Las grandes familias pol¨ªticas perfilan sus cabezas de cartel
Timmermans liderar¨¢ a los socialdem¨®cratas, Los Verdes decidir¨¢n este mes y ALDE espera a una alianza con Macron
El rostro de Manfred Weber estar¨¢ en apenas medio a?o en postes y paredes de toda Europa. Su elecci¨®n al frente de los populares europeos abre una campa?a que se plantea como una doble batalla: por un lado, entre familias pol¨ªticas tradicionales y, por otro, de estas contra las formaciones de signo populista y nacionalista. Dos partidos m¨¢s, los socialdem¨®cratas y los reformistas europeos, tienen ya perfilados sus cabezas de cartel.
Sin embargo, la figura el Spitzenkandidat ya no solo suscita recelos entre los pa¨ªses miembros, sino tambi¨¦n entre algunos partidos. La f¨®rmula es un intento de superar la l¨®gica de pactos entre Estados que hab¨ªa imperado en la elecci¨®n del jefe del Ejecutivo comunitario hasta 2014 y dejar esa decisi¨®n en manos de los electores. Y pese a que los Gobiernos tienen la ¨²ltima palabra con una mayor¨ªa cualificada en el Consejo Europeo, hace cuatro a?os qued¨® claro que no es f¨¢cil justificar el rechazo al m¨¢s votado. Entonces, un grupo de Estados trat¨® de bloquear la presidencia de Jean-Claude Juncker.
Aun as¨ª, hoy otros partidos en otros tiempos entusiastas con la idea de un cabeza de cartel, como ALDE, han dejado de verle la utilidad si no hay listas transnacionales. As¨ª est¨¢n las que competir¨¢n con la de Manfred Weber.
Socialdem¨®cratas. El principal oponente de Weber ser¨¢ el actual vicepresidente primero de la Comisi¨®n Europea, el holand¨¦s Frans Timmermans. Al contrario que Weber, Timmermans no deber¨¢ esperar al congreso de los socialdem¨®cratas de Lisboa para obtener el liderazgo. Su camino qued¨® pr¨¢cticamente libre cuando el comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, el franc¨¦s Pierre Moscovici, renunci¨® a participar en esa carrera al constatar la falta de apoyos y los desacuerdos internos de los socialistas franceses. Esta semana, el eslovaco Maros Sefcovic tambi¨¦n desisti¨® y anunci¨® su apoyo a la candidatura del holand¨¦s.
Su actual cargo es a la vez la principal ventaja y el gran obst¨¢culo con el que Timmermans encara la campa?a. Su posici¨®n, y en especial su cartera, le han dado visibilidad. Como encargado de velar por los derechos fundamentales y el Estado de derecho, no ha dudado en cargar contra cualquier atisbo de populismo y nacionalismo. Tampoco cuando se ha manifestado en las filas de su partido, por ejemplo, ante las reformas emprendidas por los socialdem¨®cratas rumanos que, a juicio del Consejo de Europa, est¨¢n socavando la separaci¨®n de poderes y la lucha contra la corrupci¨®n.
No obstante, a algunos miembros de su familia europea les resulta inc¨®modo que un socialdem¨®crata deba asumir y reivindicar la herencia de un Ejecutivo presidido por un conservador.
Fuentes comunitarias definen a Timmermans como un pol¨ªtico brillante e ilustrado. ¡°Es un excelente comunicador, pol¨ªglota, capaz de hacer un mitin en siete idiomas¡±, dicen. Pero si bien Weber, a?aden fuentes parlamentarias, puede conectar bien con un conservador del sur, Timmermans tal vez sea visto como un liberal por los socialistas espa?oles o franceses.
Tampoco la situaci¨®n de su partido ayuda. Timmermans accedi¨® a la Comisi¨®n despu¨¦s de que el presidente holand¨¦s, el liberal Mark Rutte, presentara su nombre en Bruselas. Y aunque no se descarta que Rutte pudiera volver a nominarlo, hoy los laboristas ni est¨¢n en el Gobierno ni gozan de la salud de entonces.
