Duque se desmarca de las cr¨ªticas de Uribe y pide a la ONU que ampl¨ªe la misi¨®n de paz

El presidente colombiano, Iv¨¢n Duque, solicit¨® el jueves a Naciones Unidas que ampl¨ªe un a?o la misi¨®n de verificaci¨®n de los acuerdos de paz con las FARC. La petici¨®n, realizada a trav¨¦s de una misiva dirigida al secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, y a Karen Pierce, presidenta del Consejo de Seguridad, fue acordada con la direcci¨®n de la antigua guerrilla y busca extender la observaci¨®n relacionada con la reincorporaci¨®n de los excombatientes y la protecci¨®n de las comunidades especialmente en las zonas rurales. Este paso, adelantado por El Espectador, supone un gesto de continuidad del nuevo mandatario y encierra algunos mensajes sobre sus planes con respecto a la aplicaci¨®n de los acuerdos.

En primer lugar, confirma que no tiene intenci¨®n de "hacer trizas" lo pactado en La Habana, como demandaban los sectores m¨¢s intransigentes de su coalici¨®n. En segundo lugar, aunque Duque mantiene la voluntad de modificar algunos aspectos del texto, demuestra su confianza en la misi¨®n de la ONU, lo que le aleja de las cr¨ªticas vertidas con frecuencia por el expresidente ?lvaro Uribe y el partido que este fund¨®, el Centro Democr¨¢tico.? "Agradecemos el apoyo de las Naciones Unidas en el proceso de construcci¨®n de paz en Colombia para lograr una implementaci¨®n r¨¢pida de los contenidos del acuerdo de paz", se lee en la carta.

"Consideramos que la supervisi¨®n internacional es muy importante para ayudarnos a nosotros en el ejercicio de la legalidad, y a permitir que la base guerrillera haga una transici¨®n de desmovilizaci¨®n, desarme y reinserci¨®n que sea exitosa, obviamente contando tambi¨¦n con su apoyo para verificar que no haya repetici¨®n", se?al¨® este viernes el presidente. "Creo que esa esa una misi¨®n que contribuye al deseo nuestro, que ha sido siempre no destruir los acuerdos, pero adelantar aquellos correctivos que van encaminados a que las cosas que van saliendo mal no representen una amenaza a la seguridad p¨²blica", agreg¨®.

El pasado 27 de julio, el Consejo de Seguridad reafirm¨® su compromiso de "seguir trabajando con Colombia en la implementaci¨®n del acuerdo de paz a fin de garantizar una paz duradera en los meses y a?os venideros" y salud¨® el proyecto de gobierno anunciado por Duque en lo referente a "promover la unidad y superar la polarizaci¨®n". Con esta premisa, destac¨® "la importancia de que la comunidad internacional contin¨²e estrechamente involucrada para seguir apoyando y alentando el trabajo de Colombia para implementar el acuerdo de paz".

A pesar de estas coincidencias, a lo largo de su carrera pol¨ªtica Uribe y su formaci¨®n han lanzado duras cr¨ªticas a la ONU, y en particular a la misi¨®n de verificaci¨®n que despleg¨® en Colombia con motivo del pacto que el Gobierno de Juan Manuel Santos sell¨® con las FARC en noviembre de 2016.

En el episodio m¨¢s reciente se remonta al pasado mes junio, cuando la bancada uribista rechaz¨® con vehemencia el pronunciamiento de la misi¨®n de verificaci¨®n en el que ped¨ªa al Congreso remover los ¡°obst¨¢culos¡± para aprobar las reglas de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), dilatadas por el Centro Democr¨¢tico en su tr¨¢mite legislativo. La bancada, que se autoproclam¨® como la ¡°mayor responsable de la elecci¨®n del presidente electo Iv¨¢n Duque¡±, declar¨® en un comunicado que no aceptaba las ¡°exigencias¡± de la ONU.

Los ataques fueron especialmente mordaces al comienzo del 2017, durante los primeros meses de la implementaci¨®n de los acuerdos, cuando se conoci¨® un v¨ªdeo en el que observadores de la ONU aparec¨ªan bailando con guerrilleras, en la celebraci¨®n de A?o Nuevo, en uno de los campamentos en que se agrupaban los rebeldes para preparar su tr¨¢nsito a la vida civil. El episodio se sald¨® con el retiro de los funcionarios involucrados en el comportamiento que la ONU calific¨® como ¡°inapropiado¡±.