?Alguien duda de que esto es la guerra?
Como en los conflictos b¨¦licos, la disputa comercial entre Estados Unidos y China tiene un elevado componente emocional
La ¨²ltima ronda de sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos y China sobre buena parte de sus respectivas importaciones afecta ya al 2,5% del comercio mundial, seg¨²n c¨¢lculos del servicio de estudios de ING, y puede ascender al 4% si EE UU cumple sus amenazas y sigue adelante con nuevos aranceles sobre el resto de sus compras de bienes a Pek¨ªn. ¡°Puede parecer una cifra peque?a pero las sanciones afectar¨¢n a las cadenas de producci¨®n chinoamericanas y pueden triplicar sus efectos sobre comercio mundial¡±, advierte Timme Spakman, economista del banco holand¨¦s.
Los principales organismos internacionales est¨¢n revisando a la baja sus previsiones de crecimiento por el impacto de la creciente tensi¨®n comercial, como principal factor. Ya lo ha hecho el Fondo Monetario Internacional ¡ªque prev¨¦ una desaceleraci¨®n de la econom¨ªa global en 2019¡ª y lo har¨¢ esta semana la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico. ¡°Si las actuales amenazas de pol¨ªtica comercial se materializan y como resultado se produce una ca¨ªda de la confianza empresarial, la econom¨ªa global ser¨¢ un 0,5% inferior a lo previsto actualmente para 2020¡±, alertaba recientemente el Fondo.
Las sanciones, por otro lado, tienen una trayectoria impredecible. Se sabe por d¨®nde empiezan, pero no c¨®mo acaban ni sobre qui¨¦n disparan. No son pocas las empresas estadounidenses, como ha reconocido Apple, que han advertido a Donald Trump de que los aranceles sobre China pueden acabar perjudicando a su propia producci¨®n, por no mencionar el efecto que ya sufren las compa?¨ªas que utilizan el aluminio y el acero en su actividad ¡ªcomo los fabricantes de bebidas¡ª, los agricultores y los mismos consumidores acostumbrados a los bajos precios chinos. ¡°Son unos patriotas¡±, aseguraba ayer Trump. Habr¨¢ que ver si lo demuestran en las urnas en noviembre o el bolsillo pesa a la hora de depositar el voto.
Ahora que se cumplen los diez a?os de la ca¨ªda de Lehman Brothers y se hace inventario de las lecciones aprendidas de la crisis financiera de 2008, el comercio no deber¨ªa quedar al margen del recuento. Una d¨¦cada atr¨¢s el entonces presidente de la Reserva Federal de EE UU, Ben Bernanke, insist¨ªa en la importancia de evitar repetir los errores de la Gran Depresi¨®n y no levantar barreras proteccionistas que dificultaran a¨²n m¨¢s la recuperaci¨®n. Con un decalaje mayor en el tiempo de lo que sucedi¨® entonces, ese es el camino que EE UU y China parecen recorrer ahora.
Como recordaba ayer la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstr?m, en contra de la opini¨®n de Trump, ¡°las guerras comerciales no son buenas ni f¨¢ciles de ganar¡±. No en vano porque las guerras comerciales, como las reales, tienen un elevado componente de miedo y orgullo a partes iguales.
?Todav¨ªa alguien duda de que estamos ante una guerra?
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