La UE no logra un acuerdo sobre el barco con 150 migrantes atracado en Catania

Bruselas insisti¨® en que el objetivo del encuentro era tratar sobre la creaci¨®n de mecanismos estables para aparcar la improvisaci¨®n que marca actualmente la pol¨ªtica migratoria en la Uni¨®n, pero la creciente presi¨®n de Italia hizo que el Diciotti se colara en la agenda. La reuni¨®n termin¨® sin un acuerdo que permita rebajar la tensi¨®n con las autoridades alpinas, pese a que el tiempo corre en contra. Italia elev¨® su desaf¨ªo a la UE y lanz¨® un ¨®rdago de consecuencias imprevisibles al amenazar con retirar su aportaci¨®n al presupuesto europeo si no hab¨ªa redistribuci¨®n de los inmigrantes ayer mismo.

Dentro de la embarcaci¨®n, la situaci¨®n empeora conforme pasan las horas. Un grupo de inmigrantes, hartos de esperar, inici¨® una huelga de hambre para pedir su desembarco inmediato. Unas 150 personas rescatadas en el Mediterr¨¢neo siguen en la patrullera atracada en el puerto de Catania desde el lunes, durmiendo en cubierta, expuestos a una climatolog¨ªa adversa, y algunos enfermos. Dada la procedencia de los 27 menores a los que han podido bajar a tierra ¡ªEritrea y Somalia, dos pa¨ªses sumidos en conflictos armados¡ª los 150 migrantes podr¨¢n acogerse con relativa facilidad al estatuto de refugiado.

La Comisi¨®n Europea sostiene que est¨¢ haciendo todo lo posible, en su papel de coordinadora, para que desembarquen cuanto antes. Y advirti¨® a Roma de que no se dejar¨¢ intimidar por la ret¨®rica del chantaje. La magnitud del reto lanzado por los l¨ªderes italianos tiene p¨®lvora suficiente para abrir una brecha may¨²scula, aunque m¨¢s all¨¢ de la escalada verbal, pocos creen que llegue finalmente a materializarse. El ministro del Interior, Matteo Salvini, l¨ªder de la Liga, y el vicepresidente Luigi Di Maio, del Movimiento 5 Estrellas, se han embarcado en una competici¨®n por erigirse en portavoces de la narrativa del enemigo exterior con Bruselas como diana, la misma que tantos r¨¦ditos electorales les ha proporcionado hasta ahora. Salvini coquetea con saltarse las reglas comunitarias y devolver a los inmigrantes a los puertos de los que han salido. Y Di Maio ha sido el que ha puesto encima de la mesa el fin de la contribuci¨®n a las cuentas de la UE.

El comisario europeo de Presupuestos, el alem¨¢n G¨¹nther Oettinger, ha alertado a Italia de las consecuencias de un acto de ese tipo. "Si Italia se negara a pagar su contribuci¨®n al presupuesto europeo ser¨ªa la primera vez en la historia de la UE. El atraso en el pago generar¨ªa intereses. Y ser¨ªa una violaci¨®n de las obligaciones de los Tratados que conducir¨ªa a posibles sanciones m¨¢s graves", ha advertido a trav¨¦s de Twitter.

Divisiones en el Gobierno

La amenaza de Di Maio es de tal calibre que otros miembros del Gobierno se han visto obligados a tratar de apagar el incendio: ¡°Pagar contribuciones a la UE es un deber legal. Discutiremos sobre este y otros temas¡±, rebati¨® el ministro de Exteriores, Enzo Moavero, uno de los principales contrapesos a los instintos euroesc¨¦pticos que dominan la coalici¨®n xen¨®fobo-populista.

Pero el fracaso en resolver la emergencia del Diciotti en Bruselas, adem¨¢s de evidenciar las profundas divisiones en el seno de la UE, mantiene abierta la caja de los truenos. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, calific¨® de ¡°hip¨®critas¡± a sus socios. ¡°De nuevo vemos la distancia, que se convierte en hipocres¨ªa, entre palabras y hechos¡±, lament¨®.

Las relaciones entre Italia y Bruselas han vivido momentos tensos desde el cambio de Gobierno, pero su potencial para tocar fondo parece no tener l¨ªmites. Y las perturbaciones pueden acentuarse en octubre, cuando Roma debe recibir el visto bueno de la Comisi¨®n Europea a sus presupuestos.

En medio de ese choque de trenes, Salvini no ha cambiado un ¨¢pice su postura contraria a dejar pisar tierra a los inmigrantes del Diciotti. Y la situaci¨®n a bordo comienza a ser extrema. Una delegaci¨®n independiente confirm¨® varios casos de sarna. Y este viernes, un fuerte temporal azot¨® la ciudad de Catania y oblig¨® a la Guardia Costera proteger a los inmigrantes de la lluvia con toldos improvisados y cartones.