La restauraci¨®n del Santo Sepulcro pone en pie de guerra a las iglesias de Jerusal¨¦n
Las fuerzas de seguridad disolvieron ayer por la fuerza una protesta de coptos a la entrada del templo
Las protestas del Patriarcado Copto Ortodoxo de Jerusal¨¦n y las condenas de un grupo de representantes de las Iglesias Cristianas de Jerusal¨¦n y de la Autoridad Nacional Palestina no han servido para evitar que los trabajadores de la Autoridad de Antig¨¹edades de Israel entrasen este jueves en la Iglesia de San Miguel Arc¨¢ngel, uno de los dos templos utilizados por los cristianos et¨ªopes en el?Santo Sepulcro. "A pesar de que el Gobierno egipcio, a trav¨¦s de la embajada, estaba intentando que los trabajos de restauraci¨®n de la capilla se hiciesen en coordinaci¨®n con nosotros, los israel¨ªes contin¨²an el trabajo en el interior, sin nuestra aprobaci¨®n y protegidos por la polic¨ªa", contaba este jueves a EL PA?S el padre Markos Alorshalemy, portavoz del Patriarcado Copto ortodoxo en Jerusal¨¦n.
La instituci¨®n cristiana -que prepara acciones legales contra el Gobierno de Israel y amenaza con nuevas manifestaciones de protesta si no se llega a un acuerdo- pretende adem¨¢s que se depuren responsabilidades por el altercado de este mi¨¦rcoles en la entrada del Santo Sepulcro en el que varios monjes coptos resultaron magullados cuando las fuerzas de seguridad hebreas disolvieron por la fuerza una protesta pac¨ªfica de unos 25 religiosos coptos en la puerta de lo que se conoce como las capillas et¨ªopes. Uno de ellos fue reducido en la misma plaza, esposado y llevado en volandas y descalzo hasta dependencias policiales de las que fue liberado poco despu¨¦s gracias a la intervenci¨®n egipcia. ¡°Es un intento del Gobierno israel¨ª de ejercer soberan¨ªa sobre un lugar que no le pertenece¡±, dice Alorshalemy.
Las Iglesias de la discordia son uno de los lugares de culto m¨¢s pobres del recinto del Santo Sepulcro y pertenecen a la Iglesia Copta aunque, desde el siglo XV, las utilizan los cristianos et¨ªopes. ¡°Se las cedimos como gesto de hermandad. Tenemos los documentos que as¨ª lo atestiguan en la ¨¦poca del mandato otomano. Las condiciones de uso se han actualizado desde entonces y tambi¨¦n est¨¢n documentadas¡±, asegura el Padre Markos. ¡°Somos nosotros, como propietarios, quienes debemos restaurar el lugar, no los israel¨ªes. Israel se niega a concedernos el permiso para acometer las obras, por eso protestamos¡±, critica el religioso.
Las capillas et¨ªopes son un lugar de paso habitual de peregrinos y turistas para acceder desde la plaza del Santo Sepulcro al monasterio copto de Deir el Sult¨¢n, en la b¨®veda de la bas¨ªlica, donde viven los monjes et¨ªopes en min¨²sculas celdas. El a?o pasado las autoridades israel¨ªes las cerraron despu¨¦s de que se desprendiese una piedra del techo de una de ellas -la conocida como Iglesia de San Miguel- que, afortunadamente, no caus¨® da?o a nadie. El accidente puso de relieve la necesidad urgente de una restauraci¨®n del lugar que el gobierno israel¨ª, contra los deseos del Patriarcado Copto, encarg¨® a la Autoridad de Antig?edades de Israel. ¡°En realidad, la piedra se desprendi¨® por las obras que estaban realizando en la iglesia greco ortodoxa aleda?a¡±, asegura el padre Markos. Acusaciones frente a las que Israel da la callada por respuesta. ¡°No estamos autorizados a hablar del tema¡±, asegura Yoli Schwartz, portavoz de la Autoridad de Antig¨´edades de Israel.
¡°Israel interfiere una vez m¨¢s en asuntos religiosos que no le competen. Ya nos quitaron el Monasterio de Deir el Sultan en 1970 y un a?o despu¨¦s le entregaron a los et¨ªopes las llaves de las iglesias que hay dentro¡±, critica el padre Markos. Hasta entonces, los et¨ªopes usaban las capillas pero los coptos abr¨ªan y cerraban las puertas de las iglesias cada d¨ªa como s¨ªmbolo de propiedad sobre el recinto. ¡°La Corte Suprema israel¨ª nos dio la raz¨®n pero nunca nos devolvieron las llaves. A¨²n as¨ª, ahora tambi¨¦n recurriremos a la justicia hebrea y a la presi¨®n internacional para que se respeten nuestros derechos en el lugar¡±, dice malhumorado el portavoz del Patriarcado Copto.
La presencia de la polic¨ªa israel¨ª en el Santo Sepulcro siempre ha sido objeto de controversia. Las diferentes confesiones religiosas presentes en el lugar -latinos, griegos, armenios, sir¨ªacos, coptos y et¨ªopes- a menudo critican las medidas severas que los agentes hebreos, en aras de la seguridad, imponen a veces en el recinto sagrado, del que tambi¨¦n forma parte la plaza donde tuvo lugar el altercado de este mi¨¦rcoles. Un incidente cuyo tel¨®n de fondo es la pugna por la propiedad de la tierra y los intentos reiterados del Gobierno israel¨ª por terminar con los privilegios econ¨®micos de los que gozan las Iglesias cristianas en Tierra Santa.
A las pol¨¦micas ventas protagonizadas en las ¨²ltimas d¨¦cadas por el Patriarcado Greco Ortodoxo de Jerusal¨¦n -la mayor terrateniente de la ciudad- hay que sumar la pol¨ªtica de expropiaci¨®n de bienes eclesiales anunciada por el Ejecutivo y la intenci¨®n del ayuntamiento de Jerusal¨¦n de cobrar impuestos a las Iglesias por los bienes que poseen en la Ciudad Santa.
El pasado mes de febrero, en un gesto sin precedentes, las iglesias cristianas cerraron el Santo Sepulcro como medida de presi¨®n contra esas iniciativas. Tras varios d¨ªas con el recinto sagrado cerrado, las autoridades israel¨ªes las dejaron en suspenso pero recientemente el Gobierno ha retomado el proyecto de ley que permitir¨¢ la expropiaci¨®n retroactiva de bienes de la Iglesia, lo que ha elevado la tensi¨®n entre Israel y las comunidades cristianas.
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