Trump desconcierta a Wall Street con su doble lenguaje sobre China

Donald Trump sabe que cuando habla, los mercados le escuchan y reaccionan. Especialmente si se trata del litigio comercial con China. Este viernes lo hicieron de nuevo con mucha volatilidad, porque la confusi¨®n en el parqu¨¦ es enorme. Por un lado, el presidente de Estados Unidos se muestra optimista al afirmar que hay "buenos progresos". Pero su entorno deja claro que esa declaraci¨®n es m¨¢s bien una aspiraci¨®n que una realidad, porque no hay movimientos concretos.

La guerra comercial es uno de los principales factores que hicieron de lastre en Wall Street durante las ¨²ltimas semanas. La tensi¨®n pareci¨® relajarse este jueves, cuando el propio Donald Trump lanz¨® un mensaje en las redes sociales para anunciar que hab¨ªa hablado con Xi Jinping y que las discusiones avanzaban en la buena direcci¨®n. Y esta madrugada circulaba una informaci¨®n de la agencia Bloomberg en la que se afirmaba que el presidente hab¨ªa pedido un borrador de acuerdo.

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El Dow Jones abr¨ªa as¨ª este viernes la sesi¨®n en positivo. Trump, a cuatro d¨ªas de las elecciones legislativas, se ve en la necesidad de hacer ver que las cosas progresan. Hasta ahora hab¨ªa negado que el litigio comercial fuera el motivo de la incertidumbre que reina en el mercado neoyorquino y echaba la culpa al alza de tipos de inter¨¦s por parte de la Reserva Federal. Pero el ¨ªndice de referencia de Wall Street volvi¨® a tornarse negativo a media sesi¨®n por las dudas.

Larry Kudlow, el principal asesor econ¨®mico del presidente, dej¨® claro que las conversaciones con China no hab¨ªan avanzado nada y neg¨® que hubiera tal petici¨®n. Es m¨¢s, afirm¨® que los negociadores chinos no est¨¢n respondiendo a sus reclamaciones. ¡°Podemos hacer m¨¢s si el presidente lo decide¡±, se?alaba desafiante, refiri¨¦ndose a la aplicaci¨®n de nuevos aranceles: ¡°Nuestra econom¨ªa va mejor que la China¡±, afirm¨®. El Dow Jones pas¨® en ese momento a caer m¨¢s de un 1%.

Las p¨¦rdidas se moderaron un par de horas despu¨¦s, cuando el propio Trump coment¨® a la prensa que tiene previsto cenar con Xi durante la pr¨®xima cumbre del G20 este mes en Buenos Aires. ¡°Quieren realmente un acuerdo¡±, aseguraba el presidente estadounidense, que augur¨® que eventualmente ¡°habr¨¢ un buen¡± acuerdo para los dos pa¨ªses, sin precisar plazos. Pero al tiempo que hablaba de progresos, volv¨ªa a repetir que Pek¨ªn sabe a lo que se atiene si no pacta.

La conversaci¨®n de Trump con Xi fue la primera en seis meses, lo que se interpret¨® como un giro en las estancadas negociaciones entre ambas potencias. Tras meses de mano dura, el presidente estadounidense parece que opta ahora por un acercamiento basado en alcanzar un acuerdo provisional que rebaje la tensi¨®n con Pek¨ªn. Los dos pa¨ªses intensificaron de forma significativa el conflicto durante el pasado verano, con la entrada en vigor de varias rondas mutuas de aranceles.

Trump, explica la agencia Xinhua, dijo ¡°conceder importancia a una buena relaci¨®n con Xi¡± y le pidi¨® mantener un contacto ¡°frecuente y directo¡±. El presidente chino le contest¨® que para ¨¦l tambi¨¦n es crucial tener una buena relaci¨®n mutua. Pero le mostr¨® su descontento con el rumbo que ha tomado la Administraci¨®n estadounidense en los ¨²ltimos meses: ¡°Ambas partes han estado en desacuerdo sobre temas comerciales durante alg¨²n tiempo, algo que ha causado un impacto negativo en ambos pa¨ªses, as¨ª como en el comercio mundial. Esto no es lo que China quiere ver¡±, dijo Xi, siempre seg¨²n Xinhua.

La llamada entre Xi y Trump es el primer contacto directo entre ambos Ejecutivos en materia comercial en meses. Las negociaciones quedaron estancadas en mayo, cuando el presidente estadounidense ech¨® abajo un principio de acuerdo entre ambas administraciones por el cual China se compromet¨ªa a aumentar sus compras de productos americanos. Pek¨ªn se molest¨® enormemente ante ese desplante y desde entonces el discurso oficial ha virado hacia posiciones mucho m¨¢s duras. El mantra en Pek¨ªn ya no es que Trump usa la mano dura para lograr una relaci¨®n comercial m¨¢s equilibrada, sino que Washington tiene por objetivo ¨²ltimo contener el desarrollo de China.

La cuesti¨®n es si, con este movimiento, el presidente estadounidense busca realmente una tregua con China por la presi¨®n del conflicto comercial sobre el tejido empresarial estadounidense o si se trata de una estrategia a corto plazo para dar una alegr¨ªa a los mercados a pocos d¨ªas de las elecciones legislativas. De momento, al menos en China, las Bolsas respondieron al optimismo mostrado por ambos presidentes con fuertes subidas: Shangh¨¢i sum¨® un 2,7% y Hong Kong un 4,2%.

Hasta el momento, Estados Unidos ha impuesto aranceles adicionales a productos chinos valorados en m¨¢s de 250.000 millones de euros, mientras que China ha hecho lo propio con mercanc¨ªas estadounidenses por valor de unos 110.000 millones. Trump ha amenazado con gravar todos los productos procedentes del pa¨ªs asi¨¢tico si Pek¨ªn no cede a sus demandas, basadas no solamente en la reducci¨®n del d¨¦ficit comercial, sino tambi¨¦n en que acaben varias pr¨¢cticas que su Administraci¨®n tacha de desleales.

Seg¨²n Bloomberg, Trump ha pedido a secretarios clave de varias agencias de su Gobierno que elaboren un documento que facilite un alto al fuego tan pronto para este mes. Con las posiciones tan alejadas, parece improbable que en tan poco tiempo se pueda firmar un pacto muy diferente del de mayo, es decir, un documento que vaya m¨¢s all¨¢ de rectificar el d¨¦ficit comercial estadounidense y aborde los temas de car¨¢cter estructural, mucho m¨¢s espinosos, como la protecci¨®n de la propiedad intelectual, los subsidios estatales, las transferencias tecnol¨®gicas forzadas o el plan de modernizaci¨®n industrial Made in China 2025.

Pero Trump parece convencido de poder usar su supuesta qu¨ªmica con Xi para lograr el pacto. Seg¨²n el peri¨®dico hongkon¨¦s South China Morning Post, Trump y Xi se ver¨ªan en la tarde del 1 de diciembre, una vez finalizada la cumbre de l¨ªderes del G20. El presidente estadounidense habr¨ªa pedido a su equipo retrasar su vuelta a Washington unas horas para organizar una cena esa noche en Buenos Aires con el presidente chino. El objetivo ser¨ªa buscar un ambiente m¨¢s relajado y propicio que el de una reuni¨®n al uso para que ambos l¨ªderes negocien esa tregua.