El Gobierno portugu¨¦s, presionado con un rosario de huelgas
Profesores, ferroviarios y otros funcionarios convocan paros y presionan al Ejecutivo para conseguir alguna concesi¨®n antes de la aprobaci¨®n de los presupuestos
La semana pasada fueron los taxistas y enfermeros, este lunes protestan los ferroviarios, polic¨ªas y profesores. El martes se manifestar¨¢n m¨¢s funcionarios de la Administraci¨®n P¨²blica. El cerco al Gobierno socialista de varios sindicatos en v¨ªsperas del debate del ¨²ltimo presupuesto de la legislatura parece, sin embargo, no socavar su popularidad, cercana al 40%.
Para el portugu¨¦s, y especialmente el lisboeta, es imposible llevar esta semana una vida normal. No puede coger ni un billete de tren. Si tiene ni?os en una escuela p¨²blica, probablemente los peque?os no tengan clase. Los trabajadores de estos sectores piden aumentos salariales y, como ha dejado claro Ana Avoila, coordinadora del sindicato de la Administraci¨®n P¨²blica Frente Com¨²n, han escogido esta fecha ¡°teniendo en cuenta que el Presupuesto del Estado va a discutirse en noviembre y a¨²n hay condiciones para introducir alteraciones en la propuesta del Gobierno¡±. La masclet¨¤ final ser¨¢ el 27 de octubre, cuando est¨¢ programada una huelga nacional de toda la funci¨®n p¨²blica. Antes de ese d¨ªa, habr¨¢ un goteo constante de paros de distintos sindicatos de funcionarios.
Este lunes ha tocado a los revisores de trenes y vendedores de billetes. Solo han funcionado el 40% de las l¨ªneas, seg¨²n los sindicatos, y apenas se cubrieron los servicios m¨ªnimos. El 85% de las taquillas quedaron cerradas al p¨²blico. Sus trabajadores exigen un aumento salarial y de personal.?Seg¨²n los sindicatos, al mediod¨ªa ya se hab¨ªan suspendido 388 de los 560 trenes de toda la red ferroviaria y la adhesi¨®n a la huelga era total.
El sector educativo tambi¨¦n ha arrancado hoy con una huelga en las escuelas p¨²blicas en Lisboa, Set¨²bal y Santar¨¦m, en el centro del pa¨ªs. El paro ha tenido un seguimiento del 75%, seg¨²n los sindicatos. La lucha de los profesores comenz¨® en verano, cuando los paros llegaron a retrasar las notas finales de los alumnos. Las huelgas se extender¨¢n por diferentes regiones cada d¨ªa hasta el viernes ¡ªD¨ªa Nacional del Profesor¡ª culminando con una gran manifestaci¨®n en Lisboa. El calendario escolar de huelgas es de 50 d¨ªas se?alados para 180 de clase.
El sindicato mayoritario, Fenprof, exige que se compensen y reconozcan ahora los a?os en que se congel¨® el reconocimiento de la antig¨¹edad a este colectivo debido a la crisis. Se trata de m¨¢s de nueve a?os y el Gobierno luso solo quiere contabilizar 2,9 a?os. Esta reivindicaci¨®n es la m¨¢s ardua de todas. Su l¨ªder, M¨¢rio Nogueira, ha llegado a emboscar en la calle al primer ministro, Ant¨®nio Costa, para sacarle el tema ante las c¨¢maras. El reconocimiento de esos nueve a?os descabalar¨ªa las cuentas del Estado con un gasto anual de m¨¢s de 800 millones de euros seg¨²n el Gobierno (300 seg¨²n los profesores), pero adem¨¢s alentar¨ªa a exigir el mismo trato a militares y otros colectivos p¨²blicos.
El PS lidera la intenci¨®n de voto con el 39,9% (9 d¨¦cimas m¨¢s que hace un mes), mientras cae la oposici¨®n a su derecha, (PSD, 24,1%, tres puntos menos) y a su izquierda (Bloco, 7,8%, 1,7 puntos menos)
Las cuentas p¨²blicas est¨¢n bien, pero como puntualiz¨® M¨¢rio Centeno, ministro de Finanzas y del Eurogrupo, los presupuestos son para mejorar a todos, no solo a algunos. ¡°No es posible poner en peligro la sustentabilidad de algo que afecta a todos por la contabilizaci¨®n del tiempo de servicio de los profesores¡±. Los enfermeros, por su parte, exigen una subida salarial, una mejora en la promoci¨®n de sus carreras y mayor refuerzo de personal. Ya se manifestaron en agosto y volver¨¢n a hacerlo este mes. El 19 de octubre han convocado una marcha en Lisboa por?¡°la dignificaci¨®n profesional¡±.
Los?polic¨ªas tambi¨¦n quieren lo suyo (y un tribunal ya se lo ha reconocido): el pago desde 2011 de los pluses?que deben cobrar, pero tambi¨¦n en el tiempo en que est¨¢n de vacaciones.
Falta de apoyo popular
El sindicato de profesores ha marcado 50 d¨ªas de huelga en los 180 d¨ªas lectivos
El rosario de huelgas no hace mella en la popularidad del Gobierno. Los huelguistas tampoco gozan de una gran simpat¨ªa ciudadana. El 69% de los portugueses es contrario a las reivindicaciones de los profesores. Adem¨¢s, un reciente informe de la OCDE ha recordado que un maestro de primaria luso gana m¨¢s que un licenciado superior. A todo ello se a?ade que el funcionario portugu¨¦s gana de media m¨¢s que un empleado privado, trabaja menos horas, tiene m¨¢s vacaciones y se jubila antes.
Con un hist¨®rico 6,8% de paro -el m¨¢s bajo desde 2002- y las cuentas p¨²blicas mejores de lo previsto, el Gobierno socialista se siente con fuerza para lidiar las presiones de unos y de otros. Los taxistas se fueron a casa sin que la ley Uber se cambiara (el Ejecutivo pas¨® la pelota a los ayuntamientos) y los funcionarios conseguir¨¢n alguna reivindicaci¨®n, pero no todas. Mientras, el secretario general del Partido Comunista (PC), Jer¨®nimo de Sousa, juega a dos bandas: dice que este Gobierno ¡°es de derechas¡±, pero luego le da su voto para gobernar.
En el ¨²ltimo sondeo de septiembre, el Partido Socialista lideraba la intenci¨®n de voto con el 39,9% (9 d¨¦cimas m¨¢s que hace un mes), mientras ca¨ªa la oposici¨®n a su derecha, (el Partido Social Dem¨®crata obten¨ªa el 24,1%, tres puntos menos) y a su izquierda (Bloco sacaba un 7,8%, 1,7 puntos menos).
Para el 15 de noviembre, el sindicato que mueve todos los hilos de los funcionarios, el CGTP (brazo laboral del PC) ha anunciado la ¡°gran manifestaci¨®n nacional¡± en la que pedir¨¢n aumentos por encima del 4% y un salario m¨ªnimo de 650 euros (est¨¢ pactado en 600). ¡°Es el momento de aumentar nuestra capacidad reivindicativa¡±, ha anunciado su secretario general, Arm¨¦nio Carlos.
Por muy masiva que sea la marcha, solo la repetici¨®n de la tragedia forestal del pasado a?o (en la que hubo 112 muertos) podr¨ªa impedir una victoria del partido gubernamental en las elecciones de 2019. Y el Ejecutivo se ha cuidado muy mucho este verano (y este oto?o caliente) de que los incendios se reduzcan a las reivindicaciones sindicales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.