Trump se afloja el Cintur¨®n de ?xido
La regi¨®n industrial compr¨® el mensaje proteccionista del presidente y fue clave para su victoria en 2016, pero en estas elecciones el desencanto puede beneficiar a los dem¨®cratas
El coche alquilado japon¨¦s delata al forastero en el caf¨¦ de Nese, a la entrada de la peque?a localidad de Lordstown, en el norte de Ohio. ¡°No se preocupe, es solo que aqu¨ª, como ver¨¢, somos m¨¢s de coches americanos¡±, explica Lisa, la camarera. Conducir aqu¨ª un veh¨ªculo extranjero tiene algo de herej¨ªa. Esta es, desde 1966, la orgullosa sede de una de las grandes plantas de General Motors del pa¨ªs. La otrora boyante f¨¢brica, que se extiende sobre casi 400 hect¨¢reas, lleg¨® a emplear a 4.500 trabajadores, m¨¢s que habitantes tiene el pueblo. Pero eso era antes.
¡°El 20 de enero de 2017, el mismo d¨ªa en que Donald Trump tom¨® posesi¨®n como presidente, se elimin¨® el tercer turno de la f¨¢brica, lo que afect¨® a cerca de 1.500 trabajadores¡±, explica David Green, presidente de la rama local del sindicato nacional de trabajadores del autom¨®vil. ¡°En junio de este a?o se elimin¨® el segundo turno, otros 1.500 trabajadores. Ese d¨ªa General Motors anunci¨® que iba a construir el Chevy Blazer en M¨¦xico. No hace falta decir que la gente aqu¨ª se sinti¨® muy frustrada. Fuimos muy comprensivos cuando GM fue a la bancarrota en 2009. Recibieron dinero del Gobierno y, a¨²n as¨ª, han llevado mucha producci¨®n al extranjero. Nosotros queremos ese trabajo aqu¨ª. El condado de Trumbull, donde se encuentra la f¨¢brica, fue dem¨®crata durante los ¨²ltimos 70 o 80 a?os. Pero en 2016 cambiaron y eligieron a Trump. Muchos de los trabajadores a los que represento le votaron porque habl¨® de proteger los empleos. Dijo a la gente que las f¨¢bricas volver¨ªan, que los empleos volver¨ªan. Pero no hemos visto nada de eso y la gente est¨¢ sufriendo¡±.
Trump gan¨® el cintur¨®n de ¨®xido, este corredor que va de Pensilvania a Minesota y que un d¨ªa fue el coraz¨®n de la industria pesada, vendiendo un sue?o. Apel¨® a la nostalgia por los a?os dorados que se extendieron desde la Segunda Guerra Mundial hasta la crisis de petr¨®leo de 1973. A mediados de los 60, el 90% de los coches vendidos en Estados Unidos eran construidos por GM, Ford o Chrysler, el doble que ahora. Un hombre pod¨ªa salir de la escuela secundaria y entrar en una cadena de montaje que le proporcionaba una plaza de por vida en la clase media para ¨¦l y su familia. Apenas hab¨ªa inmigrantes (un 4,7%) que pudieran tirar de los salarios hacia abajo, ni pa¨ªses competidores, porque EE UU era el ¨²nico que hab¨ªa salido de la guerra con una verdadera capacidad industrial. Cuando Trump habla de traer a casa los empleos, de hacer Am¨¦rica grande de nuevo, esa es la quimera que se dibuja en las mentes de sus seguidores.
Pero ese relato emocional ignora la moderna econom¨ªa globalizada. Hasta el coche m¨¢s americano, el Jeep Cherokee, monta un 30% de piezas fabricadas en el extranjero. El sue?o de aislacionismo econ¨®mico que vendi¨® Trump, clave en su victoria en 2016, dif¨ªcilmente recrear¨¢ los tiempos en que el pa¨ªs era la ¨²nica superpotencia industrial.
¡°Las palabras pueden mover a la gente, pero las acciones deben sostener esas palabras¡±, defiende Green. ¡°Creo que muchos votaron por Trump pensando en que iba a proteger los trabajos americanos, porque b¨¢sicamente es todo de lo que dijo en la campa?a. Como no lo hemos visto, creo que algunos de esos votantes se est¨¢n empezando a dar cuenta de que fueron estafados¡±.
