Las 12 horas de infierno de Desir¨¦e
La violaci¨®n m¨²ltiple de una joven de 16 a?os en el centro de Roma enciende de nuevo el debate migratorio sobre el que cabalga Matteo Salvini
Desir¨¦e Mariottini, una estudiante de 16 a?os, entr¨® el jueves de la semana pasada sobre las cuatro de la tarde en una casa ocupada de San Lorenzo, barrio estudiantil y de movida nocturna de la ciudad. Le hab¨ªan robado el m¨®vil y, como otras veces, buscaba algo de hero¨ªna. Unas 12 horas despu¨¦s la polic¨ªa la encontr¨® muerta. La chica, de un pueblo a 70 kil¨®metros al sur de la capital, fue violada por varios hombres y falleci¨® por un paro cardiaco supuestamente provocado por un c¨®ctel de hero¨ªna y metadona. Hab¨ªa testigos, pero nadie hizo nada. A las 23,30, seg¨²n una de ellos, segu¨ªa viva. Algunas personas que la conoc¨ªan contaron a la polic¨ªa que Desir¨¦e sol¨ªa intercambiar favores sexuales por droga. Pero ese d¨ªa, seg¨²n el forense, en el momento de la agresi¨®n, ni siquiera estaba consciente. Al menos cuatro personas participaron en una violaci¨®n que en Italia se ha convertido en algo m¨¢s que un suceso.
El crimen, que recuerda al tremendo asesinato de Pamela Mastropietro en Macerata el pasado febrero que desemboc¨® en el tiroteo a inmigrantes por parte de un ultraderechista afiliado a la Liga, ha encendido todas las alarmas. La polic¨ªa ya ha detenido a cuatro sospechosos, dos de origen nigeriano, uno senegal¨¦s y el otro de Gambia. Uno ten¨ªa una orden de expulsi¨®n vigente, otros dos hab¨ªan disfrutado de permisos de residencia por motivos humanitarios que ya hab¨ªan expirado. En esos momentos se dedicaban a la venta de droga en el barrio, una zona controlada por los clanes napolitanos de la Camorra, que subarriendan la venta al por menor a los africanos.
Un argumento perfecto para la campa?a de expulsiones y cierre de fronteras del ministro del Interior, Matteo Salvini, que este mi¨¦rcoles se fue hasta la puerta de la casa ocupada para prometer mano dura. Macerata, un escenario sociol¨®gico parecido, dio r¨¦ditos electorales a la Liga pocos d¨ªas antes de las elecciones de marzo. Esta vez, a su llegada al lugar de los hechos, le esperaban los colectivos de centros sociales del barrio, que le recibieron al grito de "chacal", le impidieron el paso y tuvo que marcharse por donde hab¨ªa venido. Horas m¨¢s tarde, sin previo aviso en Facebook ni retransmisi¨®n en directo, volvi¨® para depositar una rosa en la puerta de lugar donde muri¨® Desir¨¦e, y coloc¨® su discurso de "primero los italianos" en las redes. Cuando confirm¨® el arresto de una cuarta persona el viernes en Foggia -hab¨ªa hu¨ªdo y la polic¨ªa le detuvo con 10 kilos de marihuana- el ministro del Interior lanz¨®: "?C¨¢rcel dura y a casa!".
San Lorenzo es un barrio de movida sustancialmente degradado en los ¨²ltimos a?os. Algunas de las casas ocupadas de la zona se han convertido en dispensarios de droga y no es dif¨ªcil dar con un camello en cualquier esquina. Es as¨ª desde hace a?os. La casa donde Desir¨¦e fue violada ¡ªcuya entrada est¨¢ llena de flores estos d¨ªas¡ª hab¨ªa sido desalojada siete veces en dos a?os, pero sus habitantes volv¨ªan a entrar para mantener desde ah¨ª el negocio. El Ayuntamiento no se ha ocupado de rehabilitar o demoler el edificio desde que Walter Veltroni fue alcalde en 2005. Tampoco de tapiar sus entradas. Pero una cuesti¨®n de seguridad y vigilancia urbana ¡ªla polic¨ªa, que supervisa el propio Salvini, no controla la zona¡ª ha vuelto a convertirse, en el clima de agitaci¨®n permanente que vive Italia, en un asunto de car¨¢cter pol¨ªtico.
Los vecinos cuentan que la vida alrededor de la calle Lucani, donde muri¨® Desir¨¦e -que desde el pasado agosto acud¨ªa al Servicio para las Drogadicciones del sistema sanitario italiano-, es un infierno. ¡°Cuando llega alguna partida grande de droga, encienden fuegos artificiales para que lo sepan los clientes¡±, explicaba un vecino a Il Corriere della Sera. Algunos vecinos de San Lorenzo han comenzado a hacer rondas nocturnas.
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