayor prolongaci¨®n de las operaciones a profundidad. Pero lo cierto es que los retos son variados, complejos, y utilizar las mismas recetas no va a solucionar los problemas. Se podr¨ªa hablar de cinco grandes retos en materia de seguridad.
En primer lugar, hay un reto en cerca de 80 municipios de los 1.122 que tiene el pa¨ªs, donde grupos armados organizados y la guerrilla del ELN tienen sus mayores fortines. Estas zonas fueron copadas por estas organizaciones criminales una vez la entonces guerrilla de las FARC dej¨® las armas. El temor es que Colombia no avance en la estabilizaci¨®n y nos adentremos a una nueva ola de violencia.
El segundo reto, conectado con el anterior, se refiere a la lucha contra las econom¨ªas ilegales, m¨¢s de 170.000 hect¨¢reas de hoja de coca, cerca de 200 municipios con miner¨ªa criminal y 80 municipalidades con rutas de contrabando y trata de personas, hacen de muchas regiones del pa¨ªs un verdadero polvor¨ªn. Aqu¨ª es importante diferenciar una pol¨ªtica de lucha contra organizaciones criminales, de las pol¨ªticas de lucha contra las econom¨ªas ilegales. Muchos estados, como M¨¦xico o Colombia, siempre confunden ambos tipos de pol¨ªticas, pero lo cierto es que son bastante diferentes. Por ejemplo, la estrategia de los Objetivos de Alto Valor, o capturar y capturar jefes de organizaciones criminales no tiene un impacto grande sobre el flujo de una econom¨ªa ilegal, pero s¨ª sobre las organizaciones criminales.
El tercer objetivo es la inseguridad urbana. En Colombia todos los indicadores asociados a la guerra han ca¨ªdo, el homicidio se redujo de una tasa de 34 por cada 100.000 habitantes al 24% en seis a?os, el desplazamiento forzado cay¨®, las desapariciones forzadas est¨¢n en su nivel m¨¢s bajo en d¨¦cadas. Pero a medida que esto indicadores caen, en las ciudades la poblaci¨®n cada d¨ªa se siente m¨¢s insegura. El hurto de celulares, a locales comerciales y el callejero son los principales problemas. El tema en este punto, es que esto no se resuelve con Fuerzas Militares o mayor represi¨®n, la problem¨¢tica es compleja, se requiere mejorar el servicio de justicia, incrementar cuerpos de inteligencia policial en las ciudades y sobre todo desestructurar los flujos econ¨®micos de estos mercados. Es decir, se debe pasar del concepto de defensa al de seguridad ciudadana.
El cuarto reto se refiere a la necesidad de crear una orden coherente en la institucionalidad encargada de la seguridad. Hoy en Colombia, seis instituciones del orden nacional dan directrices en materia de seguridad ciudadana, todas invierten recursos, no hay lineamientos claros de la pol¨ªtica p¨²blica, y todos los alcaldes creen que la seguridad se reduce a pie de fuerza de la Polic¨ªa Nacional. Esto debe acabarse y crear una jerarqu¨ªa institucional clara.
El ¨²ltimo, debe ser la creaci¨®n de una pol¨ªtica criminal, hoy Colombia no la tiene. El sistema penitenciario es un desastre, y no solo por el hacinamiento. Adem¨¢s, el sistema de responsabilidad penal adolescente est¨¢ en crisis e incluso, los ciudadanos para poner una denuncia por robo f¨¢cilmente tardan dos d¨ªas. Habr¨¢ que esperar si el nuevo gobierno se dedicar¨¢ al discurso y la mano dura en las calles, o pasar¨¢ a solucionar los temas de fondo.
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