Los Estados del cintur¨®n de ¨®xido que gan¨® Trump en 2016 -Iowa, Ohio, Michigan, Wisconsin y Pensilvania- hab¨ªan votado por Obama en 2012 y 2008. En estas elecciones, los sondeos dibujan buenas perspectivas para los dem¨®cratas en los cinco estados. En Ohio, por ejemplo, dos a?os despu¨¦s de su crucial victoria en el Estado, solo el 43% de los votantes aprueba el desempe?o de Trump como presidente. Un porcentaje similar al que ve con buenos ojos sus guerras comerciales.
El nuevo acuerdo comercial
En Michigan, Ohio y Wisconsin, donde el empleo del autom¨®vil tiene m¨¢s peso (950.000, 630.000 y 182.000, respectivamente), el nuevo acuerdo comercial con Canad¨¢ y M¨¦xico es probable que beneficie a Trump. No hay consenso sobre cu¨¢nto cambia realmente el nuevo acuerdo respecto a su predecesor, el NAFTA, pero s¨ª parece evidente que contiene incentivos para que las empresas trasladen producci¨®n a Estados Unidos. Tambi¨¦n parece claro que el presidente no dar¨¢ marcha atr¨¢s en ese nacionalismo econ¨®mico que se ha mostrado tan eficaz entre la clase obrera industrial. Los m¨ªtines que el presidente ofrece en la regi¨®n son calcos de los que tan buenos resultados le dieron hace dos a?os. El mensaje es claro: los empleos y la industria pesada volver¨¢n.
La econom¨ªa, que crece a m¨¢s de un 4%, sonr¨ªe a Trump. La tasa de desempleo (3,7%) es la menor desde 1969. Pero lugares como este valle de Mahoning, donde la mitad de los trabajadores son tambi¨¦n receptores de ayudas p¨²blicas, ofrecen un reverso a esa fotograf¨ªa colorida. ¡°Aqu¨ª no abunda el trabajo, y los que hay disponibles est¨¢n mal pagados¡±, explica Sam, un obrero jubilado, que sale de su Chevrolet junto al caf¨¦ de Nese. ¡°La gente que va a trabajar por 8 o 9 d¨®lares la hora lo tiene dif¨ªcil para vivir. En la industria del autom¨®vil, en cambio, gan¨¢bamos 30 d¨®lares la hora. Son buenos empleos, que te permiten consumir y contribuir a la econom¨ªa¡±.
Estos son Estados claves en la estrategia del trumpismo. Por eso, recuperar el cintur¨®n de ¨®xido en noviembre proporcionar¨ªa a los dem¨®cratas una buena atalaya desde la que empezar la reconquista. Pero una recuperaci¨®n dem¨®crata en este cintur¨®n de ¨®xido, que no conviene dar por hecha, deber¨ªa adem¨¢s ser tomada con cautela. La gran inc¨®gnita para los dem¨®cratas es en qu¨¦ medida estar¨ªan ante un genuino desencanto con Trump entre la clase trabajadora, u obedecer¨ªa m¨¢s bien a una falta de entusiasmo de los votantes de Trump con los candidatos a las legislativas, m¨¢s en l¨ªnea de los republicanos tradicionales. Los trabajadores enfadados con Trump est¨¢n m¨¢s motivados a votar que los que lo apoyan. A estos ¨²ltimos, lo que les hace salir de casa es Trump, no el Partido Republicano, y ahora el exmagnate no figura en la papeleta.
En al caf¨¦ de Nese, de momento, la supresi¨®n de dos turnos de la f¨¢brica no ha afectado demasiado a la actividad. No abren por la noche: sus clientes pertenecen al turno que queda. ¡°Pero lo que est¨¢ en el aire ahora es el futuro de la f¨¢brica en s¨ª, y a eso no sobrevivir¨ªamos nadie¡±, advierte Lisa, la camarera. El Chevrolet Cruze, el modelo que le fue asignado a esta planta, es un coche compacto que baja en las preferencias de los consumidores. El a?o pr¨®ximo se decidir¨¢ si se le asigna un SUV, un modelo m¨¢s de moda, o si directamente se echa el cierre. David Green escribi¨® una carta a Trump para pedir que intercediera con GM. Sali¨® en toda la prensa local. ¡°Le ped¨ªa, entre otras cosas, que propusiera a Mary Barra [presidenta de la corporaci¨®n] que destinase el dinero que se ahorra con las rebajas fiscales a producir empleo americano¡±, explica. A¨²n sigue esperando la respuesta del presidente.