L¨®pez Obrador propone dividir M¨¦xico en regiones de control federal para combatir la violencia

Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha presentado esta semana una nueva entrega de su estrategia de pacificaci¨®n de M¨¦xico. Un plan que desde que gan¨® las elecciones el pasado julio ha ido desvelando por cap¨ªtulos, pese a que se trata de una medida urgente para un pa¨ªs que atraviesa la etapa m¨¢s sangrienta de su historia. El presidente electo ha adelantado este mi¨¦rcoles que M¨¦xico quedar¨¢ segmentado en 265 cuadrantes con control del Ej¨¦rcito, la Marina y la Polic¨ªa Federal. El objetivo: ejercer mayor control gubernamental sobre la compleja seguridad de un pa¨ªs federal, donde gran parte de la responsabilidad en esta materia depende del Gobierno de cada Estado. Una herramienta destinada tambi¨¦n a combatir la ineficiencia y corrupci¨®n de las autoridades locales.

Las 265 regiones estar¨¢n marcadas seg¨²n la incidencia delictiva de cada zona. De esta forma, habr¨¢ de tres tipos: de baja criminalidad, media y alta. Para cada una de ellas se destinar¨¢ una cantidad de recursos proporcional a sus necesidades,?seg¨²n ha explicado este mi¨¦rcoles el presidente electo en una rueda de prensa. En las coordinaciones con poca incidencia delictiva, como por ejemplo en Yucat¨¢n, habr¨¢ alrededor de 300 agentes (entre militares y polic¨ªas). Para las zonas m¨¢s conflictivas, este n¨²mero ascender¨¢ a 450 (en las de media criminalidad) y hasta 600 uniformados en las m¨¢s peligrosas.??

Est¨¢ previsto que a finales de este mes se d¨¦ a conocer el plan completo de pacificaci¨®n del pa¨ªs, pues con este avance no queda claro c¨®mo se organizar¨¢n y bajo qu¨¦ criterio se instalar¨¢n estas 265 coordinaciones supraestatales. El anuncio ha planteado muchas dudas. "?Por qu¨¦ 265? Nadie de fuera de su equipo sabe c¨®mo lleg¨® a ese n¨²mero. No es obvia la regionalizaci¨®n, no sabemos cu¨¢l va a ser la distribuci¨®n, si responde a una l¨®gica poblacional o territorial", cuestiona el experto en temas de seguridad Alejandro Hope. Y a?ade que, en cualquier caso, se requerir¨¢ incrementar el n¨²mero de militares y polic¨ªas federales del que ya disponen las secretar¨ªas. "Se necesitar¨ªa duplicar el despliegue militar, porque habr¨¢ una media 450 militares o polic¨ªas por cada zona. En total, unos 119.000 elementos. De ellos, ser¨ªan alrededor de 100.000 militares, superando por 50.000 los efectivos del a?o pasado, donde ya hubo la tasa m¨¢s alta de militarizaci¨®n del pa¨ªs", explica Hope.

Para asegurar el despliegue, la semana pasada L¨®pez Obrador anunci¨® que en cuanto tome posesi¨®n en diciembre convocar¨¢ 50.000 plazas para nuevos integrantes de las fuerzas armadas y la Polic¨ªa Federal. "Para que los j¨®venes nos ayuden y entre todos serenemos al pa¨ªs ofreciendo tambi¨¦n condiciones laborales", indic¨®. "Esto costar¨ªa como 25.000 millones de pesos y no se hace la noche a la ma?ana", apunta el experto.

Durante la campa?a y poco despu¨¦s de su victoria en julio, L¨®pez Obrador anunci¨® el retiro paulatino del Ej¨¦rcito de las calles, una medida que aplaudieron algunas organizaciones civiles, que han denunciado desde hace a?os violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas desde que en 2006 se emprendiera la guerra contra el narcotr¨¢fico ¡ªque dejado m¨¢s de 200.000 muertos y m¨¢s de 35.000 desaparecidos en 12 a?os¡ª. No obstante, la realidad de M¨¦xico ha obligado a modificar las propuestas. "Con los niveles actuales de violencia ser¨ªa ingenuo pensar en el retiro inmediato del Ej¨¦rcito de las calles. No hay fecha para sacarlos y ser¨ªa inconsciente hacerlo", reconoc¨ªa en una entrevista a este diario el pr¨®ximo secretario de Seguridad de L¨®pez Obrador, Alfonso Durazo. Y a?ad¨ªa que "el objetivo es ir formando polic¨ªas y reemplazarlos por los soldados". En tres a?os calculaba que el retiro ser¨ªa "significativo". Ahora, con esta nueva medida se plantea, sin embargo, el aumento significativo del despliegue militar, mucho mayor al que haya tenido el pa¨ªs en los ¨²ltimos a?os y ya no se menciona el regreso de los militares a los cuarteles.

