Impulsados por el ¡®factor Trump¡¯, China y Jap¨®n sellan el deshielo

Li hab¨ªa ofrecido una ceremonia de bienvenida a Abe en el Gran Palacio del Pueblo, el gigantesco edificio para la recepci¨®n de l¨ªderes extranjeros y los encuentros pol¨ªticos de mayor pompa, en plena plaza de Tiananmen,antes de reunirse con ¨¦l por segunda vez en dos d¨ªas.

Los dos pa¨ªses ¡°han acordado no amenazar al otro y no agredir al otro¡±, afirm¨® el primer ministro chino. ¡°Ambos sentimos que nos interesa mantener una relaci¨®n China-Jap¨®n estable a largo plazo, algo que beneficiar¨¢ tambi¨¦n a la estabilidad de la regi¨®n¡±, agreg¨®.

Por su parte Abe manifest¨®: ¡°Tenemos objetivos y responsabilidades comunes para la estabilidad en la regi¨®n¡±. El primer ministro se reun¨ªa horas m¨¢s tarde con el presidente chino, Xi Jinping, al que ha invitado a una visita oficial a Jap¨®n el a?o pr¨®ximo, cuando este pa¨ªs acoger¨¢ la cumbre anual del G-20.

Entre los acuerdos suscritos por los dos jefes de Gobierno, se encuentra el de relanzar los intercambios de moneda entre los dos pa¨ªses, suspendidos desde 2012 cuando las relaciones se congelaron a ra¨ªz de que Jap¨®n ¡°nacionalizara¡± las islas Senkaku (Diaoyu, en mandar¨ªn), que ambos se disputan en el mar del Este de China. Ahora sus bancos centrales intercambiar¨¢n divisas por valor de 200.000 millones de yuanes (unos 25.280 millones de euros). Tambi¨¦n acordaron establecer un marco de cooperaci¨®n para gestionar posibles accidentes mar¨ªtimos y lanzar conversaciones sobre innovaci¨®n y propiedad intelectual.

La cordialidad ¡ªal menos de cara a la galer¨ªa¡ª exhibida por ambos supon¨ªa un profundo cambio con respecto a las tensiones que han dominado la relaci¨®n desde 2012. A la disputa sobre las islas, que gener¨® manifestaciones violentas de cientos de personas frente a la Embajada nipona en Pek¨ªn, se suman desavenencias hist¨®ricas, legado de la ocupaci¨®n japonesa de China y la Segunda Guerra Mundial.

Pero los dos pa¨ªses son vecinos e importantes socios comerciales, cuya relaci¨®n econ¨®mica mueve cerca de 265.000 millones de euros anuales. Y si ya hab¨ªan entablado un incipiente deshielo en los ¨²ltimos dos a?os, la incertidumbre en torno a la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump ha terminado de convencerles de dejar sus diferencias, si no atr¨¢s, al menos s¨ª de lado.

Si a China la guerra comercial con Estados Unidos puede acarrearle graves consecuencias a su econom¨ªa, que da se?ales de debilidad, el Gobierno japon¨¦s de Abe ¡ªel mejor aliado de Estados Unidos en Asia¡ª busca desarrollar una pol¨ªtica exterior m¨¢s independiente y ampliar sus opciones ante la posibilidad de que Washington pueda recortar o retirar el apoyo a sus socios actuales.

La ronda de reuniones de Abe en Pek¨ªn ha incluido tambi¨¦n una visita a un foro de m¨¢s de mil empresarios de los dos pa¨ªses para explorar oportunidades de cooperaci¨®n en terceros pa¨ªses.

China quiere que Jap¨®n se sume a su iniciativa estrella, la red de infraestructuras y conexiones por todo el mundo, conocida como nueva ruta de la seda. Tokio se ha mostrado renuente a dar su apoyo al plan, aunque s¨ª dispuesto a colaborar en proyectos puntuales, sobre todo en el sureste asi¨¢tico. ¡°Hay una demanda inmensa de infraestructuras en la regi¨®n de Asia Pac¨ªfico¡±, recordaba este viernes un portavoz japon¨¦s.

Pero esa cooperaci¨®n, precisa el Gobierno nip¨®n, ser¨¢ posible siempre y cuando se respeten los ¡°est¨¢ndares internacionales¡±: transparencia, sostenibilidad de la deuda del pa¨ªs receptor, respeto al medioambiente y viabilidad econ¨®mica del proyecto.

No todo han sido sonrisas y palmadas en la espalda. Seg¨²n explicaba el portavoz nip¨®n a la prensa extranjera en Pek¨ªn, durante sus conversaciones con Li, Abe sac¨® a relucir las diferencias en el mar del Este de China, que no solo incluyen la soberan¨ªa de las islas, sino tambi¨¦n la explotaci¨®n de los recursos naturales.

¡°A menos que haya estabilidad en el mar del Este de China, la relaci¨®n no puede considerarse verdaderamente mejorada¡±, afirm¨® el primer ministro nip¨®n al chino, seg¨²n este portavoz. El jefe de Gobierno japon¨¦s tambi¨¦n plante¨® otro asunto espinoso, la situaci¨®n de los derechos humanos y la libertad de prensa en China. ¡°Abe declar¨® que la comunidad internacional, incluido Jap¨®n, vigila cuidadosamente la situaci¨®n dentro de China¡±, precis¨® el funcionario.

En opini¨®n de la analista del Instituto Franc¨¦s de Relaciones Internacionales, C¨¦line Pajon, ¡°Jap¨®n parece operar una estrategia coherente en la que extiende una mano pragm¨¢tica para mejorar la cooperaci¨®n con China sin renunciar a sus principales intereses y principios nacionales¡±.

El primer ministro japon¨¦s regresar¨¢ a Tokio este s¨¢bado, justo a tiempo para recibir el domingo al jefe de Gobierno indio, Narendra Modi. Con ¨¦l busca cimentar una alianza estrat¨¦gica que sirva de pilar a su concepto de ¡°Indo-Pac¨ªfico Abierto y Libre¡±, una propuesta para hacer de contrapeso a la creciente influencia de China en Asia y que se basa en los principios de derecho de navegaci¨®n, Estado de derecho, resoluci¨®n pac¨ªfica de disputas y libre comercio.

En una muestra de la importancia que Abe quiere otorgar a esta visita ¡ªy en contraste con la cautela que a¨²n domina los gestos entre China y Jap¨®n¡ª, el primer ministro nip¨®n ofrecer¨¢ una cena privada al l¨ªder indio en su residencia de vacaciones.