El voto preferente y la reforma pol¨ªtica

Una sociedad asqueada, una crisis en los partidos pol¨ªticos por cuenta de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, una consulta anticorrupci¨®n que dejo m¨¢s de 11 millones de votos y los obvios problemas de la corrupci¨®n electoral hacen que sea inminente una reforma pol¨ªtica en Colombia. Adem¨¢s, es uno de los puntos centrales del acuerdo de paz firmado hace poco menos de dos a?os entre el Estado colombiano y la entonces guerrilla de las FARC.

Hubo tres hechos que precipitaron la reforma pol¨ªtica. Por un lado, una sentencia del Consejo de Estado, seg¨²n la cual a un partido pol¨ªtico peque?o, el Mira, le fueron robados miles de votos en las elecciones de 2014, lo cual al final llev¨® a que no lograran acceder al Congreso de la Rep¨²blica. Para 2018, todo parece indicar que la situaci¨®n se repiti¨®, al partido pol¨ªtico Colombia Justa y Liberes, no le alcanzaron los votos para llegar al congreso, luego en el conteo, le aparecieron por arte de magia, en cuesti¨®n de horas, m¨¢s de 30.000 votos.

El segundo hecho que precipit¨® la reforma pol¨ªtica fue la denominada consulta anticorrupci¨®n, la cual logr¨® m¨¢s de 11 millones de votos y ha provocado un remes¨®n pol¨ªtico. Los partidos han entendido que se reforman o los reforman. El tercer hecho es la precaria coalici¨®n de gobierno en el congreso. Las mayor¨ªas del uribismo son de las m¨¢s d¨¦biles en la historia contempor¨¢nea en el pa¨ªs y el gobierno ha tenido varios reveces en las ¨²ltimas semanas. Se cree que camuflar¨¢n un art¨ªculo de transfuguismo para lograr conquistar congresistas de otros partidos. Como se sabe, actualmente el cambiazo est¨¢ prohibido y hacerlo significar¨ªa la perdida de la curul para el congresista que tome la iniciativa.

Uno de los art¨ªculos que han venido promocionando algunos congresistas parece un arma de doble filo, y se refiere a las famosas listas cerradas y acabar con el voto preferente. La situaci¨®n es la siguiente: en muchos pa¨ªses, en las elecciones legislativas, se vota por el partido, el cual tiene una cabeza de lista y ordena un listado de candidatos de acuerdo con unas reglas de juego internas de cada colectividad. As¨ª las cosas, s¨ª un partido logra cinco senadores, los que acceden a la curul son los cinco primeros puestos.

En otros sistemas electorales, como el colombiano, la situaci¨®n es diferente, existe el famoso voto preferente. En sentido estricto el listado de candidatos depende de la cantidad de curules a asignar, y cada candidato tiene un n¨²mero o en otros tarjetones se pone una foto con la cara del candidato, de tal forma que el ciudadano marca el logo del partido y el candidato de su preferencia. Para muchos analistas y opinadores, el voto preferente causa serias distorsiones en la democracia, aunque han sido dos los efectos m¨¢s mencionados. Por un lado, cada candidato es una peque?a empresa electoral, independiente de sus compa?eros de lista, donde la coherencia ideol¨®gica o los postulados pol¨ªticos no siempre coinciden y por ende la disciplina partidista es algo siempre en cuesti¨®n. El otro efecto complicado tiene que ver con la asimetr¨ªa democr¨¢tica de los recursos econ¨®micos, gana dentro de una lista el que m¨¢s plata utilice en campa?a, llevando a una carrera de gastos que no solo impiden que una serie de buenos candidatos llegue al congreso, sino que los candidatos que ganan, empe?an su gesti¨®n ante privados, ya sean banqueros, empresarios o narcotraficantes.

Con los anteriores cuestionamientos, obviamente eliminar el voto preferente parece razonable. Sin embargo, los problemas enunciados antes se pueden controlar o mitigar de otra forma sin eliminar el voto preferente. Por ejemplo, una corte electoral con capacidad investigativa controlar¨ªa de forma eficiente los gastos de campa?a.

Cuando se hace un ejercicio comparado con los sistemas sin voto preferente o de lista cerrada, se puede pensar que podr¨ªa salir peor el remedio que la enfermedad. Estos sistemas llevan a que ¡°dinosaurios¡± pol¨ªticos, los m¨¢s viejos de los partidos, tengan cargos casi que vitalicios en los primeros renglones en cada elecci¨®n. No habr¨ªa renovaci¨®n pol¨ªtica. Adem¨¢s, desmotivan la participaci¨®n de j¨®venes en la pol¨ªtica, pero sobre todo desmotivan la participaci¨®n electoral del ciudadano, quien siempre ve a los mismos personajes anclados en los cargos de elecci¨®n popular. Por ello eliminar el voto preferente podr¨ªa traer consecuencias complicadas para el sistema electoral colombiano.