Muere a los 93 a?os Ana Gonz¨¢lez, la Pasionaria chilena
Activista inagotable y rebelde en la dictadura de Pinochet, falleci¨® sin saber el paradero de su esposo, dos de sus hijos y su nuera embarazada, desaparecidos en 1976
Sin conocer el destino de sus cuatro familiares desaparecidos en 1976 ¨Csu esposo, dos de sus hijos y su nuera embarazada¨C, a primera hora de este viernes ha muerto Ana Gonz¨¢lez de Recabarren, una de las activistas de derechos humanos de mayor simbolismo de la historia reciente de Chile. Falleci¨® a los 93 a?os en el hospital San Jos¨¦, en el sur de Santiago, luego de que su familia enfrentara serios problemas para conseguir una cama en el sistema p¨²blico. "Como no hay camas la dejan hospitalizada en la camilla de la ambulancia. Por la cresta, cero dignidad para nuestros viejos", escrib¨ªa ayer su nieta, Lorena D¨ªaz, que luego de su deceso le dedic¨® un mensaje a trav¨¦s de la red social: "Beso tu frente por ¨²ltima vez. Fuiste, eres y ser¨¢s la mejor y m¨¢s valiente guerrera. Amor infinito, abuela Ana". A esta hora, mientras la preparan en el hospital, sus parientes y amigos la despiden con m¨²sica a todo volumen y le pintan las u?as de rojo, uno de sus distintivos f¨ªsicos, como la propia Gonz¨¢lez hab¨ªa pedido.
Sus restos ser¨¢n velados desde esta tarde en la misma casa del municipio de San Joaqu¨ªn en la que resid¨ªa desde hace d¨¦cadas y desde donde desaparecieron sus familiares. Desde 1976 el port¨®n de la vivienda nunca se volvi¨® a abrir. "Los m¨ªos", dec¨ªa Gonz¨¢lez cada vez que se refer¨ªa a ellos, militantes del Partido Comunista.
Todos los suyos fueron detenidos en 1976 por la polic¨ªa secreta del dictador Augusto Pinochet, la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA). Primero sus hijos y su nuera: Manuel Guillermo, Luis Emilio y su esposa Nalvia Rosa Mena, de 22, 29 y 20 a?os, respectivamente. La noche del 29 de abril regresaban a la casa con el peque?o hijo de la pareja, Puntito, de dos a?os, cuando los capturaron. Nalvia, seg¨²n los testigos, fue golpeada en el vientre con la culata de una metralleta a pesar de sus gritos y s¨²plicas por estar embarazada. Inconsciente, la introdujeron en uno de los coches en que se mov¨ªan los agentes. El ni?o fue el ¨²nico que regres¨®, algunas horas m¨¢s tarde, luego de ser abandonado en las cercan¨ªas de la casa. el esposo de Gonz¨¢lez, Manuel Recabarren Rojas, de 50 a?os, desapareci¨® el d¨ªa siguiente, cuando sal¨ªa de su casa temprano a buscar a sus parientes. Fue detenido en la misma puerta. Algunos testigos dicen haberlo visto despu¨¦s en el centro de detenci¨®n y torturas Villa Grimaldi, donde se le perdi¨® la pista para siempre.
Nacida en 1925 en el Tocopilla, en el norte de Chile, la desaparici¨®n de sus familiares trastoc¨® para siempre su vida. Se olvid¨® de las labores dom¨¦sticas para volcarse a la calle y a la lucha. Fue una de las fundadoras de la Agrupaci¨®n de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFPP). La detuvieron en decenas de ocasiones, lider¨® huelgas de hambre y viaj¨® al extranjero para denunciar el horror que se viv¨ªa en el pa¨ªs en la dictadura de Pinochet. Como en alguna ocasi¨®n los militares no la dejaron entrar de vuelta, Gonz¨¢lez so?aba con cruzar escondida la cordillera de Los Andes desde Argentina ¨Ccomo el patriota Manuel Rodr¨ªguez en el siglo XIX, dec¨ªa¨C para plantarse frente al edificio del Poder Judicial e interpelar a los magistrados. Ten¨ªa p¨¦sima opini¨®n de la Justicia chilena, por lo que en el ba?o de su casa instal¨® un curioso cartelito que dec¨ªa: "Corte de Apelaciones". Su personalidad ¨Cvaliente, rebelde, graciosa¨C la hicieron transformarse en un personaje conocido y admirado por las nuevas generaciones.
Le gustaba relatar que alguna vez fue bautizada como La Pasionaria chilena. "Me dec¨ªan La Pasionaria chilena, pero tambi¨¦n me dec¨ªan mijita rica [muchacha guapa]", relataba en septiembre pasado a EL PAIS, cuando concedi¨® una entrevista a prop¨®sito de los 45 a?os del Golpe de Estado contra Salvador Allende. En sus ¨²ltimas semanas de vida, Gonz¨¢lez analiz¨® al Chile de hoy. "El pa¨ªs est¨¢ como lo pens¨® Pinochet. Cuando dicen 'le ganamos a Pinochet', pienso que no es verdad. No le ganamos. Seguimos divididos y los luchadores de antes se recogieron a sus casas. Para eso fue la dictadura: para silenciar al pueblo que hab¨ªa ganado su libertad. Pero conf¨ªo en los j¨®venes de hoy. Salen a las calles a protestar y eso significa que vamos bien".
Los j¨®venes chilenos la admiran, aunque la mayor¨ªa no hab¨ªa nacido en dictadura o eran ni?os. La cantante Ana Tijoux en febrero del a?o pasado la visit¨® para cantarle junto a su cama, cuando Gonz¨¢lez tuvo una crisis de salud. En agosto se inaugur¨® en el centro de Santiago un graffiti en su honor. "Brindo por la vida hermosa, por ella me estoy jugando y por defender la vida, busco lo que estoy buscando", se lee junto a su retrato. Le ped¨ªan selfies en la calle y la aplaud¨ªan de pie cuando llegaba a un acto p¨²blico. Hace un tiempo, las cartas que llegaban a su casa ven¨ªan con unos mensajes escritos con bol¨ªgrafo: "Aguante compa?era, a¨²n tenemos utop¨ªa"; "Por siempre en la memoria del tiempo consciente"; "Firme junto al pueblo". El mensajero an¨®nimo era un joven cartero, que le hizo una confesi¨®n: "Espero alguna vez, Anita, traerle una buena noticia".
La ciudadan¨ªa y diversos dirigentes pol¨ªticos han manifestado su pesar por su deceso. "Hasta siempre, querida Ana Gonz¨¢lez. Chile te recordar¨¢ por tu gran valent¨ªa y por tu incansable defensa de los Derechos Humanos y justicia. Mis condolencias a su familia y amigos", expres¨® a trav¨¦s de un v¨ªdeo en Twitter la expresidenta Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra.
Entre los m¨²ltiples legados de Anita Gonz¨¢lez ¨Cuna leyenda¨C est¨¢ un libro in¨¦dito de memorias donde relata sus 40 a?os de inagotable b¨²squeda.
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