La ambig¨¹edad marca el cierre de los foros por la paz de L¨®pez Obrador

Desde hace casi cuatro meses M¨¦xico vive anclado al futuro, m¨¢s pendiente de lo que dice y hace el presidente electo que el saliente. La rotunda victoria de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador el 1 de julio, el cambio de discurso e intenciones del futuro mandatario y su gabinete, acaparan la atenci¨®n, m¨¢s si se trata de temas de seguridad y violencia. Y lo hacen antes siquiera de empezar a gobernar.

Este mi¨¦rcoles, L¨®pez Obrador dio por concluidos los foros por la paz y la reconciliaci¨®n, puestos en marcha tras su victoria en las urnas, toda una declaraci¨®n de intenciones y de las diferencias que, dice, le separan de los gobiernos anteriores. Ante la cifra aterradora de muertos y desaparecidos de los ¨²ltimos dos sexenios, el de Felipe Calder¨®n y el de Enrique Pe?a Nieto, su mandato, con los foros, empieza haciendo algo que, a su juicio, no hicieron los anteriores, escuchar a las v¨ªctimas.

La idea era que estos encuentros, una ventana al horror de las zonas m¨¢s castigadas por la inseguridad, resultaran en un ramillete de propuestas, leyes nuevas o modificaciones de las actuales, con el objetivo de contener la violencia. Pero de momento, 16 foros despu¨¦s, la ambig¨¹edad del principio se mantiene. Se ignora qu¨¦ papel jugar¨¢ el Ej¨¦rcito en su estrategia de seguridad, c¨®mo se va a implementar la b¨²squeda de los miles de desaparecidos que cuenta el pa¨ªs o a qui¨¦n afectar¨¢ la famosa amnist¨ªa que prometi¨® en tiempos de campa?a electoral.

En su discurso ante representantes de los foros en Ciudad de M¨¦xico, L¨®pez Obrador ha dicho que su Gobierno no apostar¨¢ por la guerra y atender¨¢ "las causas de la violencia". Esos dos han sido probablemente sus compromisos m¨¢s concretos.

El acto se ha celebrado en la sede del Archivo General de la Naci¨®n, el Palacio de Lecumberri, de nefasto recuerdo para la sociedad mexicana. Fue all¨ª donde torturaron y mantuvieron presos a decenas de estudiantes durante el verano de 1968. Antes y despu¨¦s de la matanza de octubre.

Primero, los representantes de los foros de Guerrero, Michoac¨¢n, Coahuila, Chihuahua, etc¨¦tera, le han entregado, cada uno, las conclusiones de sus encuentros al mandatario. Tambi¨¦n lo han hecho los portavoces de los grupos de trabajo mantenidos con polic¨ªas, expertos en seguridad, en pol¨ªticas de drogas, armas de fuego...

Acompa?aban a L¨®pez Obrador la pr¨®xima secretaria de Gobernaci¨®n, Olga S¨¢nchez Cordero, el futuro secretario de Seguridad P¨²blica, Alfonso Durazo y el subsecretario de Derechos Humanos de Gobernaci¨®n, Alejandro Encinas. Los tres han participado en los foros y a estas alturas ser¨ªa ingenuo pensar que no conocen el dolor de las v¨ªctimas. El propio Durazo ha dicho: "Escuchar directamente sus historias es un ejercicio que nos marc¨® a todos". Y tambi¨¦n S¨¢nchez Cordero: "Reconocemos que se est¨¢ desapareciendo a nuestra juventud; reconocemos que no se han tomado las medidas necesarias para atajar la violencia".

Ante esto, L¨®pez Obrador ha resumido la acci¨®n del futuro Gobierno en ocho compromisos. Al margen de los dos primeros, no apostar por la guerra y atajar las causas de la violencia, el futuro presidente ha asegurado que fortalecer¨¢ la formaci¨®n en derechos humanos de militares, marinos y polic¨ªas; que garantizar¨¢ el acceso de las v¨ªctimas a "la reparaci¨®n del da?o"; que apoyar¨¢ la b¨²squeda de justicia en casos emblem¨¢ticos, como la desaparici¨®n de los 43 estudiantes de Ayotzinapa; que liberar¨¢ a presos pol¨ªticos y luchadores sociales encarcelados; que pedir¨¢ la supervisi¨®n constante de la ONU y que crear¨¢, por ¨²ltimo, un Consejo Nacional de Paz.

"Queremos encontrar un equilibrio entre justicia y perd¨®n, con amnist¨ªa, pero sin impunidad. Todo eso para dar con una reconciliaci¨®n y propagar el amor al pr¨®jimo", ha conclu¨ªdo el futuro presidente.