Kim conf¨ªa en que habr¨¢ m¨¢s avances en la relaci¨®n entre Corea del Norte y EE UU
El l¨ªder norcoreano y el presidente del Sur hacen alarde de sinton¨ªa durante una cumbre bilateral
![Macarena Vidal Liy](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F78dec7b0-05a3-45b7-a676-f3c20c4a7238.png?auth=72bf8135d95e17025d4952d62e81c5ce119901a33d604bc79472e237cd268dbe&width=100&height=100&smart=true)
Corea del Norte tir¨® la casa por la ventana para la primera jornada de la cumbre en su capital entre su l¨ªder, Kim Jong-un, y el presidente del Sur, Moon Jae-in. Hubo una ceremonia de bienvenida con todos los honores ©¤incluida la presencia de Kim, solo confirmada en el ¨²ltimo momento©¤, una comitiva por el centro de Pyongyang y aplausos enfervorecidos de centenares de millares de personas que se alineaban a lo largo de las calles para dar la bienvenida a este hijo de refugiados de la guerra coreana. Pero, tras la pompa y la circunstancia, los halagos y los v¨ªtores, se encontraba la realidad de la reuni¨®n: tres d¨ªas de conversaciones intensas para tratar de salir del punto muerto en el que se encuentra la negociaci¨®n con EE UU sobre desarme nuclear. Kim afirm¨®, sin embargo, que su encuentro en junio con el presidente estadounidense, Donald Trump, trajo estabilidad geopol¨ªtica y dijo que cree que habr¨¢ m¨¢s avances.
Un Moon visiblemente emocionado, acompa?ado de su esposa, pis¨® el suelo del aeropuerto Sundan (mirar, en castellano) poco despu¨¦s de las diez de la ma?ana (tres de la madrugada en la Espa?a peninsular). Le esperaba a pie de pista Kim Jong-un, tambi¨¦n acompa?ado de su c¨®nyuge, Ri. Ambos dirigentes, en la tercera vez en que se encontraban cara a cara en lo que va de a?o, se dieron un fuerte abrazo.
La bienvenida formal estuvo constituida por una revista de las tropas, tan impecable y tan ensayada como los desfiles con los que Corea del Norte suele conmemorar sus aniversarios m¨¢s se?alados. Como en esas marchas, grupos de personas, luciendo sus mejores galas, agitaban ramos de flores artificiales mientras aclamaban a los l¨ªderes. ¡°?Unificaci¨®n! ?Patria!¡±, coreaban, seg¨²n las im¨¢genes retransmitidas en directo por la televisi¨®n surcoreana.
Si en la primera cumbre, en Panmunjom en abril, Moon sorprendi¨® al mundo al saltar espont¨¢neamente junto a Kim Jong-un al lado norte de la frontera, en esta ocasi¨®n el presidente surcoreano sorprendi¨® a los ciudadanos del Norte al aproximarse a ellos, hacerles una reverencia y estrechar la mano a algunos. Algo que la multitud agradeci¨® elevando a¨²n m¨¢s el tono de sus v¨ªtores.
A continuaci¨®n, los dos mandatarios recorrieron juntos, en un coche descubierto y saludando al p¨²blico, algunas de las ¨¢reas m¨¢s c¨¦ntricas de Pyongyang, donde una multitud muy organizada les saludaba con flores de colores, banderas norcoreanas y de la unificaci¨®n (estas ¨²ltimas, blancas con el mapa de la pen¨ªnsula dibujado en azul). Moon pudo ver, entre otros barrios, el de Ryomyong, un complejo de rascacielos residenciales completado el a?o pasado en tiempo r¨¦cord y que el r¨¦gimen de la familia Kim exhibe como uno de sus logros m¨¢s recientes.
La cumbre en s¨ª comenz¨® a las 15.45 (08.45 en Espa?a), con una reuni¨®n de dos horas en el Comit¨¦ Central del Partido de los Trabajadores de Corea. Por el momento, sin que hayan trascendido avances significativos. Kim Jong-un, acompa?ado de su hermana y brazo derecho, Kim Yo-jong, y del jefe de sus servicios de inteligencia, Kim Yong-chol, salud¨® la mejora de las relaciones entre los dos pa¨ªses y el papel de mediador entre Pyongyang y Washington que Moon ha adoptado. ¡°No es ninguna exageraci¨®n decir que [la cumbre de junio en Singapur entre Kim y Trump] pudo tener lugar gracias al presidente Moon¡±, declar¨® el l¨ªder norcoreano. ¡°Creo que llegar¨¢n m¨¢s avances en la relaci¨®n¡± entre EE UU y Corea del Norte, agreg¨® Kim, que ha propuesto en una carta otra nueva reuni¨®n al inquilino de la Casa Blanca.
Por su parte, el jefe de Estado del Sur expres¨® su deseo de abrir ¡°una nueva era¡± en las relaciones entre los dos pa¨ªses. Tambi¨¦n inst¨® a conseguir que las conversaciones de estos d¨ªas en Pyongyang puedan dar fruto.
El gran objetivo de la cumbre, la primera en la capital norcoreana desde hace 11 a?os, es conseguir un punto de encuentro entre la posici¨®n de Pyongyang y la de Washington sobre los pr¨®ximos pasos a dar en el proceso de normalizaci¨®n en la Pen¨ªnsula, atascado despu¨¦s de la reuni¨®n de Singapur.
Si en la ciudad-Estado Kim dio su acuerdo a una vaga declaraci¨®n sobre desnuclearizaci¨®n en la Pen¨ªnsula, Estados Unidos reclama que Corea del Norte se deshaga de su programa de armamento at¨®mico y misiles de manera ¡°completa, verificable e irreversible¡±. Aunque Pyongyang alega que ya ha dado pasos importantes al cancelar sine die sus pruebas de armamento y volar su centro de ensayos nucleares, Washington considera que ese pa¨ªs a¨²n debe tomar m¨¢s medidas ©¤abrir sus instalaciones a las inspecciones internacionales, por ejemplo©¤ antes de hacer concesiones m¨¢s all¨¢ de suspender sus maniobras militares en la zona.
Por su parte, el r¨¦gimen de la familia Kim reclama garant¨ªas sobre su seguridad, espec¨ªficamente un acuerdo de paz que ponga fin definitivamente a la guerra de Corea (1950-1953), detenida hasta ahora solo por un armisticio.
La clave, hab¨ªa opinado Moon tras una reuni¨®n este lunes con sus principales asesores, ser¨¢ ¡°encontrar un punto de coincidencia entre las exigencias de EE UU sobre pasos para la desnuclearizaci¨®n, y la exigencia del Norte de pasos correspondientes que garanticen su seguridad y pongan fin a esa relaci¨®n hostil¡±. ¡°Creo que la cuesti¨®n de la desnuclearizaci¨®n puede avanzar muy r¨¢pido si se reaviva el di¨¢logo y ambos l¨ªderes vuelven a sentarse cara a cara¡±, hab¨ªa agregado el presidente surcoreano.
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