La estrategia que ha adelantado este mi¨¦rcoles el presidente electo recuerda a la que emprendi¨® cuando era jefe de Gobierno de la capital mexicana entre el a?o 2000 y 2005. En aquellos a?os, dividi¨® tambi¨¦n la Ciudad de M¨¦xico en cuadrantes para controlar la seguridad. La capital es la localidad con m¨¢s polic¨ªas por habitante de todo el pa¨ªs, con m¨¢s de cuatro uniformados por cada 1.000 habitantes. "Pero adem¨¢s, se trata de un territorio peque?o y densamente poblado, f¨¢cilmente controlable. "?C¨®mo har¨¢ para asegurar zonas como Chihuahua que tienen el tama?o de Reino Unido?", se pregunta el analista. "A¨²n con el despliegue que propone, la presencia va a ser muy delgada para el resto del pa¨ªs. Habr¨¢ menos de uno por cada 1.000 habitantes y el modelo ¨®ptimo se encuentra en 1,8", se?ala Hope.

A partir del 1 de diciembre, la seguridad nacional se convierte en uno de los grandes retos de la pr¨®xima legislatura. Ese d¨ªa L¨®pez Obrador comenzar¨¢ a gobernar un pa¨ªs que nunca hab¨ªa vivido unos ¨ªndices de violencia tan altos como hasta ahora: en 2017 murieron asesinadas 85 personas al d¨ªa. En total, 31.174 ¡ªla gran mayor¨ªa por arma de fuego¡ª, 6.615 m¨¢s que en 2016 (un incremento del 27%) y m¨¢s del doble que hace solo ocho a?os, seg¨²n las cifras del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. M¨¦xico se ha situado?por primera vez en la tasa de 25 muertes por cada 100.000 habitantes, por delante del ¨ªndice criminal de Colombia (24) y acerc¨¢ndose a la tasa brasile?a (29), tradicionalmente muy superior, seg¨²n los datos de consultora InSight Crime.

El pa¨ªs atraviesa adem¨¢s una situaci¨®n muy diferente de la que vivi¨® en la ¨¦poca de los grandes capos de la droga, por ello muchos analistas advierten de la necesidad de propuestas m¨¢s innovadoras para un panorama m¨¢s complejo. Desde la declaraci¨®n de guerra interpuesta por el expresidente Felipe Calder¨®n (que gobern¨® de 2006 a 2012) hasta ahora, la estrategia de seguridad nacional se ha centrado en la decapitaci¨®n de los c¨¢rteles hist¨®ricos y poderosos del pa¨ªs. Como fue la detenci¨®n de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n que provoc¨®, adem¨¢s de una pelea por las plazas que hab¨ªan quedado libres, la fragmentaci¨®n de las bandas en grupos m¨¢s peque?os, descentralizados y no solo interesados en el tr¨¢fico de drogas. Esto explica el aumento notorio de la criminalidad en zonas tradicionalmente seguras y al margen de la ultraviolencia del narco, como son Baja California Sur, Guanajuato y Quintana Roo.

El crimen se ha diversificado y abierto nuevas formas de negocio. "Ya no es solo el narcotr¨¢fico, es el robo de combustible, la extorsi¨®n, el secuestro... Esto hace que se dispersen a otras zonas. Antes estaba concentrado en las regiones de producci¨®n de drogas o cerca de la frontera. Ahora cualquier lugar es bueno", explicaba hace unos meses el analista Hope. "La diversificaci¨®n y dispersi¨®n de los c¨¢rteles ha provocado que veamos un cambio en el mapa: mientras que en 2010 el 24% de los homicidios se concentraban en Chihuahua y, concretamente, en el municipio de Ciudad Ju¨¢rez; en 2017 no hay ni un solo Estado que concentre m¨¢s de un 10% de los asesinatos", a?ad¨ªa Hope. Se mata m¨¢s que en plena guerra contra el narco y la muerte se ha extendido a nuevos territorios.

El plan que ha adelantado plantea, de momento, una problem¨¢tica jurisdiccional. En M¨¦xico, m¨¢s del 90% de las investigaciones se corresponden a delitos del fuero local, como es el caso de los homicidios. Con este sistema no queda tampoco aclarado a qui¨¦n responder¨¢n los mandos, si al poder estatal o al federal. "No entiendo por qu¨¦ el presidente electo insiste en presentar su estrategia de seguridad en aproximaciones sucesivas. Si ya hab¨ªan anunciado que har¨¢n una presentaci¨®n formal el 24 de octubre, ?por qu¨¦ no esperar a esa fecha y evitar generar m¨¢s dudas y cuestionamientos?", se pregunta Hope.