El para¨ªso en la otra esquina
Argentina est¨¢ en medio del desierto pese a las promesas de tierra prometida de su presidente
El relato que Mauricio Macri formula sobre su presidencia tiene cierta reminiscencia b¨ªblica. ?l no lo presenta de esa manera. Tal vez no haya le¨ªdo la Biblia o no haya pensado el punto. Pero aparece una y otra vez. Macri explica siempre que recibi¨® una Argentina devastada por la corrupci¨®n populista. Y que se propone guiarla hacia un estado de crecimiento genuino, armon¨ªa e integraci¨®n social. En el camino habr¨¢ dolor, errores, marchas y contramarchas en el desierto, hasta que finalmente el pueblo hebreo llegue a la tierra prometida. Es discutible que eso sea lo que est¨¢ pasando en Argentina. Lo que es seguro, en cambio, es que el pa¨ªs est¨¢ en medio del desierto. Los vientos soplan fuerte, la piel se reseca, los oasis no aparecen y, en estas condiciones, a cada vez m¨¢s personas les cuesta creer que el destino sea, finalmente, la tierra prometida.
El presidente ha anunciado varias veces que el horizonte estaba a la vuelta de la esquina. Pero el horizonte se comport¨® como lo que es y se fue corriendo cada vez. El d¨ªa que gan¨® la elecci¨®n proclam¨®: ¡°El lunes empieza la fiesta en la Argentina¡±. Cuando qued¨® claro que eso no ocurr¨ªa, explic¨® que en el segundo semestre de 2016 llegar¨ªan los buenos tiempos. Cuando parec¨ªa que hab¨ªa pasado lo peor, estall¨® la corrida que a¨²n sacude al pa¨ªs. ¡°?bamos bien pero pasaron cosas...¡±, dijo el presidente. ¡°Fueron los peores cinco meses de mi vida¡±, confes¨®. Y as¨ª estamos, a¨²n deambulando por los m¨¦danos.
No se puede negar, de todos modos, que la traves¨ªa ha sido entretenida. Hubo de todo. Aumentos de tarifas, inflaci¨®n, momentos de alivio, triunfos electorales del presidente, prisi¨®n para referentes de la corrupci¨®n del per¨ªodo anterior, llegada masiva de capitales financieros, huida masiva de capitales financieros, discusiones febriles sobre el aborto, el regreso del Fondo Monetario Internacional, manifestaciones de cientos de miles para un lado, para el otro, m¨¢s aumentos de tarifas y una bruta devaluaci¨®n. Ahora, en medio del desierto, entre los que marchan en la arena, reina una gran incertidumbre. ?No nos habremos metido en tierras tan inh¨®spitas y, en lugar de llegar a un vergel, moriremos todos de hambre y de sed? ?Sabr¨¢ este hombre testarudo e improvisado abrir las aguas del mar Rojo?
Lo que no ha cambiado es el perfil b¨ªblico del relato, menos ahora que las cosas se han complicado tanto. Es cuesti¨®n de insistir, dice el presidente. De aprender de los errores e insistir. Ya van a llegar las inversiones. Ya todo se va a estabilizar. Ya Argentina llegar¨¢ a su destino manifiesto.
En todo este derrotero, Macri tiene una gran suerte. Un sector muy importante de la sociedad que intenta conducir con poco ¨¦xito tiene decidido de manera muy clara, y sostenida en el tiempo, que no desea volver a los tiempos previos a la asunci¨®n del presidente. El s¨ªmbolo de ese per¨ªodo se llama Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Y la oposici¨®n no logra generar un liderazgo alternativo. As¨ª las cosas, la gran fortaleza del presidente es la debilidad ajena.
Su gran debilidad, en cambio, es que el 70% de los argentinos dicen en todas las encuestas que est¨¢ peor respecto de diciembre de 2015, ese d¨ªa en que Macri bail¨® en los balcones de la Casa Rosada, tan ingenuamente feliz. Los argentinos son m¨¢s pobres que antes que ¨¦l llegara, la inflaci¨®n es m¨¢s alta, la deuda externa es mucho m¨¢s voluminosa.
Lo dicho: una larga caminata por el desierto. Pero parece que solo es cuesti¨®n de doblar la esquina.
Ah¨ª est¨¢ la tierra prometida, aunque no se vea todav¨ªa.
Pero no esta esquina, sino la otra.
O la de m¨¢s all¨¢.
O la siguiente.
En poco menos de un a?o, comenzar¨¢ el proceso electoral donde Macri intentar¨¢ ser reelecto. All¨ª se ver¨¢ cu¨¢nta gente a¨²n cree en la tierra prometida, el para¨ªso en la otra esquina y el liderazgo de este se?or que ha prometido tanto y cumplido tan poquito.
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