Garibaldi, la noche violenta en que los mariachis no callaron
Cinco sicarios disfrazados de m¨²sicos acribillan a una decena de personas en la noche previa a la fiesta de Independencia y en pleno centro de la capital mexicana
Sesenta disparos. Cinco sicarios disfrazados de mariachis. Seis muertos y siete lesionados. En pleno centro de la capital. En Garibaldi, una de las plazas m¨¢s concurridas y famosas del pa¨ªs. Una noche antes del d¨ªa de la independencia. "Le disparaban a quien se les pusiera enfrente, no les importaba, despu¨¦s nom¨¢s se escucharon los balazos, las patrullas y toda la corredera de gente", cuenta Jorge M¨¦ndez. El recuerdo a¨²n est¨¢ fresco, no han pasado m¨¢s de 12 horas tras el tiroteo. "Diez minutos antes hab¨ªa pasado justo enfrente", dice el mariachi de 69 a?os despu¨¦s de pasar la madrugada en vela: "Me pudo haber tocado a m¨ª, pero la noche apenas empezaba y ten¨ªamos que seguir tocando, ten¨ªamos que sacar para el gasto". Momentos despu¨¦s, las canciones y el tequila regresaron a Garibaldi, "como si no pasara nada".
El tiroteo empez¨® poco antes de las diez de la noche. Los atacantes llegaron en tres motocicletas y abrieron fuego contra un peque?o local de quesadillas y cerveza. "Hab¨ªan abierto hace menos de un mes, atend¨ªan dos chavas, parec¨ªan personas normales, se ve¨ªan tranquilas", recuerda Michelle, de 16 a?os. "Estos ven¨ªan a lo que ven¨ªan, era un ajuste de cuentas", asegura Aurora, otra vecina de 47 a?os, a unos pasos de la escena del crimen. "Mira ah¨ª est¨¢, sangre, sangre, sangre", comenta un polic¨ªa, mientras apunta con el dedo las manchas que cubren el pavimento.
Detr¨¢s del cord¨®n policial hay tres gorras negras tiradas sobre el suelo, una mascada, latas de cerveza, p¨¦talos de rosa y mucha basura. Del lado izquierdo arden cuatro veladoras. La cinta atraviesa la estatua de la cantante Mar¨ªa de Lourdes y se esconde detr¨¢s de la de Javier Sol¨ªs, el Rey del Bolero Ranchero. El negocio est¨¢ en un edificio viejo. Unos ni?os asoman la cabeza detr¨¢s de unas persianas amarillentas. Los curiosos toman fotos con sus tel¨¦fonos. Tres turistas rubios desfilan entre el paseo de estatuas. Otro visitante se hace una selfie con el monumento de Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez. Un padre y su hijo juegan con una pelota. Es s¨¢bado a las diez de la ma?ana. Es la esquina de la calle de Honduras con el callej¨®n de la Amargura. A¨²n no hay informaci¨®n oficial sobre los detenidos ni el m¨®vil del crimen, que ha sido vinculado a un enfrentamiento entre los c¨¢rteles que se disputan el centro de la ciudad.
"?La balacera de anoche, la balacera de anoche!", grita un vendedor de peri¨®dicos: "?Tres muertos anoche!". "Mariachis locos, al son de las balas los acribillan en plena plaza Garibaldi", reza el diario de nota roja a doble p¨¢gina. En el local de enfrente suenan los ¨¦xitos de Luis Miguel y Juan Gabriel, dos a?os despu¨¦s de que miles de fan¨¢ticos desbordaran aquella misma plaza al enterarse de su muerte.
#Ent¨¦rate Con relaci¨®n al ataque que sufri¨® un grupo de personas ayer en la Plaza Garibaldi, hasta el momento hay cuatro personas fallecidas y nueve lesionados; las v¨ªctimas habr¨ªan sido agredidas por cinco individuos que huyeron en tres motocicletas.
— FGJ CDMX (@FiscaliaCDMX) September 15, 2018
"Me da un poco de miedo de abrir, pero tenemos necesidad, joven", explica la due?a de un local de comida a unos metros de la zona acordonada. El negocio est¨¢ tan cerca que no le permitieron abrir una de las cortinas de acero del local, comenta molesta. Ella no vio nada ni escuch¨® nada. Los vecinos entran y salen del edificio, tampoco vieron nada. "Solo escuch¨¦ una metralleta, pero no puedo hablar m¨¢s, ya sabe c¨®mo est¨¢ la cosa", se excusa un charro de 50 a?os que vive en los apartamentos.
"Aqu¨ª no hay seguridad, el crimen ya rebas¨® a la Polic¨ªa", afirma agitada Ernestina, de 58 a?os, una de las pocas que rompen el silencio. Garibaldi, a pesar de ser uno de los puntos tur¨ªsticos m¨¢s concurridos de la capital, es una postal de los contrastes de M¨¦xico. Est¨¢ a siete calles del Palacio de Bellas Artes y a 100 metros del ic¨®nico paseo de la Reforma, pero tambi¨¦n a unos pasos de los barrios de la Lagunilla y de Tepito, uno de los focos rojos de la violencia en la ciudad. "La inseguridad ha crecido mucho en los ¨²ltimos dos a?os, hay muchas bandas, muchos chicos muertos que no pasan de los 16, 17 a?os", afirma Michelle. "Se ha vuelto normal, de un tiempo para ac¨¢ es como si los polic¨ªas hubieran desaparecido, no hacen nada", dice M¨¦ndez sobre una zona tan acostumbrada a la presencia policial, como a la m¨²sica.
"No he le¨ªdo ni una sola nota que detalle las diligencias para detener a los responsables, eso habla tambi¨¦n de una normalizaci¨®n institucional de la violencia, m¨¢s all¨¢ de lo escandaloso que pueda parecer que siguiera la fiesta o que la gente se alejara sin ning¨²n tipo de exigencia ni sorpresa", apunta Lisa S¨¢nchez, directora de M¨¦xico Unido contra la Delincuencia. "Estamos en un momento en el que las personas parecen reemplazables, desechables, como si no importara que se les arrebate la vida as¨ª", lamenta S¨¢nchez.
M¨¦xico cerr¨® 2017 como el a?o m¨¢s sangriento de su historia reciente, con la mayor cantidad de asesinatos en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Hubo 25.339. R¨¦cord tras r¨¦cord, una nueva realidad ha golpeado a la capital, antes ajena a la ola de violencia que azotaba al resto del territorio. Ese mismo a?o, la Ciudad de M¨¦xico tambi¨¦n bati¨® su r¨¦cord de homicidios dolosos. Hubo 1.085 casos, al ritmo de una muerte violenta cada ocho horas, seg¨²n datos oficiales. A¨²n es una inc¨®gnita cu¨¢ntos de estos asesinatos est¨¢n ligados al narcotr¨¢fico, cuyo embate sigue siendo un secreto a voces frente a un Gobierno que se ha empe?ado en repetir que el crimen organizado no opera a gran escala en la capital.
Poco ha cambiado en lo que va de a?o. Hasta julio de 2018, los homicidios dolosos han subido un 11,5% y los que se cometen con arma de fuego un 22% comparado con los primeros siete meses de 2017, seg¨²n cifras oficiales. En la misma ciudad en la que ocho de cada diez homicidios quedan impunes y en la que probabilidad de que se denuncie y se esclarezca un crimen es menor al 1%, seg¨²n investigaciones de la sociedad civil. "Es una foto muy simb¨®lica del estado de la naci¨®n¡ y justo en las fiestas patrias", afirma S¨¢nchez.
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