Mauricio Macri cumple 1.000 d¨ªas en el poder acorralado por los mercados
El presidente de Argentina enfrenta la peor crisis de popularidad de su mandato en medio de un duro ajuste fiscal
Macri ha cumplido esta semana 1.000 d¨ªas como presidente. El 10 de diciembre de 2015, minutos despu¨¦s de asumir, bail¨® al ritmo de una cumbia en el m¨ªtico balc¨®n de la Casa Rosada. Nada pod¨ªa salir mal. El mundo recib¨ªa con los brazos abiertos a este amigo de los mercados dispuesto a desarmar los desaguisados econ¨®micos de 12 a?os de kirchnerismo. Pero su estrella se ha apagado. La econom¨ªa est¨¢ en crisis y Macri ha dilapidado las expectativas. Por primera vez, su figura suma m¨¢s rechazo que apoyo entre los argentinos.
¡°He vivido los peores cinco meses de mi vida¡±, dijo Mauricio Macri d¨ªas atr¨¢s, cuando anunci¨® que el pa¨ªs deb¨ªa volver, por segunda vez desde junio, a negociar un rescate con el FMI. Fue el corolario de una crisis que no sabe cu¨¢ndo empez¨® ni cuando termina. Los argentinos pasaron en dos a?os y medio de creer con optimismo en un futuro mejor al miedo a lo que vendr¨¢. Macri est¨¢ pagando el precio de sus errores, pero tambi¨¦n de sus promesas. La ¡°lluvia de inversiones¡± nunca lleg¨®, la inflaci¨®n no baj¨® y por primera vez en muchos a?os el valor del peso frente al d¨®lar se col¨® en las conversaciones diarias.
Macri asumi¨® en diciembre de 2015 con una imagen positiva del 66%, una cifra inusual construida durante la campa?a como espejo de la expresidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Hoy, la popularidad del presidente ha ca¨ªdo hasta el 45%, seg¨²n datos de la consultora Isonom¨ªa. El quiebre se produjo en junio, cuando el Gobierno pidi¨® la primera ayuda al Fondo. Ese fue el mes en que la imagen negativa de Macri super¨® por primera vez a la positiva. A partir de entonces todo ha sido cuesta arriba. ?Qu¨¦ ha pasado? ¡°Macri siempre estuvo anclado en las expectativas. El presente era regular, pero el argentino ve¨ªa un futuro que promet¨ªa. Esa l¨®gica de anclaje en el futuro fue una figura explicativa del Gobierno. El problema es que ahora est¨¢ erosionada y crece la desconfianza¡±, dice Pablo Knopoff, socio fundador de Isonom¨ªa.
Macri inici¨® su gobierno como un vendaval. En pocos meses pag¨® la deuda heredada con los llamados ¡°fondos buitre¡±, orden¨® las estad¨ªsticas oficiales, aprob¨® con apoyo del peronismo leyes clave para luchar contra la corrupci¨®n y el narcotr¨¢fico y, sobre todo, dio un inusitado impulso a la obra p¨²blica. Fueron tiempos en que incluso se anim¨® a medidas antipopulares, como el aumento de las tarifas de los servicios p¨²blicos, mientras apostaba al ¡°gradualismo¡± para reducir gastos sin afectar la situaci¨®n social. Recib¨ªa a cambio miles de millones de d¨®lares de inversores atra¨ªdos por beneficios r¨¦cord y el apoyo cara a cara de los principales l¨ªderes mundiales, que por primera vez se tomaban un avi¨®n para viajar hasta Buenos Aires, como Barack Obama o ?ngela Merkel. Al fin un presidente no peronista se encaminaba a una gesti¨®n sin sobresaltos, con la reelecci¨®n como horizonte en 2019.
¡°Los sue?os reeleccionistas tempraneros generaron un descalabro¡±, advierte Marcelo Bermol¨¦n, director del Programa de calidad institucional de la Universidad Austral. ¡°Es lo que le suele pasar a los pol¨ªticos argentinos. Las decisiones no se toman en funci¨®n de las necesidades del pa¨ªs sino por necesidad electoral. Por eso Macri se qued¨® a mitad de camino en las expectativas que gener¨®. Aunque mantiene un n¨²cleo antikirchnerista que lo sigue apoyando por temor al regreso del pasado, hasta ahora ha mostrado m¨¢s slogans de campa?a que logros¡±, opina.
Los n¨²meros de la econom¨ªa no ayudan a Macri a concretar lo prometido, sintetizado en las frases ¡°revoluci¨®n de la alegr¨ªa¡± y ¡°pobreza cero¡±, que ya no usa. En diciembre pasado, el Gobierno vaticin¨® un crecimiento de la econom¨ªa del 3,5%, pero el PIB caer¨¢ 2,4%, seg¨²n las proyecciones de Morgan Stanley. La inflaci¨®n, estimada para este a?o en 15%, llegar¨¢ a diciembre por arriba del 40%. El mecanismo de la tormenta est¨¢ bien aceitado. Ante el miedo, los argentinos se vuelcan al d¨®lar y aceleran la depreciaci¨®n del peso. Si el peso vale menos, sube la inflaci¨®n. Si sube la inflaci¨®n, cae el cr¨¦dito, se paraliza el consumo y ya no faltar¨¢ mucho para que crezcan el desempleo y la pobreza. Este c¨ªrculo vicioso es dif¨ªcil de parar, sobre todo si uno se encuentra en medio de un duro ajuste fiscal, como Macri.
La huida de capitales de los mercados emergentes, producto de la subida de tasas en EEUU, oblig¨® a Argentina a apretar el cintur¨®n antes de lo planeado. Macri prometi¨® al FMI que en 2019 llegar¨¢ al d¨¦ficit cero primario (saldo antes del pago de la deuda)?a cambio de acelerar la entrega del rescate de 50.000 millones de d¨®lares acordado en junio. El Presidente suma nuevas ¡°palabras malditas¡± para la opini¨®n p¨²blica: a FMI y ajuste, ahora habla de d¨¦ficit cero. Todas ellas son r¨¦moras de la crisis que anticip¨® la debacle de 2001, aunque no hay quien no se esfuerza por aclarar que hoy nada es igual a aquello, porque el peso flota, los bancos est¨¢n sanos y, sobre todo, EEUU est¨¢ dispuesto a tender una mano generosa.
En este escenario de crisis, Macri est¨¢ obligado a reinventarse, porque ya no le alcanza el relato de campa?a. ¡°El Gobierno se explicaba mejor por no ser como Kirchner que por cosas propias. Han pasado 1.000 d¨ªas y Kirchner sigue existiendo, pero el posicionamiento de Macri depende ahora, tambi¨¦n, de c¨®mo gobierne. La imagen de Macri se tensiona cuando se piensa qui¨¦n es y qui¨¦n esperaba la sociedad que fuera¡±, dice Knopoff. ¡°Macri reitera que est¨¢ en el camino correcto, pero la realidad le impone cambios. Tendr¨¢ que consensuar con su propia alianza, deber¨¢ mostrar austeridad, apego a la ley, dialogo y equilibrar la econom¨ªa con la vista puesta en las franjas m¨¢s vulnerables¡±, agrega Bermol¨¦n. El futuro pol¨ªtico de Macri depende de ello.
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