Trump asegura que podr¨ªa mandar hasta 15.000 soldados a la frontera para detener la caravana de migrantes
El presidente busca movilizar a sus bases con una descarga de medidas populistas en la recta final de la campa?a electoral.
El presidente Donald Trump ha anunciado este mi¨¦rcoles que podr¨ªa mandar hasta 15.000 soldados a la frontera con M¨¦xico, para detener la caravana de buscadores de asilo desarmados que escapan de la pobreza y la violencia en Centroam¨¦rica y se dirigen al norte. Hasta ahora, el Pent¨¢gono hab¨ªa movilizado a 5.000 efectivos para hacer frente a lo que el presidente considera una ¡°invasi¨®n¡± de Estados Unidos. Trump arroja as¨ª m¨¢s combustible a la ofensiva antiinmigraci¨®n en la que se ha volcado en la recta final de la campa?a electoral. El anuncio se produce un d¨ªa despu¨¦s de que lanzara un aparatoso desaf¨ªo constitucional para abolir, por una improbable v¨ªa unilateral, la ciudadan¨ªa por nacimiento para los hijos de indocumentados. El republicano recurre a la artiller¨ªa populista para activar a sus bases en unas elecciones que marcar¨¢n la segunda mitad de su mandato.
El anuncio lo ha realizado Trump en un breve encuentro con periodistas, antes de viajar a un acto de campa?a en Florida. ¡°Respecto a la caravana, que es muy peligrosa, nuestros militares est¨¢n desplegados. Tenemos a 5.000 y puede ascender hasta 10.000 o 15.000 efectivos militares, adem¨¢s de la guardia fronteriza y todos los dem¨¢s que hay en la frontera. Nadie va a entrar. No vamos a permitir a la gente entrar¡±, ha dicho el presidente. En la actualidad, hay 2.100 efectivos de la Guardia nacional desplegados en la frontera, y el Pent¨¢gono ha ordenado hasta la fecha el env¨ªo de 5.200 soldados para unirse a ellos.
Utilizando los poderes presidenciales para marcar el rumbo de la campa?a electoral, y ante el desconcierto de muchos dentro de sus propias filas, a los que los anuncios les han pillado por sorpresa, el presidente ha recurrido a una descarga de populismo para agitar y movilizar a sus bases en la ¨²ltima semana antes de las elecciones legislativas del pr¨®ximo martes. Para sus cr¨ªticos, se trata de un ejemplo m¨¢s de c¨®mo el presidente ha transformado la administraci¨®n federal en una extensi¨®n de su crispadora campa?a electoral.
Su principal baza es la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal, que tan buenos resultados le proporcion¨® en la campa?a de las presidenciales de 2016. Pero tambi¨¦n ha recurrido a otras armas que sabe que son bien recibidas entre sus huestes: se sac¨® de la chistera una improvisada promesa de un recorte de impuestos a las clases medias, que ha obligado a sus oficiales a improvisar un esbozo de nueva pol¨ªtica fiscal, por si resulta que la cosa va en serio.
La improvisaci¨®n parece el com¨²n denominador de la retah¨ªla de anuncios. El presidente, en su l¨ªnea habitual, act¨²a como agente libre, arrojando bombas al debate p¨²blico, sobre cuya rentabilidad electoral m¨¢s all¨¢ del corto plazo no existe consenso en el Partido Republicano. La misma tarde del mi¨¦rcoles, Trump arremet¨ªa contra su compa?ero de filas Paul Ryan, presidente de la C¨¢mara de Representantes y tercera autoridad del pa¨ªs, que el martes defendi¨® que su plan de poner fin a la ciudadan¨ªa por nacer en suelo estadounidense, al colisionar con una enmienda de la Constituci¨®n, no es algo que pueda hacerse por orden ejecutiva. ¡°?Paul Ryan deber¨ªa centrarse en mantener la mayor¨ªa [republicana en el Congreso] en lugar de dar su opini¨®n sobre la ciudadan¨ªa por nacimiento en el pa¨ªs, algo sobre lo que no sabe nada!¡±, tuite¨® el presidente.
