El env¨ªo de bombas caseras a Obama, Clinton y la CNN sacude la campa?a
Trump se?ala a los medios de comunicaci¨®n y llama a la prensa a "establecer un tono civilizado y acabar con la infinita hostilidad y constantes ataques"
La campa?a electoral de las legislativas entr¨® en una nueva fase este mi¨¦rcoles. Entre la noche del martes y la ma?ana, agentes federales investigaban el hallazgo de una serie de bombas caseras enviadas por correo a prominentes dem¨®cratas, entre ellos el expresidente Barack Obama y la ex secretaria de Estado y candidata presidencial en 2016, Hillary Clinton. Ambos paquetes eran similares al encontrado el pasado lunes en la mansi¨®n del fil¨¢ntropo millonario George Soros. Pero no fueron los ¨²nicos. John Brennan, antiguo jefe de la CIA, la congresista Maxine Walters y Eric Holder, que ocup¨® el cargo de fiscal general durante la Administraci¨®n Obama tambi¨¦n recibieron cartas. Incluso la cadena de informaci¨®n 24 horas CNN estuvo en el objetivo del supuesto terrorista. Y a ¨²ltima hora de lo noche se conoci¨® que Joe Biden, vicepresidente en los dos mandatos de Obama, recibi¨® un paquete "sospechoso". Por el momento no se sabe si conten¨ªa o no explosivos.
El d¨ªa qued¨® roto en t¨¦rminos pol¨ªticos. Est¨¢ siendo esta una campa?a dura, a cara de perro, en la que republicanos y dem¨®cratas se lo juegan todo. Tambi¨¦n el propio presidente, Donald Trump, sin ni siquiera figurar en las papeletas, enfrenta los comicios como un voto de confianza ¡ªo no¡ª para los dos pr¨®ximos a?os que le quedan de mandato. De repente, entre m¨ªtines y actos festivos para atraer votos, la temida palabra ¡°terrorismo¡± sacud¨ªa una semana marcada por los actos electorales. La Casa Blanca, a trav¨¦s de su portavoz, Sarah Sanders, conden¨® los intentos de ataque poco despu¨¦s de que sucediesen y declar¨® que los responsables responder¨ªan ante la ley. ¡°Estos actos terroristas son despreciables¡±, dijo.
Las bombas son un peque?o tubo negro, taponado por los extremos y con cables y material explosivo en el interior
Trump carg¨® contra la prensa de nuevo, pese al ataque recibido en la CNN. Ya por la noche, en un mitin en Wisconsin, el republicano insisti¨® en que todos "los lados tienen que estar unidos en paz y armon¨ªa". Hasta aqu¨ª todo correcto. Pero entonces, el presidente apunt¨® su dedo acusador hacia donde lo ha apuntado otras muchas veces: a los medios de comunicaci¨®n hostiles a su Administraci¨®n que se dedican a expandir las conocidas como fake news, noticias falsas. Los medios tienen "la responsabilidad de establecer un tono civilizado y acabar con la infinita hostilidad y constantes ataques negativos y a menudo ataques e historias falsas". No ser¨ªa esta la primera vez que Trump acusa a sus oponentes de criminales. Tampoco su consideraci¨®n de que los dem¨®cratas destruir¨¢n el pa¨ªs si logran hacerse con el control del Congreso el pr¨®ximo d¨ªa 6 de noviembre.
La ma?ana hab¨ªa resultado fren¨¦tica: a cada poco se sab¨ªa de un nuevo paquete enviado. La CNN tuvo que dejar de emitir desde sus estudios y dar paso a su sede en Washington. El falso remitente de todos los paquetes era el mismo: Debbie Wasserman Schultz, antigua presidenta del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata. La exjefa dem¨®crata recibi¨® de vuelta en sus oficinas en Florida la carta que iba dirigida a Eric Holder, ya que este no reside en la direcci¨®n que figuraba en el sobre.
Excepto la carta a Soros, que fue entregada en mano en su buz¨®n y la de la CNN, que la llev¨® un mensajero, el resto de los paquetes fueron enviados por correo. Se trata de sobres peque?os que en su interior conten¨ªan un peque?o tubo negro de unos diez cent¨ªmetros, taponado por los extremos, y con cables y material explosivo en el interior. En un momento, una fuente de la Casa Blanca afirm¨® que hab¨ªan hallado un dispositivo sospechoso en la residencia del presidente, pero el Servicio Secreto rechaz¨® la informaci¨®n y la calific¨® de "incorrecta".
Trump, al referirse a los sucesos por la tarde, ni siquiera pronunci¨® el nombre de los afectados, a pesar de que se trate de un expresidente, una ex secretaria de Estado y un ex secretario de Justicia, adem¨¢s de una de las grandes empresas informativas del pa¨ªs. Su comparecencia era esperada y adem¨¢s se hizo esperar. Esperada porque antes que ¨¦l se pronunci¨® su n¨²mero dos declarando que "estos actos cobardes no tienen cabida en el pa¨ªs". Trump, en primera instancia, se limit¨® a refrendar v¨ªa Twitter las palabras de su vicepresidente.
El presidente se defini¨® ¡°enfadado, molesto y triste¡±
Y se hizo esperar porque cuando Trump sali¨® a escena en una de las salas donde se celebran actos especiales en la Casa Blanca, quien primero tom¨® la palabra para pronunciarse sobre una crisis nada usual fue su esposa, Melania Trump, que acog¨ªa a un foro de afectados por la epidemia de muertes por opi¨¢ceos que conmueve al pa¨ªs.
