El Centro Democr¨¢tico: entre el discurso y la pr¨¢ctica
El partido del expresidente ?lvaro Uribe se opone al sistema de justicia ideado para juzgar los cr¨ªmenes de medio siglo de guerra en Colombia
Cuando se trata de temas pol¨ªticos siempre hay distancias grandes entre el discurso y la pr¨¢ctica: los mandatarios m¨¢s corruptos en el continente se han hecho elegir con discursos de lucha contra la corrupci¨®n. Las guerras en nombre de religiones o modelos de gobierno como la democracia generalmente cubren intenciones de conquistar recursos de diferentes naciones, y ni que decir, de los discursos moralistas de l¨ªderes pol¨ªticos y religiosos que esconden la violencia sistem¨¢tica en sus hogares. De todo esto hay ejemplos que pululan en el mundo. Con el tiempo se terminan derrumbando las mentiras. Tal vez esto sea lo que sucede en Colombia con el partido Centro Democr¨¢tico, que es la estructura pol¨ªtica del expresidente ?lvaro Uribe y el actual presidente Iv¨¢n Duque. La historia es la siguiente.
Durante 2016 el partido del exmandatario promovi¨® el No en el plebiscito por la paz. El argumento era sencillo: para este partido el modelo de Justicia Transicional tra¨ªa impunidad y por ende los criminales deb¨ªan ser castigados fuertemente. Sin embargo, una vez ganaron, lo primero que pidieron es sacar o evitar que los expresidentes, entre ellos ?lvaro Uribe, pasaran por la JEP o Jurisdicci¨®n Especial para Paz. La pregunta era sencilla: ?si el sistema tra¨ªa tanta impunidad, no era mejor para el uribismo dejar al expresidente ah¨ª y as¨ª garantizar que no le pasar¨¢ nada judicialmente en sus m¨²ltiples investigaciones derivadas de acciones que sucedieron en el marco del conflicto armado?.
En 2017, pas¨® exactamente lo mismo, en medio de las eliminatorias al mundial de futbol, momento en el que el pa¨ªs se paraliza, y durante la reforma constitucional que creaba la JEP, entre el partido Cambio Radical y el Centro Democr¨¢tico aprobaron una proposici¨®n seg¨²n la cual los pol¨ªticos y empresarios que fueron determinadores de acciones en el marco del conflicto armado saldr¨ªan de la JEP. Es decir, el modelo de justicia transicional no los podr¨ªa ni investigar, ni requerir en ninguna diligencia. Nuevamente hab¨ªa una duda, pues dec¨ªan que la JEP tra¨ªa impunidad y mientras dec¨ªan eso en p¨²blico, por debajo de la mesa y en la euforia futbol¨ªstica, exclu¨ªan determinadores de la guerra.
Una vez el uribismo logr¨® la presidencia, hace algunos d¨ªas, el primer acto fue emprenderla contra la JEP y la Comisi¨®n de la Verdad. Pero la semana pasada destaparon las cartas abiertamente, los pepresentantes a la C¨¢mara del Cetro Democr¨¢tico presentaron un proyecto de reforma constitucional, que busca adicionarle un art¨ªculo a la Constituci¨®n colombiana, que dice lo siguiente:
¡°La Comisi¨®n para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetici¨®n; la Unidad de B¨²squeda de Personas dadas por Desaparecidas en el contexto y en raz¨®n del conflicto armado; la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, y cualquier otro mecanismo que forme parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparaci¨®n y No Repetici¨®n; en ning¨²n caso y bajo ninguna circunstancia, podr¨¢ solicitar, requerir, pedir u oficiar a las entidades p¨²blicas de cualquier orden, a los organismos de control, a los servidores p¨²blicos y a los particulares que cumplan o cumplieron funciones p¨²blicas, informaci¨®n, datos, documentos de car¨¢cter reservado, informaci¨®n sometida a reserva¡¡±
M¨¢s adelante dicen que el desconocimiento constituir¨¢ una falta grav¨ªsima para el que solicite o suministre la informaci¨®n, y en la secci¨®n de exposici¨®n de motivos de la reforma constitucional dice textualmente que en la Comisi¨®n ¡°existen matices ideol¨®gicos, donde la mayor¨ªa de sus miembros son de una tendencia de izquierda¡±.
El uribismo ha destapado sus cartas. Si la JEP y la Comisi¨®n de la Verdad traen mucha justicia se privilegia la verdad y sobre todo se garantiza el derechos a la no repetici¨®n. Muchos sectores que se beneficiaron de la guerra est¨¢n muertos de p¨¢nico por la posibilidad de que la justicia los requiera.
Tambi¨¦n se debe recordar que la guerra en Colombia dejo tres grandes botines: la tierra; el poder pol¨ªtico local y el mapa de la producci¨®n regional. Sobre el primer tema, m¨¢s de seis millones de hect¨¢reas fueron despojadas, en su mayor¨ªa a peque?os campesinos, la mayor¨ªa de esa tierra termin¨® en manos de pol¨ªticos, empresarios e incluso miembros de las altas Cortes de Justicia en Colombia. Los sectores que nos gobiernan ganaron la guerra y ellos saben que si hay paz y justicia tendr¨¢n que devolver lo que robaron, por eso quieren destruir el sistema de Justicia Transicional.
Mientras esto ocurre, la sociedad civil se organiza. Tal vez logren destruir este sistema jur¨ªdico, pero muchas ONGs est¨¢n recopilando informaci¨®n con la esperanza de que la justicia alg¨²n d¨ªa llegue para todos los actores de la guerra y no solo para una parte.
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