Liberales. La Alianza por los Dem¨®cratas y Liberales de Europa (ALDE) sigue sin candidato. Hasta ahora, la formaci¨®n se ha nutrido sobre todo de diputados de pa¨ªses peque?os, como Holanda, B¨¦lgica, Eslovenia o Estonia. Eso explica, en parte, que su l¨ªder, Guy Verhofstadt, haya reclamado listas transnacionales. De hecho, Verhofstadt lleg¨® a declarar que la negativa del Partido Popular Europeo de avanzar hacia ese sistema ¡°mat¨®¡± la figura del Spitzenkandidat.
Esa no es la ¨²nica raz¨®n por la que a¨²n no tiene cabeza de cartel. Estos d¨ªas, precisamente, ALDE celebra su congreso en Madrid, del que debe salir una propuesta electoral. Pero es m¨¢s: all¨ª deber¨ªa sellarse lo que el partido lleva meses esperando: una alianza con En Marche!, el movimiento que lidera el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron.
El nombre que hab¨ªa sonado con m¨¢s fuerza en Bruselas para liderar esas listas era el de la comisaria de Competencia, Margrethe Verstager, una cara popular en Europa por plantar cara a los gigantes tecnol¨®gicos, como Google o Apple, por recibir ayudas de Estado o tener una posici¨®n de dominio del mercado. Sus partidarios recibieron un jarr¨®n de agua fr¨ªa cuando admiti¨® que el Gobierno de su pa¨ªs probablemente no respaldar¨¢ su renovaci¨®n. Aun as¨ª, algunos pol¨ªticos de Bruselas ven su nombre como una posibilidad en el caso de que ante la fragmentaci¨®n de la C¨¢mara haya que buscar un plan b, es decir, un nombre de consenso.
Los Verdes. Tras sus buenos resultados en Luxemburgo, las municipales belgas y Hesse (Alemania), Los Verdes afrontan con un fuerte optimismo esta campa?a. La elecci¨®n de su Spitzenkandidat tendr¨¢ lugar el 25 de este mes en Berl¨ªn. En realidad, la formaci¨®n acude a las elecciones con dos candidatos, puesto que al menos uno de ellos debe ser una mujer. En liza hay tres nombres: la alemana Ska Keller, el holand¨¦s Bas Erckhout y la belga Petra De Sutter. Los dos primeros parten como favoritos.
Conservadores y reformistas. La formaci¨®n encara las elecciones con la certeza de que sufrir¨¢ un declive por la marcha de los tories. El grupo es un caj¨®n de sastre en el que est¨¢n desde la Nueva Alianza Flamenca hasta el polaco Ley y Justicia. El ¨²nico que ha concurrido a la candidatura es el checo Jan Zahradill, que se define como una ¡°voz moderada entre eurofan¨¢ticos y antieurorradicales¡±.
Los movimientos del Frente Nacional y la Liga
A medida que se van perfilando candidaturas crece la expectativa sobre los pasos que dar¨¢n tres movimientos. Uno puede quedar resuelto este fin de semana si finalmente Emmanuel Macron se al¨ªa con ALDE. Pero hay dos m¨¢s que todav¨ªa no se han materializado. Uno es el impulsado por el exministro griego Yanis Varoufakis. Se ha barajado su incorporaci¨®n con la Izquierda Unida Europea, que sigue sin candidato. Sin embargo, esa idea va perdiendo fuerza, entre otras cosas, porque Varoufakis lleg¨® a pedir que sus formaciones renunciaran a ir con sus marcas nacionales para llevar solo la de DiEM.
El otro movimiento que suscita incluso inquietud es el que pueda dar la Liga, aliados de la extrema derecha de Marine Le Pen en el grupo Europa de las Naciones y las Libertades. "Es cierto, amigos de varios pa¨ªses me lo han pedido, sugerido [presentarme]", asegur¨® su l¨ªder Matteo Salvini en una entrevista en La Repubblica. "Ya veremos, me lo pensar¨¦", a?adi¨®.
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