Evo Morales concede la amnist¨ªa a los expresidentes bolivianos Quiroga y Mesa

En la l¨ªnea de partida de la campa?a para las elecciones del pr¨®ximo a?o, el presidente boliviano y controvertido aspirante a un cuarto mandato consecutivo, Evo Morales, hizo otro movimiento que trastoc¨® las circunstancias pol¨ªticas del pa¨ªs: concedi¨® una ¡°amnist¨ªa¡± a los expresidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa, acusados en sendos procesos judiciales por hechos ocurridos durante sus respectivos Gobiernos a principios de siglo.

¡°Tomo esta decisi¨®n de manera personal apoy¨¢ndome en la autoridad legal que la Constituci¨®n me confiere y lo hago sin solicitar a los expresidentes nada personal a cambio, solo que defiendan [¡­] nuestro derecho a una salida soberana al oc¨¦ano Pac¨ªfico con todas sus energ¨ªas, con todo su coraz¨®n y capacidad intelectual¡±, ley¨® el presidente ante la prensa, presentando la amnist¨ªa como una medida derivada de la lectura el pr¨®ximo 1 de octubre del fallo de la Corte Internacional de La Haya, en la causa que Bolivia sigue para obligar a Chile a dialogar sobre un acceso mar¨ªtimo soberano.

Morales no quiere que Quiroga y Mesa tengan ¡°procesos judiciales pendientes que entorpezcan las nuevas actividades internas y externas de defensa y negociaci¨®n de nuestro derecho mar¨ªtimo¡±, subraya el presidente. De esta forma, parece que el Ejecutivo boliviano les encargar¨¢ cumplir tareas diplom¨¢ticas el fallo, que sostiene ser¨¢ favorable a Bolivia. Hasta ahora, Carlos Mesa se ha desempe?ado como el portavoz internacional de la causa mar¨ªtima boliviana.

La derivada electoral de esta decisi¨®n reside en el hecho de que Mesa es el pol¨ªtico mejor situado por las encuestas para enfrentar e incluso para vencer a Morales en las elecciones del a?o que viene, aunque ¨¦l mismo ha asegurado que no est¨¢ interesado en concurrir a los comicios. Sin embargo, la decisi¨®n de Mesa de no participar pareci¨® debilitarse desde hace un par de meses, cuando una instituci¨®n estatal le inici¨® el mismo proceso judicial del que ahora lo librar¨¢ la amnist¨ªa gubernamental. El expresidente ha reaccionado tuiteando que aprecia el gesto del mandatario, pero no acepta la ¡°presunci¨®n de culpabilidad¡± que, seg¨²n ¨¦l, entra?a la concesi¨®n de amnist¨ªa. Tambi¨¦n ha insinuado que su compromiso con la causa mar¨ªtima iba a mantenerse aunque el juicio en su contra continuara.

Las principales voces de la oposici¨®n no han querido pronunciarse abiertamente sobre si la decisi¨®n presidencial tiene intereses disimulados o no. Tanto ellas como los l¨ªderes de oficialismo se hallan a la espera de que dir¨¢ Mesa finalmente sobre su futuro pol¨ªtico, lo que debe ocurrir necesariamente en las pr¨®ximas dos o tres semanas.