?scar Camps, una br¨²jula ante los migrantes en el Mediterr¨¢neo

Es un hombre con una misi¨®n: que nadie muera ahogado en el mar. ?scar Camps, como todo marino, lo lleva en el ADN. Lo primero ante un naufragio es salvar vidas. Todo lo dem¨¢s, absolutamente todo, pasa a ser secundario para ¨¦l y su equipo de Open Arms, que han rescatado a 59.395 personas en el Mediterr¨¢neo durante los ¨²ltimos tres a?os. Pocos lugares hay donde las circunstancias igualen tanto al ser humano. Si tu barco se hunde, lo mismo da que seas migrante o millonario. El fundador de Proactiva Open Arms personifica como pocos el empe?o de un pu?ado de organizaciones no gubernamentales (ONG) por evitar que las personas que zarpan de Libia se ahoguen camino a una Europa que considera prioritario frenarlos.

Desde el agua, frente a alguien que agita los brazos porque le falta el aire o lleva d¨ªas empapado de gasolina en un bote de goma, las cosas se ven distintas de c¨®mo se perciben desde el sal¨®n de casa o en los despachos. ¡°No es lo mismo ver un muerto que ver morir¡±, explicaba Camps (Badalona, 1963) a El Peri¨®dico de Catalu?a en 2016, al rememorar la vez que subieron 29 cad¨¢veres a bordo.

En 2015, este due?o de una firma de socorrismo puso 15.000 euros para sacar a navegar al Open Arms

Conviene tener esto en cuenta, y la creciente hostilidad hacia organizaciones como la que lidera, cuando se leen sus tuits, esos que Camps lanza como dardos contra los mandatarios europeos. ¡°Felicito a Espa?a por el Aquarius, pero no se puede continuar as¨ª¡±, declar¨® a principios de mes el comisario de Inmigraci¨®n, Dimitris Avramopoulos. Camps le respondi¨® en un tuit: ¡°Yo le felicito a usted. En vez de dos d¨ªas a la deriva los dejamos tres, as¨ª se ahogan todos. Nosotros nos ahorramos unos pocos miles de euros en combustible, seguramente la misma cantidad que usted se gastar¨¢ en tres viajes en primera clase y ellos desaparecen sin testigos¡±.

La misi¨®n secundaria de este pol¨ªglota ¡ªhabla castellano, catal¨¢n, franc¨¦s e ingl¨¦s¡ª que no acab¨® la carrera de Bellas Artes es que el mundo sepa lo que ocurre en esos rincones del Mediterr¨¢neo. Ese pulso entre la vida y la muerte. Camps considera a los Veintiocho c¨®mplices porque ¡°est¨¢n formando cazadores de migrantes¡± para la Guardia Costera libia. No se cansa de repetir que la UE no hace todo lo que podr¨ªa para salvar a los inmigrantes.

Solo las ONG y la Guardia Costera de Malta e Italia tienen como prioridad el rescate. Aunque los barcos militares europeos tienen que socorrer a quien lo necesite, su misi¨®n principal es proteger las fronteras exteriores y actuar cuando ven un delito. Los cr¨ªticos de Camps le tachan de demagogo, y un juez italiano investiga a dos miembros de su ONG por ayudar a la inmigraci¨®n ilegal, pero les devolvi¨® el barco que confisc¨® cautelarmente.

Gente que lo trata dice que es un hombre con mucho car¨¢cter, de prontos, impulsivo, pero un buen tipo que cree en lo que hace y da la batalla. En septiembre de 2015 la foto del ni?o Aylan ahogado en una playa turca le conmovi¨® como a millones de europeos. Pero para ¨¦l supuso un cambio radical en su vida profesional y personal. Escribi¨® a varias ONG (M¨¦dicos Sin Fronteras, Sea Watch, MOAS¡­), al Gobierno de Espa?a, a Frontex¡­ para ofrecer la experiencia de su empresa, que gestionaba a cientos de socorristas en playas espa?olas. Solo Sea Watch respondi¨®, as¨ª que se plant¨® con su hombre de confianza, Gerard Canals, en Lesbos (Grecia) para ayudar. En unas horas estaban en ba?ador sacando a sirios del agua.

La ONG Proactiva Open Arms se fund¨® ese mismo oto?o, por tel¨¦fono desde aquella isla, por sugerencia de un directivo de Human Rights Watch. Camps puso 15.000 euros de sus ahorros para un barco. Las primeras donaciones llegaron de EE?UU. Como ¨¦l mismo ha contado, pasaron de buscar ni?os perdidos y aliviar picaduras de medusa a ¡°salvar vidas de verdad¡±. A partir de ah¨ª todo ha sido intenso y veloz. ¡°Es un idealista, un poco visionario, quien marca el camino. ?scar nos ha llevado a hacer bastantes locuras, y nos ha dado experiencias muy gratificantes¡±, cuenta Canals, coordinador de operaciones de la ONG.

¡°No es lo mismo ver un muerto que ver morir¡±, recordaba en 2016 tras subir 29 cad¨¢veres a bordo

Camps es la br¨²jula de Open Arms. La suya la primera ONG que tuvo un barco de rescate en aguas griegas. Casi todas las personas que se embarcan en el Open Arms para realizar labores humanitarias, a diferencia de los del Aquarius, son voluntarias. Camps y los suyos han logrado subir a bordo a cientos de profesionales. ¡°Han estado los mejores de Salvamento Mar¨ªtimo, del rescate con helic¨®pteros, de alta monta?a¡­¡±, asegura el buzo Fernando Garfella, voluntario en siete misiones.

Camps ha logrado sacar a muchos ciudadanos de su zona de confort. Moviliz¨® a los oscarizados Javier Bardem y Pen¨¦lope Cruz. En julio pasado, Marc Gasol se embarc¨® tras finalizar la temporada de la NBA. TV3 y Salvados, de Jordi ?vole en La Sexta, popularizaron su causa, algo clave porque los donativos dependen de cu¨¢n visibles sean. Afirman que el 95% de su financiaci¨®n es privada y que el 94% de su presupuesto va a los rescates.

En su nueva vida pas¨®, como ¨¦l ha confesado, de ¡°ser un mal padre a un p¨¦simo padre¡± de sus cuatro hijos. La causa de los migrantes llev¨® a Camps a descuidar su empresa ¡ªProactiva Serveis Aqu¨¤tics, que vive de los concursos p¨²blicos¡ª hasta tal punto que la tuvo que dejar en manos de un hermano de Canals. El polarizante proceso independentista catal¨¢n tambi¨¦n pas¨® factura a la ONG. Los donativos de fuera de Catalu?a, la mayor¨ªa, cayeron. La organizaci¨®n sostiene que fue porque el proc¨¦s invisibiliz¨® su causa durante meses.

Como el resto de ONG, saben que no son la soluci¨®n, sino un s¨ªntoma de las dificultades, la incapacidad o el desinter¨¦s pol¨ªtico en abordar el fen¨®meno de la inmigraci¨®n de manera global y serena. Su misi¨®n s¨ª tiene un impacto vital para los miles de personas rescatadas. Al fundador de Open Arms le gusta recordar que muchos de ellos tambi¨¦n huyen del terrorismo; y que los espa?oles fuimos emigrantes hace tres cuartos de hora. La diferencia es que aquellos espa?oles eran invitados por pa¨ªses que necesitaban mano de obra. Llegar hoy a Europa por v¨ªas legales es pr¨¢cticamente imposible. Salvo para genios o ricos.