?C¨®mo vamos Am¨¦rica Latina?
Una iniciativa ciudadana se ha convertido en un programa de seguimiento y evaluaci¨®n de la calidad de vida que se ha extendido a casi 30 ciudades de Latinoam¨¦rica
La falta de ejercicios de rendici¨®n de cuentas y control ciudadano y la necesidad de promover espacios de debate en torno al desarrollo de la ciudad detonaron en Bogot¨¢ en 1997 la creaci¨®n de un mecanismo que sirviera a la ciudadan¨ªa para exigir resultados a sus gobiernos. As¨ª naci¨® C¨®mo Vamos, en el marco de las elecciones a alcaldes y con el objetivo de exigir el cumplimiento de las promesas de campa?a. A 20 a?os de su creaci¨®n, se ha convertido en un programa de seguimiento y evaluaci¨®n de la calidad de vida que actualmente se est¨¢ replicando en casi 30 ciudades de Am¨¦rica Latina y el Caribe, desde M¨¦xico hasta Santiago de Chile.
¡°Hoy, los C¨®mo Vamos constituyen programas generadores de conocimiento sobre calidad de vida en la ciudad, son un referente para los gobiernos en su tarea de planeaci¨®n y una oportunidad para que la ciudadan¨ªa participe activamente e informada en el desarrollo de su ciudad utilizando la informaci¨®n del programa para actuar e incidir en pol¨ªtica p¨²blica¡±, dice M¨®nica Villegas, gerente de proyectos de la Fundaci¨®n Corona, quienes iniciaron el proyecto en Colombia.
Antes de su puesta en marcha en 1998, durante la administraci¨®n de Enrique Pe?alosa en Bogot¨¢, no exist¨ªan mecanismos que con una metodolog¨ªa definida y de implementaci¨®n sistem¨¢tica entregaran informaci¨®n sobre la gesti¨®n p¨²blica, lo que contribu¨ªa a generar poca eficiencia en la inversi¨®n y se reflejaba en la incertidumbre ciudadana sobre la transparencia administrativa de la ciudad, asegura Villegas. Actualmente la iniciativa arroja los datos para el ?ndice de Progreso Social y la Territorializaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
A sabiendas que no pod¨ªan dejar todo en manos del gobierno, un grupo de ciudadanos y organizaciones del sector privado se unieron con el prop¨®sito principal de contribuir a desarrollar gobiernos efectivos, transparentes y ciudadan¨ªas m¨¢s informadas, responsables y participativas. Para Villegas, ¡°el efecto en la eficiencia de la gesti¨®n oficial, los procesos de construcci¨®n colectiva, los aprendizajes sobre la ciudad, la cualificaci¨®n y rigurosidad en el manejo de la informaci¨®n, la comunicaci¨®n y la promoci¨®n de la participaci¨®n ciudadana¡± han sido las condiciones de ¨¦xito que han animado a replicar la iniciativa en otras ciudades.
Al norte del continente, en la ciudad de Monterrey en M¨¦xico, fue la crisis de inseguridad de 2011 lo que hizo a la sociedad civil reunirse para implementar Alcalde, C¨®mo Vamos. A diferencia de Colombia, en M¨¦xico se inici¨® con solo 10 compromisos que se les hizo firmar a los candidatos a las alcald¨ªas metropolitanas en 2012, y con ello se dise?¨® un programa de seguimiento y evaluaci¨®n. ¡°El prop¨®sito de fondo era generar un mecanismo que permitiera elevar la exigencia a gobiernos locales en un entorno de crisis donde las instituciones locales eran las m¨¢s da?adas pero las menos observadas. Para ilustrar este prop¨®sito, tres de los 10 compromisos inclu¨ªan el fortalecimiento de la polic¨ªa municipal capturada, en algunos municipios casi en su totalidad, por el narcotr¨¢fico¡±, cuenta Luis ?vila, director de la iniciativa Nuevo Le¨®n, C¨®mo Vamos, en la que se agrupan los municipios de ese estado mexicano.
Por los a?os que llevan implement¨¢ndose, en Colombia el programa ha avanzado y se ha convertido en un modelo de intervenci¨®n que incentiva el cambio social y ambiental al intervenir en el desarrollo de las pol¨ªticas p¨²blicas de la ciudad, adem¨¢s de que promueve la corresponsabilidad de los diversos actores en la construcci¨®n conjunta de soluciones a los grandes retos econ¨®micos, ambientales y sociales que se configuran en las ciudades. En M¨¦xico va por ese camino, pero hasta ahora se encuentra en la etapa en la que est¨¢ ayudando a resolver problemas urgentes como la inseguridad y la contaminaci¨®n.
¡°Los temas de la agenda han avanzado, sin el escrutinio ciudadano dif¨ªcilmente hubieran logrado, o al menos no a ese ritmo. El caso m¨¢s emblem¨¢tico fue en fortalecimiento de polic¨ªa, donde las polic¨ªas municipales lograron mantener niveles de salario y de evaluaci¨®n superiores a los de las polic¨ªas municipales en M¨¦xico. Pero tambi¨¦n se clausuraron al menos 10 casinos que operaban en la irregularidad y se inici¨® un programa ambicioso de reforestaci¨®n y la habilitaci¨®n de nuevos y mejores espacios p¨²blicos¡±, asegura ?vila.
El reto en com¨²n que han enfrentado tanto en M¨¦xico como en Colombia es la resistencia de algunos gobiernos locales a ser medidos, confiesa el director. ¡°Los primeros tres a?os hubo tensiones internas y en el siguiente ciclo un rompimiento que provoc¨® la oposici¨®n p¨²blica de los alcaldes al sistema de evaluaci¨®n. Sin embargo, desde el inicio hemos visto en este esfuerzo una tarea a largo plazo en el cual la cultura de rendici¨®n de cuentas debe cultivarse y fortalecerse progresivamente¡±.
En Lima, Santiago de Chile, Puerto Rico y seis ciudades en Brasil entre las que se encuentra S?o Paulo, los ciudadanos tambi¨¦n se han organizado y est¨¢n trabajando en mejorar sus ciudades con la ayuda de esta iniciativa. No todos los programas de las urbes se encuentran al mismo nivel de desarrollo, pero en lo que coinciden es en que ha ayudado a tener ciudadan¨ªas m¨¢s participativas, que se hacen cargo de exigir a sus gobiernos.
¡°Ning¨²n tema relacionado con la calidad de vida en la ciudad es menor o est¨¢ resuelto del todo, por eso el ejercicio de seguimiento no puede descuidar ninguna de las dimensiones. En ning¨²n momento se puede considerar por terminado o por cumplido un tema en la ciudad. En ese sentido, la medici¨®n de C¨®mo vamos ayuda a estar alerta frente a esos posibles riesgos¡±, concluye Villegas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.