La primera dama dio las gracias al Servicio Secreto por un trabajo bien hecho y luego cedi¨® el podio a su marido. Entonces el presidente se acerc¨® al micr¨®fono y por un momento pareci¨® pedir disculpas por el acento extranjero con el que se expresa su esposa, al dejar claro ante la audiencia que es debido a que el ingl¨¦s no es la ¨²nica lengua que maneja. Trump calific¨® de ¡°despreciable¡± lo sucedido, asegur¨® que no hab¨ªa espacio para ¡°la violencia en Estados Unidos¡± y se defini¨® ¡°enfadado, molesto y triste¡± por lo sucedido. Todo esto sin mencionar ni a uno solo de los afectados. "En momentos como este debemos mantenernos unidos", concluy¨®, para ceder la palestra a su esposa y seguir hablando de drogas.
Hillary Clinton dorm¨ªa en Florida la noche del mi¨¦rcoles, hab¨ªa acudido a un acto de la campa?a dem¨®crata. Su marido, Bill, sin embargo, descansaba en su residencia com¨²n en el id¨ªlico pueblo de Chappaqua (norte del Estado de Nueva York). Estaba por aclarar d¨®nde se encontraba la familia Obama en el momento en el que el Servicio Secreto intercept¨® el paquete sospechoso. La antigua secretaria de Estado y contrincante de Trump en las presidenciales de 2016 hac¨ªa esta ma?ana unas declaraciones a la prensa desde Miami. ¡°Vivimos momentos turbulentos¡±, declar¨® Clinton, a?adiendo que cuando la gente le pregunta c¨®mo se encuentra siempre responde lo mismo: ¡°Como persona me encuentro bien, pero como estadounidense estoy preocupada¡±. ¡°Es un momento preocupante, de gran divisi¨®n, hay que hacer todo lo posible para volver a unir nuestro pa¨ªs. Tambi¨¦n tenemos que elegir candidatos que hagan lo mismo¡±, apunt¨® con miras a las elecciones y a la terrible polarizaci¨®n que vive este pa¨ªs.
¡°Vivimos momentos turbulentos¡±, asegur¨® desde Miami la exsecretaria de Estado Hillary Clinton
Todo hac¨ªa presagiar que el ruido en la campa?a subir¨ªa varias notas en la recta final. Pero lo sucedido ha cambiado el discurso y pone de relieve la tensi¨®n e incluso incitaci¨®n al odio que se desprende de algunos mensajes. Soros sufre a diario duras cr¨ªticas por parte de los sectores m¨¢s radicales de la derecha y amantes de la teor¨ªa de la conspiraci¨®n al acusarle de estar financiando la caravana de inmigrantes centroamericanos que estos d¨ªas se encuentra en M¨¦xico con intenci¨®n de cruzar a Estados Unidos. En ese mismo sentido, el propio presidente Trump tambi¨¦n ha arremetido contra los dem¨®cratas, a los que tambi¨¦n responsabiliza de estar detr¨¢s de la marcha de migrantes.
A sus 88 a?os, Soros es la bestia negra de los conservadores nacionalistas estadounidenses por el apoyo que da con su fortuna y a trav¨¦s de su fundaci¨®n a las causas dem¨®cratas. Open Society, la fundaci¨®n del magnate de origen h¨²ngaro, emiti¨® un comunicado en el que condenaba ¡°la pol¨ªtica de odio¡± que domina el debate pol¨ªtico. Por eso pide a los dirigentes que rebajen el tono: ¡°Tenemos la responsabilidad colectiva de crear una manera m¨¢s civil de discutir nuestras diferencias¡±.
¡°Hemos iniciado una investigaci¨®n penal¡±, anunci¨® Mason Brayman, agente especial a cargo de este caso cuyo final est¨¢ por escribir. ¡°vamos a utilizar todos los recursos federales, estatales y locales para determinar la fuente e identificar a los responsables¡±, finaliz¨®. ¡°Es un acto de terror dirigido a minar nuestras libertades¡±, declar¨® en rueda de prensa el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ¡°no podemos dejar que los terroristas nos intimiden¡±. ¡°Este es el mundo en el que vivimos¡±, a?adi¨® a su lado el gobernador, Andrew Cuomo. ¡°El terrorismo solo funciona si se le permite¡±, finaliz¨® el dem¨®crata.
"No podemos dejar que los terroristas nos intimiden¡±, asegur¨® el alcalde de Nueva York
Las autoridades insisten en que la investigaci¨®n sigue su curso y no tienen constancia de que haya otros lugares amenazados. Se est¨¢ reforzando, sin embargo, la presencia policial en sitios como las sedes de los medios de comunicaci¨®n. ¡°Son unos pocos los que tratan de separarnos por la v¨ªa de la violencia¡±, concluy¨® el alcalde de Nueva York, ¡°no podemos permitirlo¡±.
¡°Los paquetes fueron identificados inmediatamente durante los procedimientos de supervisi¨®n rutinarios del correo como potenciales artefactos explosivos y fueron tratados adecuadamente como tales¡±, explic¨® el Servicio Secreto a trav¨¦s de un comunicado. Las autoridades dijeron que tanto Clinton como Obama est¨¢n fuera de peligro. La campa?a, sin embargo, est¨¢ tocada.
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