Mafalda anticip¨® hace m¨¢s de medio siglo la crisis argentina
Las reflexiones de la ni?a m¨¢s famosa del c¨®mic no pierden vigencia ante una nueva subida del d¨®lar y el caso m¨¢s explosivo de corrupci¨®n
El personaje de historieta argentino m¨¢s famoso en el exterior se llama Mafalda. Es una ni?a peque?a y sagaz, que observa perpleja al pa¨ªs y al mundo, se sorprende ante el absurdo de sus mayores y formula las preguntas m¨¢s ingenuas que, a la vez, son tambi¨¦n las m¨¢s relevantes. Mafalda es, para m¨¢s datos, feminista, fan¨¢tica de los Beatles y enemiga ac¨¦rrima de la sopa. En una de las tiras, la ni?a reflexiona sobre la crisis argentina. "Yo era as¨ª y ya o¨ªa decir que el pa¨ªs estaba en crisis...", dice en el primer cuadro, y se se?ala la cintura. "Ya voy por ac¨¢ y sigo oyendo decir que el pa¨ªs est¨¢ en crisis", y marca con la mano su estatura. Luego remata: "?La crisis tendr¨¢ hormonas de crecimiento para llegar hasta d¨®nde?".
Esa pregunta es completamente aplicable a lo que se est¨¢ viviendo en Argentina: una vez m¨¢s, la crisis es la protagonista. Lo curioso es que el c¨®mic fue publicado en los sesenta: ?hace cincuenta a?os! El hombre no hab¨ªa llegado a la luna. No exist¨ªan los celulares, ni las computadoras personales; Diego Maradona era una criatura y Lionel Messi no estaba ni en los planes. Eso, seguramente, es una virtud de Quino, el autor de Mafalda: las verdaderas obras de arte, se sabe, son las que sobreviven en el tiempo. Pero tambi¨¦n, ?ay!, es una descripci¨®n de Argentina.
En los ¨²ltimos d¨ªas, hundido por la crisis turca, el peso se volvi¨® a devaluar un 10%, lo que redunda en un 55% por ciento de depreciaci¨®n desde abril. La inflaci¨®n del ¨²ltimo bimestre supera el 6%. La ca¨ªda de la econom¨ªa el ¨²ltimo mes es mayor al 5%. Son n¨²meros que estremecer¨ªan a cualquier persona en otro pa¨ªs. Aqu¨ª tambi¨¦n eso sucede. Pero la vida sigue: la crisis es una compa?¨ªa de toda la vida, una piedra en el zapato con la que los argentinos estamos acostumbrados a caminar. Lo que ocurre no es nada que Mafalda y sus amiguitos no conocieran.
Esta crisis, como todas, tienen sus condimentos particulares. El presidente del pa¨ªs, como se sabe, es un empresario de centro derecha llamado Mauricio Macri. La poblaci¨®n lo vot¨® porque era la alternativa m¨¢s articulada a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, su antecesora. Dos a?os y medio despu¨¦s de la asunci¨®n, est¨¢ claro que Macri no tiene mucha idea de qu¨¦ hacer con el pa¨ªs: as¨ª lo siente el 60% de la poblaci¨®n que, asegura, jam¨¢s lo volver¨ªa a votar.
La l¨ªder de la oposici¨®n es, justamente, Cristina Kirchner. En estos d¨ªas, Kirchner tiene serios problemas: una decena de empresarios de primer nivel y exfuncionarios han confesado ante la Justicia c¨®mo participaban en un circuito de sobornos vinculados a la obra p¨²blica, donde ella y su esposo jugaban un rol central. Exchoferes, pilotos de avi¨®n privado, ejecutivos de las principales empresas, recaudadores de todo tipo, encargados de edificio, acusan a la expresidenta de participar de un reparto impresionante de dinero en efectivo, que viajaba por el pa¨ªs en bolsas y maletas. No est¨¢ presa solamente porque los fueros de senadora la protegen. 60% de la poblaci¨®n asegura que jam¨¢s la volver¨ªa a votar.
El alto rechazo que generan Macri y Kirchner convive con un dato curioso: son los dos candidatos con m¨¢s posibilidades de ser presidentes el a?o que viene porque, en sus tribus, siguen gozando de amplio consenso y no hay aun nadie que pueda romper ese c¨ªrculo vicioso. Adem¨¢s, los principales empresarios aparecen involucrados en la red de corrupci¨®n que se conoce en estos d¨ªas. La mayor¨ªa de los sindicalistas andan en potentes autos de ¨²ltimo modelo. Y hasta los dirigentes de la Asociaci¨®n de F¨²tbol no resistir¨ªan una investigaci¨®n superficial. Por donde uno mire, aparecen los s¨ªntomas de una patolog¨ªa profunda. Cuando hay plata, esas cosas se disimulan. Pero a las vacas flacas se le ven todas las costillas. Y son ¨¦pocas de vacas flacas.
Hace cincuenta a?os, los Estados Unidos estaban atrapados en la guerra de Vietnam y sacudidos por el surgimiento del hippismo, Espa?a era gobernada por un dictador, Alemania estaba dividida en dos por un muro. Nada de eso ocurre hoy. En cambio, Argentina hace medio siglo estaba atrapada por un serio problema de falta de divisas, fuga de capitales, un fuerte proceso inflacionario, un enfrentamiento pol¨ªtico irreductible, y un comportamiento pendular repetido. Estamos como entonces.
Si Mafalda resucitara, tanto tiempo despu¨¦s de que su autor dejara de dibujarla, entender¨ªa todo lo que ocurre sin ning¨²n problema. En 1993, se public¨® una monumental antolog¨ªa con todas sus historietas. Ese libraco incluy¨® algunos dibujos in¨¦ditos. Uno de ellos correspond¨ªa a agosto de 1971. Mafalda tiene una expresi¨®n temerosa, un tanto desorbitada. Dice: "Yo no quiero a mi inflaci¨®n, ?y usted?". El peso se acababa de devaluar con fuerza. Como esta semana, como en el 2016, como en el 2014, como ocurre desde siempre en Argentina.
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