Un atentado con 15 muertos en Kabul cierra una jornada electoral ca¨®tica
Problemas log¨ªsticos generalizados empa?an los comicios legislativos en Afganist¨¢n
Un atentado suicida que ha matado a 15 personas en Kabul este s¨¢bado ha puesto un tr¨¢gico fin a una jornada electoral marcada por el caos organizativo. Los retrasos en la apertura de los colegios electorales han sido generalizados en todo Afganist¨¢n. Donde no faltaban las papeletas, faltaban las listas de votantes o, como en la escuela Naderia, en el barrio de Karte Parwan de la capital, el responsable del propio colegio electoral. Aun as¨ª, muchos afganos han esperado durante horas para elegir un nuevo Parlamento.
Eran pasadas las cinco de la tarde cuando el terrorista ha forzado su entrada en un centro de voto del norte de Kabul y se ha hecho explotar. Diez civiles y 5 polic¨ªas han muerto en la deflagraci¨®n. Ha sido el m¨¢s grave de los casi doscientos incidentes que han dejado una treintena de muertos y 135 heridos en el conjunto del pa¨ªs.
Hasta ese momento, ni las amenazas de los talibanes, ni la desorganizaci¨®n, hab¨ªan hecho mella en los afganos con ganas de participar. ¡°Estoy feliz de poder votar¡±, aseguraba desde debajo del burka Bibi Gul, tras lamentar las tres horas de espera. A su alrededor varias decenas m¨¢s de mujeres empezaban a impacientarse. Al otro lado del pasillo, la fila para los hombres estaba al borde de la insurrecci¨®n.
Un poco m¨¢s al oeste, en un instituto del barrio de Khushal Khan, s¨ª que hab¨ªan llegado los responsables pero faltaban las papeletas y las listas de votantes. Adem¨¢s, los representantes de los candidatos denunciaban que no hab¨ªa nadie a quien presentar las quejas, a pesar del compromiso de la Comisi¨®n Electoral Independiente (IEC, en sus siglas inglesas) de que hubiera un encargado de recogerlas en cada colegio electoral.
¡°Esto es muy malo porque la gente pierde la ilusi¨®n y termina y¨¦ndose a casa; resta credibilidad al proceso¡±, deploraba uno de los agentes.
Cuando por fin se pone en marcha la primera mesa del centro, el problema no son los controvertidos aparatos de control biom¨¦trico para evitar el fraude, sino el registro. Muchos votantes no encuentran su nombre en la lista ante la impotencia del personal electoral, en su mayor¨ªa maestros movilizados para la ocasi¨®n. ¡°Algunos se han apuntado en dos o tres sitios, y como tenemos un sistema informatizado, les ha borrado de donde no les corresponde¡±, justifica Hashma, un responsable del distrito enviado para apaciguar los ¨¢nimos.
Es la primera vez desde el derribo del r¨¦gimen talib¨¢n en 2001 que el proceso est¨¢ por completo en manos de los afganos, con m¨ªnimo apoyo t¨¦cnico de la comunidad internacional. El ejercicio se ve¨ªa adem¨¢s como una prueba para las m¨¢s relevantes elecciones presidenciales del pr¨®ximo abril.
¡°Esperaba que hubiera muchos problemas t¨¦cnicos, pero no este nivel de caos. La dejadez de la IEC y de parte de su personal se ha unido a la casi total falta de informaci¨®n. El proceso se les ha ido de las manos¡±, eval¨²a Thomas Ruttig, un veterano observador de la pol¨ªtica afgana que dirige el centro de estudios Afghan Analysts Network (AAN) en Kabul.
El desorden se repite en otros colegios. Cuando no son las listas o las papeletas, las m¨¢quinas biom¨¦tricas no tienen carga, como en la Escuela Um ul Banin, en Pul-e-Sukhta. La IEC ha extendido el horario de votaci¨®n para compensar los retrasos. Tambi¨¦n ha anunciado que algunos de los que no han abierto, lo har¨¢n el domingo. Imposible averiguar de cu¨¢ntos se trata. Tampoco parece f¨¢cil conocer la participaci¨®n.
¡°Nadie sabe, si, c¨®mo o cu¨¢ndo la IEC planea publicar los datos preliminares del recuento. Hay una falta de transparencia absoluta¡±, denuncia Ruttig. Inicialmente, los resultados deb¨ªan estar listos para el 10 de noviembre, pero tras el caos de la jornada electoral y el retraso una semana de la votaci¨®n en Kandahar, es posible que no se conozcan hasta Navidad.
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