En las elecciones legislativas la abstenci¨®n suele ser mucho mayor que en las presidenciales, y es habitual que el partido en el poder sufra un castigo a mitad de mandato. El enfado lleva a la gente a las urnas: por eso los detractores de Trump, un presidente polarizador como pocos, tienden a estar m¨¢s motivados para salir de casa este martes. Parte de la amalgama de votantes que llev¨® a Trump a la Casa Blanca defiende a muerte al presidente, pero su entusiasmo no se extiende al aparato del Partido Republicano. Por eso, en unos comicios en los que el nombre de Trump no figura en la papeleta, movilizar a esas bases es clave para los republicanos. Y ya hace dos a?os qued¨® claro que agitar el miedo a la inmigraci¨®n no tiene parang¨®n como agente movilizador del trumpismo.
El presidente fue recibido con protestas el martes en Pittsburgh, cuando acudi¨® a rendir homenaje a las v¨ªctimas de la mayor matanza antisemita de la historia del pa¨ªs. La semana anterior, un seguidor suyo fue detenido acusado de un env¨ªo masivo de paquetes bomba a figuras que constituyen el blanco habitual de la ira del presidente. Trump pas¨® de puntillas sobre ambos sucesos y acus¨® a la prensa cr¨ªtica, como acostumbra, de tergiversar la realidad. A continuaci¨®n, recurri¨® a la artiller¨ªa pesada para impedir que ambos episodios, alarmantes reflejos de la crispaci¨®n que domina el pa¨ªs, interfieran en su campa?a. En cuanto pudo, desvi¨® el guion hacia la inmigraci¨®n.
Cuando George W. Bush envi¨® 6.000 miembros de la Guardia Nacional a la frontera con M¨¦xico, hace 12 a?os, la operaci¨®n cost¨® 1.300 millones de d¨®lares. La cifra no es directamente extrapolable, entre otras cosas porque en aquella ocasi¨®n se trataba de reservistas que ya estaban en los Estados fronterizos, y ahora son soldados en activo. Pero es evidente que el despliegue del Ej¨¦rcito en la frontera, cuando la caravana podr¨ªa tardar a¨²n muchos d¨ªas en llegar a su destino, es un ejercicio costoso. Muchos han criticado la desproporci¨®n de la respuesta. Trump ha hablado de las legislativas como ¡°las elecciones de la caravana¡± y, al llevar el tema al centro del debate, de alguna manera pone su nombre, o al menos su agenda, en la papeleta. ¡°No me presento, pero quiero que vot¨¦is. Haced como si estuviera en la papeleta¡±, dijo en un mitin.
Pero no todos los candidatos republicanos que s¨ª concurren a las legislativas agradecen que la inmigraci¨®n domine la campa?a. Es un tema que puede ayudar en algunas de las batallas clave para los republicanos en el Senado (Indiana, Misuri, Dakota del Norte¡), pero no resulta tan efectivo en algunas de las contiendas m¨¢s ajustadas para la C¨¢mara baja, que se libran en distritos suburbanos de California o Florida. Es el caso del congresista Carlos Cubero, que lucha por mantener su esca?o en la C¨¢mara de Representantes por un distrito de Florida. ¡°El derecho a la ciudadan¨ªa por nacer en suelo estadounidense est¨¢ protegido por la Constituci¨®n. As¨ª que no, Donald Trump, no puedes abolirlo mediante una orden ejecutiva¡±, tuite¨®.
Otros advierten de que esta estrategia cortoplacista puede ser contraproducente para los intereses a medio plazo de los republicanos. ¡°Una de las cosas que convierten a Estados Unidos en excepcional es que cualquiera que nace aqu¨ª, independientemente de su sangre, religi¨®n o c¨®mo llegaran sus padres, es un ciudadano estadounidense¡±, tuite¨® Alfonso Aguilar, presidente de la Sociedad Latina por los Principios Conservadores. ¡°La propuesta de poner fin a la ciudadan¨ªa por nacimiento para los hijos de indocumentados alimenta el problema que tiene el Partido Republicano con los votantes hispanos¡±, a?adi¨®.
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