La ultraderecha y el bloque conservador desalojan del poder a la socialdemocracia en Suecia
El presidente de la c¨¢mara puede presentar candidatos hasta cuatro veces antes de convocar elecciones anticipadas
Un presente in¨¦dito y un futuro incierto. Suecia contin¨²a su camino a la ingobernabilidad despu¨¦s de unas elecciones generales que el pasado 9 de septiembre dieron como resultado unas mayor¨ªas imposibles de compaginar ideol¨®gicamente. La extrema derecha de los Dem¨®cratas Suecos (DS) se consolid¨® como tercera fuerza pol¨ªtica y este martes ha cosechado ya su primer triunfo pol¨ªtico junto a los conservadores del establishment. Tras 16 d¨ªas de negociaciones, el Riksdag (Parlamento sueco) ha votado en contra del socialdem¨®crata Stefan L?fven gracias a los votos de los xen¨®fobos liderados por Jimmie ?kesson y a los de la coalici¨®n de derechas conocida como Alianza (Moderados, Centro, Democristianos y Liberales). De esta forma, la socialdemocracia queda desalojada del poder en la carrera a primer ministro.??
"La Alianza [conservadora] ven¨ªa avisando de que votar¨ªa en contra de la investidura de L?fven incluso desde antes de las elecciones", sostiene al tel¨¦fono Pavlos Cavelier Bizas, hasta hace una semana miembro del Partido Socialdem¨®crata. En el voto de confianza, 204 diputados (de 349) han votado contra el hasta ahora primer ministro y 142 a favor.
Este jueves, el presidente del Riksdag,?Andreas Norlen ¡ªelegido tambi¨¦n por los DS y el bloque conservador¡ª comenzar¨¢ una nueva ronda de negociaciones con los l¨ªderes de los dem¨¢s partidos: Ulf Kristersson, del partido de los Moderados y tambi¨¦n cabeza de Alianza; y Jimmie ?kesson, primer espada de los xen¨®fobos DS. Se prev¨¦ que la semana que viene tenga lugar otra votaci¨®n. El Parlamento tiene hasta cuatro oportunidades para presentar y votar a un candidato que sea "el menos malo", seg¨²n fuentes de la C¨¢mara, para formar un Ejecutivo estable antes de convocar elecciones anticipadas, un panorama cada vez menos disparatado.
L?fven ¡ªy la socialdemocracia sueca¡ª?est¨¢ tocado, pero no hundido. ?l sigue siendo el l¨ªder del partido m¨¢s poderoso en el pa¨ªs y el l¨ªder m¨¢s votado en t¨¦rminos absolutos (28,4% de los votos que se traducen en 144 esca?os), y podr¨ªa ser llamado por el presidente del Parlamento otra vez. "Mi voluntad es continuar sirviendo a nuestro pa¨ªs como primer ministro. Quiero liderar un Gobierno que tenga un apoyo m¨¢s amplio en el Parlamento sueco, lo que nos permite dejar el bloqueo de la pol¨ªtica de bloques y llevar el pa¨ªs hacia adelante", ha dicho L?fven a trav¨¦s de un comunicado. Y el tiempo apremia. La potencia escandinava debe aprobar sus presupuestos antes de diciembre de este a?o.
Suecia atraviesa un periodo de incertidumbre desde el pasado 9 de septiembre, cuando la candidatura del centroizquierda, liderada por los socialdem¨®cratas, gan¨® por un solo diputado (144 a 143) a la liderada por la Alianza de Ulf Kristersson. Mientras, los DS consegu¨ªan colarse en el tercer puesto en el Parlamento (62 esca?os) y se convert¨ªan en un actor decisivo despu¨¦s de a?os sufriendo un cord¨®n sanitario (aislamiento pactado) por las dem¨¢s fuerzas tradicionales a un lado y otro del espectro pol¨ªtico.?
Los Liberales tienen la llave
Los focos est¨¢n ahora sobre el partido Liberal (que forma parte de Alianza). Ni ellos ni los de Centro quieren apoyar ni formar parte de un Ejecutivo en el que de una forma u otra tengan poder los DS. Esta actitud no cuadra, sin embargo, con su voto en contra a los socialdem¨®cratas de este martes. "El bloque de izquierdas es mayor¨ªa. Veremos qu¨¦ hacen en las siguientes votaciones los Liberales. Ser¨¢n la clave", sostiene una fuente del partido socialdem¨®crata.
La aritm¨¦tica parlamentaria deja ahora al pa¨ªs sin un bloque claro y sin que por el momento se sepa qui¨¦n liderar¨¢ el Gobierno en Suecia. Seg¨²n los analistas, el conservador Ulf Kristersson podr¨ªa intentar formar el nuevo Ejecutivo siempre que sea llamado por el presidente de la C¨¢mara. Pero el problema es que necesitar¨ªa el apoyo del bloque de centroizquierda, al que pertenecen los socialdem¨®cratas del hasta hoy primer ministro, Stefan L?fven, y que ya se han negado; o el de los DS, en cuyo caso la Alianza saltar¨ªa por los aires por el rechazo de plano de los Liberales y los de Centro.?
La posibilidad de apoyarse en el xen¨®fobo??kesson?es lejana, pero no imposible. Todo el espectro pol¨ªtico sueco evit¨® con un cord¨®n sanitario a la ultraderecha desde que entr¨® por primera vez en el Parlamento en 2010. Pero ahora hay un matiz: los Moderados podr¨ªan estar abiertos a "conversaciones" con los DS, tal y como expres¨® su l¨ªder durante la noche electoral.?"Si Ulf Kristersson quiere ser primer ministro, solo puede suceder con mi ayuda", ha dicho el l¨ªder de los DS por televisi¨®n.?Suecia, un basti¨®n hist¨®rico de los valores liberales y la estabilidad pol¨ªtica, se enfrenta ahora a esa elecci¨®n. "Ahora es cuando empieza lo bueno", explica Ulf Bjereld, analista pol¨ªtico en la Universidad de Gotemburgo. "Los partidos van a tener que mostrar sus verdaderos colores".
El xen¨®fobo ?kesson ha asegurado este martes que nunca apoyar¨¢n un Gobierno que no tome decisiones en cuanto a la inmigraci¨®n, la salud, las pensiones y la seguridad, haciendo as¨ª honor a su lema electoral omnipresente en cada pueblo, en cada marquesina de autob¨²s, en cada farola: 'Ley y orden'. As¨ª, cada partido ¡ªincluido el socialdem¨®crata de L?fven¡ª?fue durante la campa?a electoral amoldando sus posturas para intentar recuperar electores que de pronto se vieron metiendo la papeleta de ?kesson en la urna.
El ascenso de la extrema derecha en Europa ha forzado a algunos partidos tradicionales a tomar una inc¨®moda decisi¨®n: estar dispuestos compartir el poder con estas formaciones populistas (como en Noruega y Finlandia, con los xen¨®fobos y eur¨®fobos en el Gobierno; o en Dinamarca, con un Gobierno investido gracias al apoyo de la extrema derecha) o preferir pactar con los rivales tradicionales para mantener a los nuevos alejados, como ha hecho Suecia hasta hoy.
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