Un Congreso m¨¢s joven y diverso marcar¨¢ el final del mandato de Trump
El muro de la frontera, la inmigraci¨®n, la pol¨ªtica comercial y hasta el propio futuro del presidente son asuntos que estar¨¢n en la agenda de los nuevos legisaldores
La posibilidad de financiar el muro en la frontera de M¨¦xico. El futuro de cientos de miles de inmigrantes indocumentados, llegados a Estados Unidos cuando eran menores de edad. La ratificaci¨®n del nuevo acuerdo comercial con M¨¦xico y Canad¨¢. Nuevas rebajas fiscales. Incluso, el propio futuro de Donald Trump. El nuevo Congreso surgido este martes de las urnas tendr¨¢ una trascendental tarea legislativa ante s¨ª. Y marcar¨¢ el margen de maniobra del presidente m¨¢s polarizador de la historia reciente.
En las manos de los legisladores estar¨¢ definir el tipo de pa¨ªs que quieren los estadounidenses. Una de las pocas certezas, antes de que se conozcan los resultados definitivos, es que esas manos ser¨¢n al menos un poco m¨¢s j¨®venes, m¨¢s femeninas y menos blancas. Y que, en un Congreso m¨¢s polarizado ideol¨®gica y est¨¦ticamente, habr¨¢ menos manos tendidas entre los dos bandos.
El presidente y los republicanos del Congreso ya han advertido de que dar¨¢n la batalla sobre el muro en la frontera con M¨¦xico que prometi¨® Trump en su campa?a presidencial. Sus seguidores se han encargado de record¨¢rselo, en camisetas y gritos, en cada mitin. Los republicanos de ambas C¨¢maras ya han prometido, durante la campa?a, que buscar¨¢n la financiaci¨®n para el proyecto en el nuevo Congreso. ¡°Justo despu¨¦s de las elecciones haremos algo grande con el muro¡±, dijo el propio Trump en una entrevista en Fox.
Pero nadie, ni en el Capitolio ni en la Casa Blanca, ha dise?ado hasta la fecha una estrategia viable para financiar el muro. Ahora los prebostes republicanos, que llevan meses persuadiendo a Trump para que posponga la batalla hasta despu¨¦s de las elecciones, podr¨ªan toparse ellos mismos con un muro: no contaban hasta ahora con la mayor¨ªa suficiente en el Senado (60 sobre 100) para aprobar el presupuesto, y dif¨ªcilmente contar¨¢n con ella en la C¨¢mara salida de las elecciones de este martes.
Eso abre la posibilidad incluso de un cierre parcial de la Administraci¨®n, que afectar¨ªa al departamento de Seguridad Interior, cuyo presupuesto expira el pr¨®ximo 8 de diciembre. El Congreso deber¨¢ actuar antes de esa fecha.
El resultado de los comicios ser¨¢ un factor decisivo, no solo porque determinar¨¢ el nivel del desaf¨ªo que los dem¨®cratas est¨¦n dispuestos a plantear a Trump. Tambi¨¦n porque, si los republicanos pierden el control de la C¨¢mara baja, podr¨ªan tratar de aprovechar el periodo hasta que tome posesi¨®n la nueva C¨¢mara para deslizar la controvertida agenda legislativa migratoria de Trump.
En juego est¨¢ el futuro los dreamers, los cientos de miles de j¨®venes inmigrantes que llegaron a Estados Unidos de forma irregular siendo menores de edad. Hasta ahora, el programa DACA (siglas en ingl¨¦s de acci¨®n diferida para personas llegadas en la infancia), aprobado por el presidente Barack Obama mediante orden ejecutiva en 2012, les protege de la deportaci¨®n al considerar que no son responsables de haber cruzado la frontera.
Pero en septiembre del a?o pasado, Trump anunci¨® que eliminar¨ªa el DACA. Las protestas recorrieron todo el pa¨ªs. Y tres jueces federales pararon los pies al presidente, al dictaminar que no puede acabar con el programa unilateralmente. Pero este mismo lunes, en medio del fervor antiinmigraci¨®n en el que los republicanos se han sumido en la recta final de la campa?a, el Departamento de Justicia pidi¨® al Supremo, que cuenta ahora con una mayor¨ªa conservadora m¨¢s s¨®lida, que intervenga en los casos dirimidos en instancias inferiores. Con el futuro de los dreamers en el aire, el nuevo Congreso tendr¨¢ que pronunciarse. Un grupo de republicanos moderados ya intent¨® este a?o aliarse con los dem¨®cratas para pasar un proyecto de ley que los protegiera, pero los n¨²meros no sal¨ªan. Si los dem¨®cratas controlan la C¨¢mara baja, sus opciones se multiplican.
Sobre el nuevo Congreso recaer¨¢ tambi¨¦n la aprobaci¨®n del nuevo acuerdo comercial con M¨¦xico y Canad¨¢ llamado a sustituir al NAFTA. Algunos dem¨®cratas ya han expresado su escepticismo sobre el tratado, que consideran que no es suficiente para que la producci¨®n industrial regrese a Estados Unidos.
Una mayor¨ªa republicana reforzada facilitar¨ªa la aprobaci¨®n del acuerdo, lo que adem¨¢s proporcionar¨ªa m¨¢s confianza a Trump para promover una eventual nueva ronda de aranceles a productos chinos. La viabilidad de una nueva ronda de rebajas fiscales, indefinida promesa que el presidente ha lanzado en campa?a, tambi¨¦n depender¨¢ de la composici¨®n de las nuevas C¨¢maras.
En pol¨ªtica exterior, un Congreso m¨¢s dem¨®crata podr¨ªa promover una mayor presi¨®n a Arabia Saud¨ª -un aliado a¨²n m¨¢s inc¨®modo tras la desaparici¨®n del periodista opositor Jamal Khashoggi- para acabar con la guerra en Yemen. Tambi¨¦n dispondr¨ªa de la oportunidad de devolver a la agenda legislativa temas como la lucha contra el cambio clim¨¢tico, la extensi¨®n de la sanidad p¨²blica y el aumento de la ayuda exterior al desarrollo.
El propio futuro pol¨ªtico de Trump tambi¨¦n podr¨ªa verse amenazado si se produce un vuelco hacia un Congreso menos af¨ªn. Los legisladores podr¨ªan potenciar la investigaci¨®n del fiscal especial Robert Mueller sobre las relaciones del entorno del presidente con oficiales rusos, y promover investigaciones sobre las supuestas irregularidades fiscales en las que incurri¨® en su actividad empresarial.
Todo ello se producir¨ªa en un Congreso en que los dos bandos se encuentran m¨¢s alejados que nunca en los temas clave. La capacidad polarizadora del presidente ha acentuado la tendencia de los legisladores al cierre de filas y los ha alejado de la capacidad de tender puentes y saltarse la disciplina de partido, que ha caracterizado durante a?os la pr¨¢ctica legislativa estadounidense.
La distancia entre ambos bandos se agrandar¨¢ a¨²n m¨¢s por la propia naturaleza de los legisladores que aportar¨¢n ambos partidos. Entre la hornada dem¨®cratas habr¨¢ m¨¢s diversidad racial, m¨¢s mujeres y m¨¢s j¨®venes; los republicanos ser¨¢n m¨¢s blancos, masculinos y mayores. M¨¢s separados, en ideolog¨ªa e identidad, los nuevos legisladores conformar¨¢n un microcosmos del pa¨ªs. Y convertir¨¢n al Congreso en un campo de pruebas para la gran batalla electoral que espera a Estados Unidos en 2020.
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